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Y fue un rápido "hola" y tuviste que irte. Y probablemente nunca lo sabrás, sigues siendo el único para mi después de todos estos años.

—¿Por qué suponemos tanto del otro?

Lisa se quedó silencio ante su pregunta, sin saber exactamente qué responder y qué fuese totalmente cierto y fiel a lo que sentía.

—Supongo que nuestra comunicación no fue la mejor —Susurró, pero él pudo escucharla perfectamente.

Jungkook volvió a su posición anterior, con el cuerpo apoyado en la baranda y más lejos de Lisa, que lo veía de reojo, asegurándose de que los tragos que tenía encima no le quitaran el poco equilibrio que le quedaba.

—Ya no hay porque llorar sobre la leche derramada.

La tailandesa sintió el corazón latirle con mucha más fuerza al escucharle ¿Leche derramada? Entonces ya no había esperanza para ellos si se refería así a lo que tuvieron antes.

—Ahora cada uno hizo su vida, Lisa.—Dujo torpemente.—Yo sólo quería asegurarme de que estás bien y lo hice, me tomó un tiempo y par de copas, pero aquí después de tanto volvemos a estar juntos. Aunque hubiese sido por una minutos.

¿Acaso se iría ya? Lisa quiso negarse ¿Sonaría muy egoísta decirle que se quede allí junto a ella el resto de la noche? Que no eran necesarias las palabras o muestras de afecto, sólo con su presencia ella se daría bien servida, sólo sentirlo de nuevo cerca sería lo necesario para ella.

—¿Te vas?

—¿Tengo alguna razón para quedarme aquí?—Cuestionó, mirándola fijamente esta vez.

Se quedó en silencio, el miedo ganándole la batalla y aquello pareció ser suficiente para Jungkook. Se repetía la historia para ellos.

Lisa pudo ver de reojo cómo Jungkook se incorporaba, torpe en movimientos por su estado alcoholizado, pero dispuesto a marcharse.

Justo cuando parecía cruzar la puerta, Lisa se armó de valor y en un segundo, tomó la mano grande de Jungkook con la suya.

No supo de dónde salió su fuerza o atrevimiento, pero siendo sincera fue como su reacción a una amenaza, la amenaza de perderlo de nuevo, no dejaría que ocurriera y menos cuando tiene posibilidad de evitarlo.

—Jungkook...

Le dio un apretón a su mano, porque no podía ver su rostro, sólo su espalda. Aquello era suficiente, no sabía si se sentía fuerte para verlo a la cara.

— Yo todavía te amo.

La voz le salió débil y de un sólo hilo, como todo lo que sentía en ese momento. Le había dicho algo que se había negado a aceptar por mucho tiempo y pensar en su rechazo, le ponía demasiado mal. Demasiado.

Esperó pacientemente, preguntándose por qué no reaccionaba, por qué no decía nada, por qué pretendía que hace unas horas ella no le había dicho todo lo que sentía por él después de tanto tiempo.

—¿No dirás nada?—Preguntó en un susurro incrédulo.

Pero lo único que recibió como respuesta fue su mano abandonar la suya, el frío de nuevo llenandole el ser.

Lisa sintió los ojos húmedos al recibir su rechazo, sin creer que en verdad había hecho aquello.

Le dijo que lo amaba, le dijo que después de todo seguía amandolo, que seguía siendo el único y hace eso, como si sus sentimientos no tuvieran importancia.

—Ya nada es igual, Lisa.—Dijo.—Probablemente ya no me acuerde de esto mañana y será como si esta conversación no hubiese ocurrido. Tú deberías hacer lo mismo.

Con esto dicho, Jungkook salió del lugar. Como si nada hubiese pasado allí adentro, como si nada hubiese sido descubierto.

Lisa sólo se quedó observando el lugar por donde había salido, cuestionando si estuvo bien lo que dijo. Mierda, lo volvería a decir, claro que sí, porque era lo que sentía. De lo único que se arrepentía era de no haberlo dicho antes.

¿Por qué no le dijo cuánto lo amaba mientras lo tenía cerca?

All these years » lizkook (2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora