Narra Mia
Tras pasar un buen rato esperando el cerrajero pude deducir varias cosas de Andy, le gusta el arte, tiene el humor muy roto y, por lo menos, ya no se pone rojo cada vez que cruzamos miradas.
El claxon de una camioneta anunció la llegada del cerrajero y capto nuestra atención, un hombre con overol sucio bajó de la misma y se acercó a nosotros.
-¿Pidieron servicio?- Preguntó, a lo cual asentimos. El hombre hizo su trabajo en poco tiempo, cobró un precio justo y se fue. Cuando Andy y yo volvimos a estar solos y por fin podía entrar a mi casa, pregunté si le gustaría pasar, pues la cita había sido algo desastrosa pero aún se podía salvar, aceptó mi invitación y entramos.
Se quedó sentado en el salón como cuando le dices a un niño que no puede moverse de su lugar por estar regañado, negué divertida ante la situación y fui la cocina a preparar algo de comer.
-Puedes decirle a Alexa que ponga música, si quieres- Le ofrecí desde mi lugar mientras preparaba unos sándwiches.
-Alexa play Sway- Escuché al chico en la otra habitación. Fui haciendo la comida al ritmo de la música.
-When marimba rhythms start to play, dance with me, make me sway, like a lazy ocean hugs the shore, hold me close, sway me more- Cantaba Andy apenas audible, no puedo negar que su voz era calmada a pesar de él ser todo lo contrario.
Marcaba el compás con el pie, cuando terminé los sándwiches volví al salón, el chico seguía en el mismo lugar, dejé escapar una risa para luego tenderle la comida, tomó el sándwich y me senté a su lado a comer.
-Lo siento -Murmuró mientras daba un bocado, le mire con confusión- Bueno, no salió como lo planeaba.
-A ver, en mis planes tampoco estaba una emboscada -Añadí divertida- No te preocupes, será una historia divertida para contar... Por cierto, ¿Estás bien?- Le miré en búsqueda de alguna herida por la caída anterior, pero lo único fuera de lo normal que vi fue un poco de salsa de tomate en la mejilla ajena que limpié con mi pulgar.
Una sonrisa nerviosa se dibujó en su cara y para mi sorpresa esta vez era yo la que sentía como mis mejillas se sonrosaban, desvié la mirada rápidamente. Cambio de tema, Mia; Intentaba buscar algo en mi mente para ignorar el momento.
-Amm, ¿está rico? -Preguntar sobre el sándwich fue mi mejor idea.
-Sí, está buena la salsa- Me respondió en tono burlón por lo que había hecho recién.
Le di un pequeño golpe en el brazo, estuvimos hablando otro rato hasta que empezó a oscurecer y Andy se despidió, sin antes chocarse al salir con la mesita que hay en la entrada.
Cuando ya no le veía desde la ventana del recibidor subí a mi cuarto, entré al baño, me retiré el maquillaje y me puse el pijama. Me tumbé en mi cuarto y configuré la alarma para el día siguiente con 10 minutos de antelación.
Por lo menos un día tengo que llegar a tiempo.
Me reí por mi propio pensamiento y me puse a matar tiempo hasta que me diera sueño con mi celular. Una notificación me sacó de mi inmersión en instagram, era un mensaje de Andy.
De: Andy
-Gracias por hoy :)
Sonreí al verlo y respondí.
-<3
Nunca he sido buena para los mensajes, pero al menos este a diferencia de muchos, si lo había contestado. Al cabo de un rato terminé por quedarme dormida.
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Narra Zach
Me levanté a clase como cualquier otro día, me preparé y salí. Iba escuchando música cuando pude reconocer una silueta familiar algunos pasos más adelante de mí.
-¡Nix! -Levanté la voz lo justo para llamar su atención. Noté el sobresalto de la rubia al momento de girarse y como de manera torpe caía al piso por hacerlo tan rápido. Aunque quisiera reírme me aguanté y me moví rápidamente al lado de ella para ayudarle, aunque ya teniéndole en frente las ganas de reírme me ganaron para recibir como respuesta el ceño fruncido de Nix, le ayudé a levantarse y terminó riéndose conmigo.
-Hay algo que se llama caminar al lado de la persona y hablarle- Me dijo irónica.
-Me ahorraba tiempo gritar -Contesté de la misma manera- Aparte no es mi culpa que no sepas dar una vuelta sin caerte -bromeé, Nix me sacó la lengua y sacudió su ropa.
-Bueno, si terminaste de molestarme, buenos días -Dijo divertida la chica, correspondí a su saludo y empezamos a caminar, no intercambiamos muchas palabras en el camino, no me quejo, su timidez me causa cierta ternura.
Cuando llegamos al destino la acompañé hasta su aula, pensaba quedarme un rato más con ella pero una mano en mi hombro se interpuso en esa idea. Me giré para encontrarme con Scott alterado, no me dió ni tiempo a despedirme de Nix cuando ya estaba siendo arrastrado al primer piso por el chico.
-¿Qué pasa?- Pregunté con visible confusión, Scott solo señaló a la ventana que daba al patio, entendí la alarma del chico al ver a todo el equipo de básquet en la cancha.
-Mierda- Murmuré a regañadientes, pues concentrado en Nix había obviado el entrenamiento de la mañana.
Casi corriendo llegué en frente de mis compañeros para empezar el entrenamiento. Éste paso lento, fue hasta cansino, la anoche anterior tampoco es que haya dormido muy bien. Cuando terminamos fui a mis clases, en las primeras horas aproveché a dormir un poco pero solo me gané un parte de mi maestra de literatura, entonces no pude salir al break para al menos disculparme con Nix por haberme ido sin decir nada. Tuve que esperar al final de la jornada, para mi suerte me topé con ella en las escaleras.
-Perdón, Scott me secuestró por que había olvidado el entrenamiento- Me rasqué la nuca mientras veía a la chica.
-Bueno, yo torpe para caminar y tú por lo visto para el resto de cosas- Comentó devolviéndome la broma de la mañana, reí y de nuevo me encontraba caminando con ella pero esta vez a la salida. Cuando estábamos en las afueras del instituto se encontraba nuestro grupo esperándonos, Laia siendo mimosa como de costumbre con Scott y para mi sorpresa Mia y Andy estaban hablando, no me sorprendía por Mia, si no porque Andy le estaba hablando.
Nos reunimos con ellos, hablamos de como nos había ido en el día y etc. Mia llamó nuestra atención en medio de la conversación al terminar de leer un mensaje en su celular.
-¿Qué les parece ir a una pequeña fiesta?- Dijo con una sonrisita.
-¿Fiestas entre semana?
Me pareció que Scott leyó mi pensamiento, por que hizo la pregunta en voz alta.
-Bueno, no una fiesta en sí, es una pequeña reunión con mis amigos de mi anterior instituto, nada muy grande- Le respondió Mia -Tampoco irá hasta tan tarde, jugar videojuegos y hablar un rato.
Los maestros no habían dejado mucha tarea entonces no nos pareció tan mala idea, aunque ninguno se hubiera relacionado con los de la otra escuela.
Tomamos camino hacia donde Mia dijo que sería la reunión.
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Unforgettable
Novela JuvenilNix, Mia y Laila, empezaran una historia que definitivamente cambiara sus vidas al momento de conocerse.