Cap 4 - Un pequeño paseo.

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Narra Nix

Al terminar la jornada y en el camino a casa aceleré un poco el paso para evitar encuentros con la chica nueva, aunque Laila me había aclarado que no era una completa extraña por alguna razón me ponía nerviosa. Cuando ya me encontraba frente a mi puerta me percate de la cansada Laila que me venia siguiendo. 

Si me meto en mis pensamientos puedo ser muy distraída.

-Oh, Laila, lo siento, no te había visto.

Me explicó que venía para poder darme su número y quedar para lo del recorrido. Tras terminar la conversación entre rápidamente a casa. -Por lo visto no hay nadie- Noté al escuchar completo silencio, fui a la cocina para tomar algún snack, me senté unos minutos en el salón mientras terminaba mi fruta picada y revisaba mis redes, al cabo de unos minutos subí a mi recamara para cambiarme y arreglarme un poco, me encontraría con Laila en unas horas.

Le dejé un mensaje a la misma avisándole que saldría dentro de nada y que le vería en el centro comercial de aquí. Continué cepillando mi cabello, la paz y armonía que había en mi casa se evaporó completamente al bajar la mirada a mi cuello y ver que se encontraba sin el bonito collar que siempre lo adornaba.

-Mierda, no,no,no! el collar de mamá- repetí frustrada mientras buscaba por cada parte de mi mochila, la angustia de no divisarlo por ninguna parte hizo que mis ojos se enlagunaran, tomé un poco de aire y deseé que mañana pudiera encontrarlo en la escuela.

Después de que casi me diera un ataque de pánico bajé al primer piso a buscar las llaves de mi auto e irme a ver con Laila. Al llegar al lugar de encuentro vi a una enojada Laila y a Scott, Andy y Zach empapados.

-No entiendo en que momento les pareció buena idea jugar en la fuente del Centro comercial- les regañó conteniendo la risa.

Hice sonar la claxon para llamar su atención, a lo cual los 4 adolescentes voltearon cual suricatos a verme. Bajé las ventanas y sonreí amablemente para luego hacer un ademán de que subieran al coche, la castaña rápidamente tomo el asiento de copiloto y los otros tres entraron a empujones en la parte de atrás para ver quien se hacia en las ventanas, la batalla la perdió Scott y quedó en el medio.

-¡Hola!- dijo con su habitual tono contento Laila- Pero que lindo auto tienes oye- exclamo esta, reí y les salude a todos. 

-Bueno y ahora ¿A dónde vamos?

-Primero podemos pasar un poco por el centro de la ciudad y luego te llevaremos al mejor sitio del lugar- Contestó Scott.

Asentí y conduje hasta donde me indicaron, a pesar de nos ser una gran ciudad y contar más con zonas verdes que de concreto era muy bonita, pasamos por varios comercios locales y después de unas horas comimos en un pequeño restaurante italiano, cada vez me sentía más incluida en este circulo de amigos, se notaba la conexión tan linda que había entre ellos, cuando el sol iba cayendo y el estómago nos dolía de tanto reírnos volvimos al coche, esta vez Zach se sentó a mi lado, no pude evitar el agradable olor que tenía su colonia.

-Ahora sí, te mostraremos el mejor lugar de por aquí- Y así me fueron dando indicaciones hasta llegar a una solitaria parte de nuestro vecindario, habían árboles altísimos y unas cuantas casas a la distancia, pero al lugar donde llegamos directamente fue un pequeño parque con unos arcos improvisados en ramitas de madera.

- Bienvenida a "forest''- Dijo Laila mientras baja del auto con los chicos detrás suyo.

-¿Qué es este lugar?- bajé yo también. 

-Lo descubrimos cuando teníamos como 7 años, veníamos todas las tardes a jugar aquí y así pese el pasar de los años se volvió nuestro lugar- Contestó Andy poniéndose detrás mío.

Me quedé admirando un poco el lugar, transmitía paz, mientras miraba al alrededor vi una bonita y rústica casa que se escondía entre los árboles bastante cerca de donde estábamos y en la copa de uno de los árboles había una pequeña casa en el árbol, su luz de dentro estaba encendida.

-¿Quién vive ahí?- pregunte curiosa.

-Tu buena amiga Mia - Bromeó Laila- de hecho Andy encontró este lugar persiguiéndole para poder hablarle. 

-Ey, eso no tenías por que contárselo!- renegó Andy.

-Igual nunca le hablaste- bromeó Scott, reímos todos ante su comentario.

Tal vez por eso la chica llega tarde, pensé, aunque no fuera muy lejos de la escuela y a unas pocas cuadras de donde vivía yo,  si tendría que caminar un rato hasta allí. Fijé mi vista unos minutos en la casita del árbol y preguntándome si la luz era la chica dentro de ella, me sacó de mis pensamientos el ver un balón de fútbol en mis pies.

-¿Partido?- dijeron los chicos al unísono, y como negarme.

Jugamos un rato, Laila y Rick eran excelentes, de razón son capitanes... Y pues Zach, Andy y yo dábamos nuestro mejor esfuerzo, cada vez se oscurecía más, pero había sido un día bastante divertido.
Nos sentamos en el suelo a recuperar un poco el aire. 

-Eh chicos, hay fiesta de inicio de año en la casa de Mendez- Dijo Zach llamando nuestra atención, todos asintieron y Laila me miró.

-¿Te vienes?- Escribí rápidamente a mis padres en busca de permiso y afortunadamente obtuve un sí. 

-Y ¿de quién es la fiesta? - pregunté encendiendo el auto. 

-Mendez, es de los chicos mas populares de por aquí y siempre hace una fiesta de inicio de año e invita a todo el mundo- Explicó Laila. Fuimos en el coche hasta donde el famoso Mendez, cuando llegamos solo pude notar que por lo visto a este chico le gustaba celebrar el inicio del año a lo grande, mientras veía la gran casa y buscaba un lugar para aparcar sin atropellar a ninguna persona que se encaminaba hacia la fiesta. Casi choco por escuchar un grito por parte de Andy. 

-NOOOO, QUE MIERDA HICISTE - Exclamó el de cabello de colores con las mejillas coloradas, mientras Zach y Scott se reían.

-¿No que este año te lanzabas, tigre? pues mira, que mejor lugar para conocerla que en la fiesta de Mendez- Dijo Scott. 

-¿Conocer a quién?- pregunté mientras estacionaba. 

-Solo invitamos a Mia a la fiesta, pero no creo que venga- Murmuró Zach mientras Andy le daba un sape.

-Los odio- refunfuñó este.

No pude evitar ponerme un poco nerviosa al saber que ella vendría, pero ya estaba allí y no había vuelta atrás. 

UnforgettableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora