Eres un... ¿Idol?

CAPÍTULO /10/

Amigos

➤ ➤ ➤

Después de aproximadamente media hora llegaron al apartamento donde se estaban quedando Lan Zhan y su hijo.

—Uhm... señor Wei, espéreme aquí un momento—, dijo Lan Yuan un poco incómodo.

—Está bien...—, respondió Wei Ying lo mejor que pudo, ya que estaba muy nervioso.

Pasado unos 10 minutos salió Yuan del apartamento e hizo pasar a Wei Ying, Lan Zhan por su lado no quería hablar con él y quería que se vaya, a decir verdad, tenía la actitud de un niño encaprichado en no querer salir hasta que se vaya Wei Ying, a Lan Yuan le causo gracia esa situación porque nunca había visto a su padre hacer una rabieta de ese tipo, le costó, pero pudo convencer al hombre para que vaya a hablar con su expareja.

—Bueno yo los dejo—, dicho eso Yuan salió de la casa y se fue a una cafetería cerca del apartamento para que su padre pueda hablar tranquilamente con Wei Ying.

—Que quieres—, dijo Lan Zhan frío al ver a Wei Ying.

—...—.

—No dirás nada, entonces puedes retirarte—, volvió a decir fríamente.

Lan Zhan se paró y se dispuso a irse a su cuarto cuando sintió un agarre en su muñeca.

—L-Lo siento...—, dijo Wei Ying en un susurro con lágrimas en los ojos.

—...—.

—S-Sé que fue mi culpa, no debí de haberte mentido, pe-pero no sabía qué hacer, estaba confundido, quería mi carrera, te quería a ti, s-sé que es muy egoísta, pe-pero no quería perderte... me gustas mucho, pero sabía que lo nuestro iba a ser imposible, nadie lo iba a aprobar y y-yo no sabía qué hacer, lo si-siento...—, Wei Ying hablo con tristeza, limpiándose las lágrimas que se le habían escapado.

—Wei Ying...—, Lan Zhan también tenía los ojos rojos.

—S-Sé que te mentí, y eso no quita el hecho que te lastimé, cuando tú siempre hiciste todo por mí, no tenía el valor para dejarte en el momento que Madame Yu me comprometió con Mian Mian, t-tú eras el que me importaba, pe-pero por mi egoísmo no pude dejarte... si-siempre estuviste a mi lado y lo único que hice siempre fue lastimarte...—, dijo Wei Ying sin poder contener sus lágrimas, —...so-solo quiero que me perdones...—.

Wei Ying soltó la muñeca de Lan Zhan cuando sintió unos brazos alrededor de él y unas lágrimas que caían por su cuello.

—No llores Zhan Zhan, no lo hagas por favor—, decía Wei Ying conteniéndose para no seguir llorando.

—No estoy molesto contigo, A-Ying—, dijo Lan Zhan mirándolo con ternura.

—Porque te fuiste entonces—, cuestionó alejándose de los brazos de Lan Zhan.

—...—.

—Fue por mi culpa, ¿cierto? —, pregunto con tristeza.

—En parte... me dolía que me alejaras de tu lado, quería estar contigo, no me importaba lo demás... pero también quería dejar ese mundo—, dijo Lan Zhan, —...pero nunca te culpe—.

—No me odias entonces—, pregunto en un susurro.

Lan Zhan negó con la cabeza.

—Es bueno saberlo...—, sonrió con tristeza, —... ¿Por qué me mentiste en la cafetería entonces? —.

—Por más años que hayan pasado no pude olvidarte y verte de nuevo me recordó el dolor que sentía... ese día dije lo que dije sin pensar—, dijo Lan Zhan bajando la cabeza.