CAPITULO XIII

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Capitulo dedicado a: TeFy-MiiLu

1 mes después.

19 de agosto de 2007

3:00 am

Adrián llevaba un tiempo sospechando que algo malo pasaba con Pansy. Había noches en que la escuchaba levantarse a hurtadillas para ir al baño, para después escucharla vomitar como si no hubiera un mañana, a veces si no se equivocaba la escuchaba llorar tratando de ahogar sus sollozos y él solo prefería fingir que dormía en cuanto la escuchaba regresar a la cama. También se había fijado que cada que intentaba tener una noche de pasión como antes era su costumbre, ella simplemente desviaba el tema luciendo terriblemente pálida.

Pero esa noche lo había desconcertado aún más, ya que solo había intentado abrazarla y ella había retrocedido sin pensarlo y había -casi- corrido hacia la cocina así que él no tuvo más remedio que subir a su habitación a recostarse y fingir que dormía, porque de alguna u otra manera iba a averiguar qué sucedía.

Así que ahora se encontraba a la espalda de ella, escuchando el ritmo acompasado de su respiración contemplándola dormir profundamente, sin pensarlo un minuto más la abrazo por la cintura apegándose más a ella y cerró los ojos por un segundo y al siguiente un pensamiento oscuro le nublo la razón. Extendió la palma de su mano y con una calma que no sentía la deslizó hasta su vientre y fue ahí donde perdió la cabeza. Con brusquedad se levantó de la cama, se vistió con su ropa del día anterior, tomo su varita y recogió la de ella que estaba debajo de su almohada guardándosela en su chaqueta.

Recordó el bulto que sintió bajo sus dedos y la apunto con su varita.

— ¡Rennervarte! — vocifero.

Pansy se despertó sobresaltada y respirando entrecortadamente. Tuvo que parpadear varias veces para acoplarse a la oscuridad, cuando lo hizo el corazón se le hundió y el estómago se le revolvió. Incluso en la penumbra de la noche podía notar la furia que emanaba Adrián, trato de recordar algún evento de ese día para relacionarlo con su enojo, pero ella no podía creer que la haya despertado en plena madrugada de una forma tan agresiva solo por no haberle correspondido un abrazo.

—Adrián, ¿qué es tan importante como para despertarme de esa manera? — lo encaro con una seguridad que francamente no sentía, incluso en la oscuridad podía notar como sostenía la varita fuertemente.

Él se quedó abstracto un momento, el monstruo de la ira en su interior aclamaba ser liberada.

—Creo que será mejor que me acompañes abajo... si te parece.

Pansy noto que no lo había mencionado como una orden, pero si percibió que no le daba opción a negarse a su petición, así que de manera cautelosa se levantó de la cama y tuvo que tragar saliva compulsivamente pues sintió las náuseas que siempre la hacían levantarse en la madrugada. Camino dudosamente por el pasillo y descendió la escalera cuidadosamente, pues no había otra luz excepto por la que se filtraba por la ventana, a espaldas de Adrián acaricio suavemente su abdomen y sonrió débilmente; su pequeño seguía creciendo y poco a poco se comenzaba a notar en su cuerpo, pronto tendría que encontrar una manera de contarle a la segunda persona involucrada.

Llegaron a la sala de estar y Adrián encendió las luces, aun no planeaba usar la varita.

—Detente.

Pansy lo obedeció y se giró lentamente, comenzaba a sentirse desconcertada con la actitud del moreno. Lo observo cautelosamente esperando a que le explicara lo que estaba sucediendo.

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