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Tus ojos justo como los recuerdo

Lisa jugó con las tiras de su bolso, mientras veía como Jungkook practicaba con el entrenador. Daba golpes suaves pero contundentes, su cabello largo se movía con cada uno de sus movimientos y Lisa se vio pronto embobada en él y la manera en que los músculos de sus brazos se contraian ante cada golpe.

Miró a su alrededor, notando cómo la puerta estaba a un costado, tal vez si caminaba rápido podría irse. Pero el miedo le ganaba ¿Y si la reconocía?

Tal vez no le importaría, le daría igual, pero muy en el fondo Lisa quiere creer que puede afectarle, que él en verdad sentiría algo si la viese de nuevo allí, aunque fuese a metros.

Justo como le está sucediendo a ella con él.

Lisa mira la hora y entra en pánico cuando se da cuenta de que en una hora tenía ensayo con las chicas, debía apresurarse y terminar con sus juegos.

Decidió recogerse el cabello en una cola  alta, agradeció que estuviera utilizando extensiones para mantener el largo de su cabello en secreto; acomodó su cubre bocas y tomó una respiración profunda antes de ponerse el bolso y caminar lo más rápido posible.

Mantuvo la mirada baja cuando pasó al lado de ellos, rogando internamente que ni él o su entrenador la reconozcan.

Antes de girar el pomo de la puerta, se paró allí. Dio una última mirada hacia atrás y sintió el corazón latir fuerte cuando sus ojos chocaron con los de Jungkook.

Fue por unos segundos, porque Lisa entre el impacto que sintió y sorpresa al ver su mirada hacia su dirección, no pudo más que abrir la puerta e irse para salvar su trasero cobarde incapaz de enfrentar a Jungkook.

Rogaba que él no la hubiese visto realmente, rogaba que él se hubiese confundido y ya, rogaba que él no le hubiese dado importancia a aquello.

Pero Jungkook sí que lo notó.

Él jamás hubiese podido olvidar esos ojos, grandes y expresivos a morir; aquella mirada que incluso después de tanto tiempo, fue capaz de sacarlo de su concentración máxima.

—Jungkook, concéntrate.

Pero él no pudo escuchar las palabras de su entrenador, estaba demasiado estupefacto viendo la salida, donde ella se había ido.

Si era ella, se veía tan diferente  que Jungkook por un momento no fue capaz de convencerse de que había una posibilidad de que fuese Lisa.

Por un momento no supo como sentirse, era una mezcla de confusión, porque hace mucho tiempo no estaba en un mismo lugar con ella, hace mucho tiempo no tenía su mente enfocada en ella.

Él nunca pudo detener la manera en que terminaron las cosas, pero es que jamás pensó que su promesa se fuese a quedar en palabras. De verdad creyó que Lisa y él se encontrarían de nuevo y continuarían lo que tuvieron que terminar por sus empresas, pero en un momento todo se fue a abajo.

Pasaron de hablarse y contarse las cosas, a dejarse los mensajes en leído o ni siquiera molestarse en revisarlos. Se habían dejado apagar con sus mismas acciones y esta vez nadie tenía la culpa, ni sus compañías o un contrato que los mantuviera obligados.

Esta vez sólo ellos fueron los responsables de la manera en que se desvanecieron.

Al principio a Jungkook le dolió y quiso maldecir el haber aceptado que se dieran un tiempo ¿Cómo hubiesen sido las cosas si ellos hubieran seguido con el contrato? ¿Estarían juntos o todo sería igual?

No hay peor sensación que sentir que pudiste haber hecho las cosas mejor, pero el tiempo ya pasó y no hay posibilidad de cambiar la que ahora es tu realidad.

—¡Jungkook!

El castaño se sobresaltó al escuchar el llamado de su entrenador, que lo veía confundido ante su repentina desconcentración.

—¿Qué pasa contigo? Te quedaste quieto viendo un punto fijo por dos minutos.—Exclamó. —¿Pasó algo?

—No, no, no.—Se apresuró a responder y soltó una risita nerviosa.—Sólo me distraje, lo siento. Pensé en las cosas que tengo que hacer esta semana y son demasiadas.

—Entiendo, esa vida de idol que llevas debe dejarte agotado.—Dijo el entrenador.—Por eso el boxeo es bueno para soltar el estrés y presión que genera en ocasiones esa industria.

Jungkook asintió y continuó dando golpes, esquivando los de él y retomando la concentración que había perdido por cierta tailandesa.

En medio del entrenamiento, decidió arriesgarse y preguntar lo que venía comiendole la cabeza.

— Tengo una pregunta.—Dijo con la respiración un poco agitada debido al esfuerzo físico.—¿Hay otros idols a los que entrenas?—Cuestionó.

Por favor que no diga su nombre, por favor que no diga su nombre.

— Soló tú...—Jungkook casi suelta un suspiro de alivio. Gracias a Dios.—...y Lisa de BLACKPINK.

No podía ser cierto.

—¿L-Lisa?

—Así es.—Confirmó.—Ustedes dos fueron pareja ¿No? Recuerdo el estallido que causó su separación.

Pero en cuanto el entrenador vio la expresión de Jungkook, supo que había hablado de más.

—Oh, lo siento. No debí hablar de ese tema, Jungkook. Lo siento.

—No, está bien.—Aseguró. —Ese tema ya es pasado.

O eso quería creer él, porque ahora que el fantasma de Lisa había vuelto a su vida, describió que en realidad jamás se había ido.

Ella seguía grabada en él.

All these years » lizkook (2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora