Mire el plato con bordes dorados y sonreí de lado, levante la cuchara llena de comida y con un gesto una de los sirvientes se acercó- cómelo- asintió con la mirada gacha y metió la cucha a su boca, trago con un sonido ruidoso y se inclino de nuevo para volver a su lugar.
Asentí conforme y deje la cuchara a un lado mientras veía el gesto relajado de mi pare, la cicatriz que surcaba su rostro se arrugo cuando parpadeo complacido- parece que todo lo que te he enseñado a valido la pena.
Me encogí de hombros, mi padre era sin duda la persona en la que menos confiaba- aprendí del mejor- removí mi mano sobre mi chaqueta y saque un cigarrillo, lo encendí con el mechero y aspire una calada profunda.
-escuche que el socio de china quiso jugar al gato y al ratón- comenzó a trozar la carne, la sangre se derramo en el plato limpio.
-no dejaremos que eso suceda, He Mao sabe que firmo un contrato exclusivo, Asia es nuestro territorio, todos lo saben, Cedric se encargó de ello- bote el humo, aunque sentí como me quemaba por dentro.
Mire la habitación lúgubre, las luces tenues y amarillas eran el único calor que se podía respirar, los sirvientes apilados en fila, quietos como estatuas, las paredes cubiertas de estampados parecían querer revivir los horribles recuerdos de mi niñez, Cedric estaba parado a mi lado con su camisa y dos revolver ajustados a su pecho con tiras de cuero.
-oh, parece que puedes útil para algo- murmuro mientras llevaba otro trozo de carne a su boca.
Me encogí de hombros de nuevo restándole importancia a su comentario- el trabajo ya fue hecho, es lo que importa, ¿cierto?
Dejo de comer y me miro fijamente- parece que has olvidado tus modales.
Daleé el cabeza desinteresado y sonreí de lado, mechones de cabello escaparon de mi coleta- pareces olvidar tú, tu posición.
Apretó los labios y luego los relajo en una sonrisa- mi hijo asumirá muy bien su cargo, eres el futuro de este negocio, todos los ojos están sobre ti.
Pude sentir como la tensión se disipaba- comamos, la comida se enfría, podremos hablar sobre el nuevo container que partirá dentro de unos días, ya esta todo acordado, la policía de embarque se hará de la vista gorda, el estado no se meterá, sabe que nosotros podemos hacer que las cosas... se pongan interesantes- sonrió de nuevo y su cabello platinado cayó sobre la cicatriz.
-tenemos todo controlado- murmure y me negué a comer la comida, observe a Cedric, había traído ropa de combate, sus piernas abiertas y listas para protegerme.
-¿Cuándo traerás un nieto?- el brusco cambio de conversación casi logro sacarme un ceño fruncido.
Solté una risa irónica- eso no es algo que planeo- no me atrevería a traer a alguien cerca de mi padre, menos estando el vivo.
-me estoy haciendo viejo, quiero tener un nieto, alguien debe de seguir con el legado, somos los mas grandes de toda Rusia- aplaudió y uno de los sirvientes se acercó- tráeme las fotos.
Se retiro y camino con cuidado hasta la cómoda, saco un sobre delgado amarillo y se acerco nuevamente para dejarlo al lado de mi padre- eso es- movió su mano y la pequeña chica con el moño apretado se retiro y regreso a su lugar.
Tomo el sobre y saco las fotos, mientras reía- es realmente interesante, mira, todas ellas son hijas de nuestros socios, han sido educadas para estar con magnates, todas menean su trasero lindamente con tal de seguir con este estilo de vida- tiro las fotos para que las viera.
Reconocí a algunas de ellas, chasquee la lengua disgustado- no estoy interesado.
-piénsalo- no era una petición, era una orden.
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Amor en la Primera Nevada
Novela JuvenilEkaterina Ivanova, un chica con muchos problemas se encuentra enredada en la prueba más grande de su vida, con un hermano abusador, un alquiler que pagar y una enfermedad. Se encuentra resignada de la vida y los constantes golpes que esta le da. Ale...