Cap 17 - Confession.

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Narra Nix


-¡Es hoyy!- El chillido de mi madre al entrar a mi habitación me dejó despierta de golpe, detrás de ella mi padre con un gran desayuno y flores.

-Felices 18, nena- Mi padre dejo un beso en mi mejilla y luego acomodó el desayuno en la cama.

Pues era hoy, mi esperado cumpleaños 18, aunque me encantaban los detalles que siempre me daban mis padres en esta fecha hoy lo que más me causaba emoción era la fiesta que llevaba días o tal vez años planeando, 18 solo se cumplen una vez, quería que fuera memorable. Tenía ya todas las compras hechas y montado en la planta baja.

Agradecí a mis padres y hablamos un rato, ya saben, las típicas palabras de feliz cumpleaños con un pequeño sermón de estar entrando a la vida adulta.

Terminado esto me levanté directo a arreglarme, no me gusta mucho ser el centro de atención pero esta noche valía la pena.

Les había dicho a Mia y Laila que quería que llegaran mucho antes pues quería terminar de arreglarme con ellas. Para mi sorpresa la primera en llegar fue Mia.

No tengo que juzgar porque llego solo una vez tarde.

Entró a casa con su habitual cara de pocos amigos, aunque ya había un progreso pues me dedico una sonrisa amigable, no todos tenían ese honor de ver a Mia sonreír, a pesar de su fachada ruda era alguien con quien las risas jamás faltaban, entre ser alguien extremadamente directa y ocurrente, siempre lograba sacar una gran carcajada. Entre risa y risa me ayudó a arreglarme, sobre todo con el maquillaje. Unas horas despues Laila tocaba el timbre de la puerta de entrada.

Ahora ya las tres juntas terminamos de arreglarnos.

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El sol empezó a bajar y con ello se acercaba más la hora de la fiesta, era raro ver a Laila sin ropa deportiva al igual que ver a Mia con algo que no fuera casual y oversize aunque se negó a usar algo que no fuera negro. Pero las tres íbamos a ser los focos de atención, las horas de esfuerzo arreglándonos habían dado frutos.

Las voces lejanas nos hicieron caer en cuenta que los invitados estaban llegando. Nos dimos algunas miradas cómplices entre las tres y bajamos.

Entre varias personas del instituto, por obvias razones, reconocí de primeras los tres chicos de nuestro grupo.

Por lo visto si habían entendido la amenaza de que si no se venían bien arreglados iba a echarlos, pues se veían geniales, aunque no voy a mentir que el que más captó mi atención fue Zach.

Como si de mente colmena se tratase nos dirigimos todos a un mismo punto para saludarnos, entre mi embobe con Zach era más divertido ver como Andy casi que botaba baba por Mia, pero tambien me generaba confusión el ver como Scott se mantenía distante con Laia. Aunque le saludó de beso como de costumbre se notaba una cierta tensión entre ambos, pero decidí ignorarlo.

Empezaron a terminar de llegar los invitados, mi casa se encontraba llena en menos de media hora, entre viejos amigos, algunos de la nueva escuela y los números que alcance a rescatar de la fiesta con los de la pública. Cuando Mia los vió pareció agradarle, pues paso parte de la noche con ellos y Andy, mientras yo mantuve con Zach.

Comprobé que, aparte de ser lindo de cara, es un buen bailarín. Un buen ambiente se fue armando, la fiesta iba de maravilla, los únicos que notaba raros eran a Laila y Scott, pues este no se dignó en sacarla a bailar ni una sola canción por más qué se notaba que Laila le insistía por hacerlo en cada pista que sonaba; ¿Cómo note esto? Fácil, pues sentía la mirada de Scott fija en mí, aunque me importaba más la cercanía que tenía con Zach en ese momento que cualquier otra cosa.

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