8. euforia

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La próxima vez que interactúa con Jisung no lo espera y le sorprende.

Ahora es normal verlo por los pasillos y que se saluden o se regalen sonrisas. Es más de lo que Seungmin tenía antes y por eso se siente satisfecho, aun no son amigos, pero podrían serlo. La próxima vez que se sientan juntos y hablan es extraño, no lo espera, y todo por el lugar en el que se han encontrado sin querer; el pasillo en donde está la sala de prácticas.

El castaño no le pregunta qué hace allí, no hace nada más que sentarse a su lado en silencio mientras espera que el contrario note su presencia. No pasa por alto el hecho de que Jisung escogió el lugar más alejado de la sala para sentarse, cualquiera que pase por el pasillo principal se preguntaría si estaba esperando a alguien de danza o a alguien de actuación, lo había pensado bien, a él no se le hubiera ocurrido; claro que no lo hubiera hecho porque no había tenido que buscar excusas para ese tipo de cosas, ya tenía la excusa perfecta y era ser el mejor amigo de Hyunjin.

Seungmin hace lo posible por no preguntarle nada relacionado a qué hace sentado tan tarde en ese lugar, aunque sabe la respuesta no quiere incomodar.

—Pensé que como miembro del consejo estudiantil debías estar en una reunión justo ahora. — Jisung todavía está desconfiado, pero no parece preocupado. Lo entiende.

—Lo estaba, pero terminó antes, prefiero esperar a Hyunjin y caminar juntos que irme solo. — al decirlo se siente tonto, como si admitir tal cosa delante de alguien fuera incorrecto. —También es tarde, dos hacen cantidad dicen por ahí...—Intenta arreglarlo, pero falla, de igual manera al rubio parece no importarle y solo ríe.

La conversación luego de ahí pasa a ser trivial y sin sentido, hablan de cosas que no les importan lo suficiente pero tienen tiempo de sobra como para tocar el tema. Seungmin se siente bien, es agradable hablar con él y descubre que como creía antes, Jisung es un desvergonzado sin remedio, no le importa hacer alguna payasada, exagerar una mueca o hablar fuerte. El chico a su lado de verdad es una persona alegre, vivaz y completamente activa. Tan diferente a como se veía cuando Minho estaba cerca, el problema no parecía ser su amigo sino la aberración que tenía Jisung a ser descubierto, siempre luciendo tan recto para no cometer algún error. Debía estar cansado.

—No pareces tan feliz por las vacacione de navidad. — el rubio a su lado le habla mientras destapa una galleta y la pica por la mitad regalándole una de las partes.— Y es un poco extraño porque tu casa parece una gran mancha roja, si alguien me dice que tu hermana recibe a los invitados con un traje de navidad lo creería.

—Eso solo pasa en la cena de navidad, hasta me hace cantar una canción que invento cuando teníamos como siete años.

—Es una lástima tener otros planes, me gustaría ver eso.

—Puedo enviarte un video si me das tu número.

La conversación es superficial pero agradable y ambos están riendo mientras comparten números (y un par de videos vergonzosos de sus amigos van incluidos) sin siquiera darse cuenta. A Seungmin le agrada todo esto y casi puede comprender porque a Minho le gusta tanto Jisung (dice casi porque el gusto amoroso es diferente al gusto amistoso y nunca podría entender porque de verdad a Minho le gusta Jisung; es consciente de ese detalle). Ambos parecen reírse de los mismos chistes y tener el mismo lenguaje extraño para comunicarse y hacer que nadie más que ellos entienda.

Le gusta porque son tal para cual y se pregunta si Hyunjin y él tendrán lo mismo.

No pasa mucho tiempo antes de que Hyunjin y Minho salgan de la sala de práctica en donde estaban ensayando unos pasos que fueron incluidos de último minuto en su coreografía. Minho tiene los ojitos chiquitos del cansancio pero aun así su sonrisa aparece cuando los ve a ambos conversar (y reír). Y aunque Seungmin intenta no ser tan obvio se le olvida todo lo demás cuando ve como Hyunjin lo mira con estrellitas en los ojos.

— ¿Qué haces aquí? Pensé que aun estarías en tu reunión de cerebritos y tendría que esperar una hora más. — se deja caer a su lado sin prestarle atención a la dureza del suelo. Él solo quiere estar cerca del castaño porque se siente tan cansado y no cree poder caminar dos pasos sin antes acurrucarse un momento. Descansa la cabeza en las piernas ajenas sabiendo que no será retirado. — No me malinterpretes, me encanta la idea de no tener que esperar una hora... aunque por ti esperaría mucho. — cursi, Seungmin sabe que Hyunjin es un cursi.

El castaño no sabe cuando la conversación se volvió tan personal porque definitivamente esas últimas cinco palabras tuvieron más peso que la conversación que Minho y Jisung tienen a su lado.

—Lamento interrumpir su momento especial, pero nosotros ya nos largamos de aquí. No quiero pasar un minuto más en este pasillo. — nota que Jisung habla con más confianza y no sabe si es porque ahora están dos personas con las que sí ha mantenido conversación o porque ya se siente en confianza con él, no lo piensa mucho porque le gusta y no quiere arruinarlo.

Cuando los mira, esta vez sí centrando su atención en ellos, ve que Jisung lleva el bolso de Minho a la espalda porque parece más pesado y su amigo de verdad parece cansado, en cambio Minho solo lleva ese bolso grande que Jisung usa pero que solo tiene su laptop adentro. Le gusta su complementación y la manera tan natural en la que manejan todo, la manera en la que lo hacen sencillo y cómodo.

— ¿Quieren venir a tomar chocolate caliente y galletas con nosotros?— Minho pregunta. Quiere pasar tiempo con sus amigos, pero en sus ojos danza la esperanza de que rechacen la oferta.

—Lo siento, nunca me ha gustado ser la lamparita de nadie. — Hyunjin siempre es tan sincero y directo que no le sorprende la manera en la que dice las cosas.

—Y a mí no me gustan las citas dobles, lo siento.

Las palabras salen rápidas y sin ser esperadas de la boca de Seungmin. Él se sorprende, Hyunjin se sorprende, Minho se sorprende, Jisung se sorprende. Ya no puede detenerlo y tampoco quiere. Hay algo en las palabras utilizadas que le hace sentir explosiones en la boca, precisamente en la lengua, como si tuviera estrellas colisionando dentro y se cuestiona a sí mismo por no decirlo antes. Se sentía tan bien dejarlo salir y admitirlo por fin. Es extraño decirlo frente a otros, pero también hay algo reconfortante en contarlo frente a las personas que ahora lo miran esperando algo más de su parte, quizás esperando que se retracte o que intente arreglar lo dicho, pero no lo hace porque no quiere; no quiere ni necesita arreglarlo porque no hay nada malo en lo que dijo y eso le gusta.

—Algo en todo esto se siente agradable. — el chico que le gusta, el chico con el que tiene una relación está en sus piernas con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa en sus labios. Supone que está disfrutando del momento de una manera diferente a la suya, eso está bien también.

—Es por navidad, es el espíritu de la navidad. — dice Jisung de lo más normal, como si obviamente fuera esa la razón por la que su corazón late tan rápido y de manera agradable.

Es en ese momento cuando piensa que ha soltado su secreto con las personas correcta y que no puede sentirse más feliz al respecto.

(no) tiene miedo | minsung + ¿hyunmin?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora