Querido Dan:
¿Recuerdas a la chica del trece?
Ella me ha estado ayudando.
Ya sabes, a estar bien.
Y es genial.
Porque con solo escuchar su voz sonrío.
Extrañaba tanto sonreír,
sonreír de verdad.
Bailar sin ningún tipo de coreografía preestablecida,
cantar a todo pulmón.
Lo necesitaba.
Después de todo,
a quien necesitaba era a mí,
no a ti.