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Y yo nunca me preparé, para un momento como ese

Lisa pretendía que él no estaba allí.

Había perdido la cuenta de los vasos con cerveza que llevaba en lo corrido de la noche. Pero seguía siendo consciente de todos sus movimientos y lo que pasaba alrededor.

Se había salvado de tener alguna interacción con él cuando cantaban la canción de cumpleaños o cuando Bambam estaba abriendo los regalos, igual seguía teniendo esa misma sensación y no podía evitar sentirse como una idiota. Podía ver de reojo cómo él disfrutaba, mientras ella estaba demasiado ocupada ignorando lo que sentía, como para estar igual de feliz.

Ahora intentaba pasar las penas comiendo pastel, que por cierto estaba extremadamente delicioso. Pero, si debía ser completamente sincera, de vez en cuando tiraba una que otra mirada a Jungkook, que reía junto a Nayeon y Bambam.

Sintió una gran envidia, porque aunque quisiera cambiarlo, muy en el fondo aún deseaba ser así de cercana con Jungkook.

Como antes.

Cuando podían hablar de todo y a la vez nada, cuando podía acudir a él y sentir su calidez a través de un abrazo ¿Por qué dejaron que aquello se desvaneciera?

Tal vez no sentía odio hacia él, sentía una profunda rabia; rabia porque hubiese amado que él luchara por oo que tenían. Y a la vez, rabia e impotencia consigo misma, porque también tuvo oportunidad de hablar con él y cambiar las cosas, pero nunca lo hizo.

De nuevo, el miedo le arrebató la felicidad.

Lisa pensaba que él no notaba la mirada, pensaba que él ni siquiera había notado su presencia, pero ¿Cómo Jungkook podía ignorarla después de todo lo que había pasado entre los dos.

Por supuesto la había visto al otro lado de la habitación, luciendo hermosa con aquel disfraz de angel y claro que le iba bien, si ella era uno en la vida real.

Se contuvo de devolverle la mirada, porque sabía que aquello haría que ella parara y era lo que menos quería en ese momento.

—Chicos, ya vuelvo. Iré a preguntarle algo a Eunwoo.

No lo culpen, no lo juzguen, no tenía nada por preguntarle a Eunwoo, pero necesitaba recibir aunque sea una mirada por parte de Lisa, una simple atención.

Necesitaba sentirse visto de nuevo por ella, más de lo que alguna había querido aceptar.

Y cuando Lisa notó que él caminaba hacia donde estaba con Mina y Eunwoo, fue imposible huir. Porque aunque su cerebro estuviera gritando que se moviera, que hiciera algo al respecto, su corazón paralizó su cuerpo y le impidió moverse o hacer algo para salvar su propio trasero.

Se removió en su lugar y le dio una mirada a Mina, que tenía una expresión de preocupación por su amiga.

—Jungkook.—Le saludó Eunwoo, con una sonrisa.–Pensé que te quedarías toda la noche con Bambam y Nayeon.

Para Lisa aquello hubiera sido mejor.

El chico negó con la cabeza, dándole una mirada atan rápida a Lisa, que la tailandesa creyó que había sido producto de su imaginación. Pero había pasado, después de todos esos años, de nuevo sus ojos estuvieron encima de ella, aunque hubiese sido por un instante tan rápido, que pareció mentira.

— Sólo venía a saludar...—Dijo.—¿Cómo está todo?

Y cuando preguntó aquello, sus ojos cayeron en Lisa. Pero estaba vez fue por mucho más tiempo que antes, lo suficiente para ponerla nerviosa y hacerle bajar la mirada.

Mina y Eunwoo empezaron a contarle todo lo que pasaba en sus vidas, desde sus proyectos hasta cosas generales. Y aunque Jungkook amaría sentirse interesado y curioso por lo que le decían sus amigos, él no estaba presente en ese momento.

Le daré imposible no darle miradas de vez en cuando a Lisa, que se aferraba a su plato con pastel, mientras mantenía la mirada en el suelo.

Él podía ver que estaba nerviosa, si la conocía más que nadie, era imposible que no se diera cuenta. Esquivaba su mirada, enfocaba su atención parcialmente en otras cosas y parecía ignorar su presencia.

Le fue imposible no sentirse mal.

Jamás se había sentido tan ignorado o dejado de lado por Lisa. Necesitaba recibir su atención, necesitaba hacerle saber que él estaba ahí, que después de tanto, seguía ahí. Aunque no fuese como antes, aunque sabía que no sería igual que antes, necesitaba sentirse como antes, sentirla como antes.

Aunque fuese por un segundo, un segundo que después sería nada, porque luego volverían a ser de nuevo los desconocidos en que se convirtieron.

Y mientras Jungkook pensaba en mil cosas, Lisa no podía seguir soportando la situación.

Sin querer escuchar más o estar allí, dejó su plato en la mesa detrás de ella y se dirigió al baño, sabiendo que probablemente Eunwoo, Mina y Jungkook le miraron confundidos, pero si era totalmente sincera, aquello ya era lo de menos para ella.

Sentía que respirar era difícil cuando llegó al baño. Se sujetó del mesón y clavó sus ojos en el espejo grande frente a ella; notó sus ojos rojos y húmedos, pero seguía conteniendo las lágrimas porque aquello correría su maquillaje y no quería que nadie supiera que aún le afectaba.

Ya no quería que nadie supiera que Jeon Jungkook seguía provocando estragos en ella.

All these years » lizkook (2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora