Unforgettable

Cap 21- Liberado

Narra Scott

Lo que paso con Zach parecía idílico a tal punto que no llegaba a creerlo, pero esa mañana se despertó a mi lado, hablo conmigo y dije lo que me había guardado por años.

-Yo no estoy seguro de hasta donde quieras llevar esto, pero quiero quedarme contigo.

Esa ultima frase, se sintió como quitarme una tonelada de encima.

Ese mismo día lo pasamos juntos, cuando se fue de mi casa subí a mi habitación, me senté en el borde de la cama y pellizque con fuerza mi brazo.

No, no era producto de mi imaginación.

Me deje caer de espaldas en el mismo lugar donde tuve a Zach a mi merced, algo que solo había pasado en mis más intimas fantasías. Y como era de esperar la tranquilidad que tanto me inundaba se desapareció y en su lugar llegó un agrio sentimiento, culpa.

-Laila- suspire con tristeza.

Sentí un nudo en la garganta, no era justo. Sí, siempre estuve enamorado de Laila, era la chica de mis sueños... Pero también una gran cuartada. Llevaba ya varios años siendo mi pareja, al inicio no era más que algo para ayudarme a ignorar lo que sentía por mi mejor amigo, con los años se volvió mi apoyo, mi lugar de confort, mis primeras veces y miles de aventuras aunque jamás logro ocupar el vació que solo lograba llenar el castaño.

¿Era egoísta? Sí, sin pensarlo, pero tenía miedo, de mí, de él, de lo nuestro y Laila era la formula perfecta no para quitarlo pero sí para ignorarlo. Me dolía estar haciendo esto pero después de tantos años esperándolo no me iba a negar a uno de los anhelos más fuertes de mi corazón.

No podía esperar hablar con ella, el sentimiento me estaba carcomiendo vivo, tome mi chaqueta y salí a su casa. No vivíamos tan lejos pero tal vez por la hora se extrañaría o ya vendría molesta por el hecho de no haberle hablado en todo el día o mi comportamiento últimamente debido a aquella confesión que no se podía retener más en mi pecho.

Cuando estuve en frente de su puerta sentía el sudor correr por mis manos y las gotas que caían de mi cuello a mi espalda, no iba a ser una conversación fácil. Toqué la primera vez, bajo, casi inaudible, toqué una segunda mas fuerte , se me empezó a acelerar el corazón y a la tercera antes de que mis nudillos dieran contra la madera la puerta estaba abierta. Me sorprendió el estado de Laila, siempre mantenía impecable y con un ánimo desbordante pero esta vez tenia una apariencia desalineada con los ojos hinchados, sus manos tenían ligeros rasguños.

-Pero...

Antes de poder hablar tenía a la chica dando repetitivos golpes en mi pecho mientas rompía en llanto, se separó y me miro no con tristeza si no con ira pura.

Ya lo sabía, pero ¿cómo?

-¿Por qué lo hiciste?- Habló ella con la voz rota.

Negué levemente.

-¡NO ME MIENTAS, NO MAS JODER, LOS VÍ!

Todo se pausó, sentí mis lagrimales llenarse, me alejé algunos pasos.

-Y-yo- Intenté explicarme- Lo siento... -Estaba en blanco.

- ¿¡LO SIENTO, ESO ES LO ÚNICO QUE VAS A DECIR?!

Odio los gritos, no sé como manejaros, me alejé más.

-!DIME SCOTT, DIME QUE ME ENGAÑASTE, HAZLO, AL MENOS TEN EL PUTO VALOR DE ACEPTARLO!

Jamas la había visto tan molesta, me dolía la cabeza, el ruido y el millón de pensamientos que me estaban bombardeando en una fracción de segundo. No entendía como lo sabía, pero lo sabía así que el "como" ya no era relevante. Entendía su rabia, no sabría como sentirme en su lugar, sentía como su miraba me atravesaba en espera de una respuesta.

-¡SÍ! YO, YO NO QUERÍA QUE LAS COSAS PASARAN ASÍ... D-déjame.

La puerta se cerró en mi cara, apoyé la frente en la fría madera mientras mis mejillas se hacían cálidas por las lagrimas, podía escucharla llorar al otro lado de la puerta, cuando el llanto se alejo dejándome en claro que no iba volver a abrir retomé camino a mi casa, mirando al suelo.

Le había hecho daño a una de mis personas favoritas, era doloroso pero al mismo tiempo un sentimiento contradictorio de desahogo se libraba con el dolor... Lo sabía, al menos. Me senté en un parque cercano, no era buena idea estar ahí a esas horas pero cada vez noto más que mis ideas en general no son buenas.

-La engañé- Murmuré bajo y abracé las piernas contra mi pecho.

No, no lo merecía, pero tampoco seguir viviendo en una mentira... Yo tampoco merecía vivir en esa mentira.

Tengo la puerta que tanto quise abierta en frente mío, la oportunidad que tanto había deseado latente al otro lado.

¿Pero que tanto me costo poder abrirla y que tanto me va a costar entrar en ella?

Por primera vez estaba eligiendo lo que realmente sentía aunque pueda ser un desastre, el daño ya esta hecho y la culpa me seguirá atormentando, a quien se lo hice jamás me bastaran las disculpas. Pero por otro lado no me quedaba más que arriesgarme... Eso de intentar algo con mi mejor amigo se sentía tan de película, despues de tantos años tratando de hacer esa idea de lado, ahora era tan real.

Mientras que la batalla en mi mente se hacia más y más grande pude notar que las luces del parque titilaban, sacándome de mi inmersión.

Es tarde.

Caminé a casa a paso lento intentando aclarar ideas, las lágrimas seguían bajando por mis mejillas y jugueteé con mis manos nervioso, ninguno de mis pensamientos eran claros. Cuando llegué escuché a lo lejos los gritos de mi madre podía notar la preocupación por su tono pero no llegaba a entender que era lo que decía pues mi mente estaba en otro lado, aguanté el sermón y fui a mi habitación; Al entrar a esta mi primera vista era un cuadro lleno de fotos con Laila, auch, me volvió a doler el pecho... Me acerqué y lo descolgué con cuidado.

-Perdón- Acaricié el marco.

Me vinieron varios recuerdos a la mente, nuestro primer viaje, todo lo que habíamos planeado para este último año.

¿Lo tiré todo a la basura por un sentimientos impulsivo?

Creo que no era buen momento para cuestionar mi sentir, porque lo tenía claro, solo era mi mente intentando volver a la zona segura de donde ya había salido.

Dejé el cuadro con cuidado lejos de mi vista, me tumbé en la cama y abracé una almohada, no podía dejar de pensar en quien quería que fuera esa almohada, no sabía si tenía el corazón roto o por fin libre.

Joder Scott...