(no) tiene miedo | minsung + ¿hyunmin?

14. extra: tras cámara

(No sabía cómo empezar el final y solo empecé a escribir esto, no quería incluirlo en el final, pero tampoco quería borrarlo porque me gusto como quedo: por eso solo es un extra. Pueden leerlo o no, no afecta en nada.)

Seungmin se siente agotado, tan cansado que el simple pensamiento de ir a la universidad lo hace querer dormir dos días. Es extraño porque normalmente disfruta de los días tranquilos después de los exámenes finales, pero en ese momento no quiere asistir aunque es consciente de que solo estará deambulando y quizás haciendo planes lejos de las instalaciones con sus amigos porque realmente ya no hay nada de suficiente peso en clases, nada más allá de repasos mientras las notas de sus exámenes finales son entregadas. Le gusta asistir en esa semana porque a Jeongin siempre se le ocurren buenos planes para escabullirse, pero esta vez nada lo hace tener suficiente fuerza como para intentarlo y todo se debe al cansancio mental que tiene gracias a los exámenes y a la extraña necesidad de pensar todo demás.

Se mueve en la cama consciente de que debe levantarse o no llegará a la primera hora, pero se repite que no importa, de igual manera no se perderá de nada y aunque así fuera, tampoco cree poder intentarlo.

—Seungminie... Taesoo y yo haremos pizza y noche de películas con algunos amigos, ¿traerás a alguien? ¿Hyunjin vendrá? Es para llevar el conteo de porciones. —su hermana entra sin tocar y por una fracción de segundos solo quiere sacarla a patadas porque escuchar su voz lo hace sentir aún más cansado. Es un fastidio tener que amanecer de tal manera.

—No lo sé. — restriega la cara de la almohada deseando que con esa respuesta vaga su hermana salga de la habitación.

— ¿Estás bien? Pareces agotado. — Chaesun endulza más su voz para hablarle y eso lo relaja un poco. Siente que luego de eso su cabeza ya no va a explotar.

—Lo estoy.

—Semana de exámenes, ¿cierto? — se escucha comprensiva, de verdad parece querer brindarle apoyo a través de su voz porque no está segura si acercarse es buena idea.— Puedes faltar y dormir todo el día, seguro no te necesitan tanto hoy y pueden arreglárselas sin ti, los del consejo son autosuficientes ¿no? Sobrevivirán.

El consejo. No había pensado en eso lo suficiente. Era un fastidio.

Se sentó en la cama con el cabello revuelto y los ojos entrecerrados para ver a su hermana que lo miraba con una sonrisa de triunfo en el rostro. Lo entendía, solo le había mencionado todo el tema para impulsarlo a levantarse, era astuta, demasiado astuta. No sabía si agradecer o irritarse por la jugada.

—Vamos, no será tan malo. Es la última semana antes de que Hyunjin y tú dejen de estar en su burbuja amorosa, no querrás perderte un día y luego estar lloriqueando porque lo hiciste.

Era extraño, que su hermana hable de Hyunjin de esa manera era extraño, porque estaba seguro de que nunca le había dicho que salían pero aun así ella parecía siempre tener un comentario insinuante o pícaro, como si supiera toda la verdad aunque él haya sido cuidadoso en todo momento. Pero si lo pensaba mejor, su hermana siempre tuvo ese lado intuitivo, o él simplemente no había sido tan cuidadoso; de igual manera ya no le importaba tanto en este momento.

—Eres una exagerada. No es como si no nos fuéramos a ver nunca, tampoco soy tú que lloriquea cuando no ve a Taesoo dos días, deja de proyectarte que das vergüenza.

Está consciente de que no negó todo el lado romántico del que su hermana pudo haberlo acusado, también es consciente de que ella lo noto, pero a pesar de lo que pensó antes, no se siente preocupado.

—Da igual, Hyunjin puede venir cuando quiera.

La conversación pudo haber terminado, pero él quería seguir hablando. Quería poder hablar del tema de manera relajada y suave, sin tener que responder preguntas súper importantes o revelar un secreto inmenso; hablar de la manera en que lo hacían era refrescante para él, porque era como contar algo importante que pasa a ser normal porque ya la otra persona lo sabe, pero aun así siguen manteniendo el tema porque es entretenido. Le gustaba ese tipo de conversaciones y agradece poder tenerlas con su hermana.

—Por favor no. No quiero tener que estar tocando la puerta cada vez que él está aquí, es incomodo. — la castaña intenta profundizar en el tema, intenta obtener más información de la que tiene y eso lo hace reír, también lo hace sentir cálido, porque no lo está incomodando ni un poco. Sabe que todo eso es porque simplemente es ella, pero eso no disminuye su nivel de satisfacción. — Ya es incomodo saber que ustedes están aquí, como dos ermitaños, cuando nosotros estamos abajo casi montando una fiesta. Hay un aura muy... ya sabes...

— ¿Por qué piensas cosas raras siempre?

—No dije que estuviera pensando cosas raras, solo acabas de asumirlo.

La chica lo mira con una sonrisa y él se siente expuesto, aunque sabe que lo está desde que la conversación empezó. Su hermana es astuta, ya entiende porque siempre es un as en todo.

—Ya, tomaré una ducha y me iré o ni siquiera llegare a la segunda hora.

Se pone de pie y se estira cuando la ve salir, pero antes de que desaparezca por completo la castaña le dedica una sonrisa extraña. No sabe qué hizo para recibirla, pero se siente incómodo y casi como si volviera a tener siete años y ella solo estuviera orgullosa de todo lo que hace, es extraño.

—Eres extraña.

—También te quiero.

Sonríe. Ahora puede decir que definitivamente se siente mejor, menos cansado y un poco más liviano, como si otro gran peso se hubiera despegado de sus hombros. Es un alivio.