Redención

CAPITULO XI

Londres, Inglaterra

La cafetería muggle "Little Wood" estaba ubicada cerca de la torre del icónico reloj "Big Ben" en un ambiente agradable, adornada en su interior con paredes rusticas de piedra, con algunas plantas colgantes y amplios ventanales que permitían la vista al exterior dejando ver la tranquilidad con la que los habitantes se paseaban. En un rincón de la cafetería se encontraba Harry Potter esperando por su amiga y debatiendo con sí mismo la mejor manera de contarle a su amiga su secreto.

La campana del lugar sonó como aviso de un nuevo cliente, dejando a la vista a Hermione que entro refunfuñando y murmurando cosas inentendibles, al llegar a la mesa de su amigo suspiro cansada y ambos se dieron un abrazo de bienvenida.

—Herms, ¿te encuentras bien? — pregunto el pelinegro consternado por el estado en que llego su amiga.

—No... Sí... bueno quiero decir, puedo lidiar con ello — Hermione trataba de quitarle tensión al asunto, ya que no quería preocupar a su amigo con sus problemas maritales; la verdad es que no sabía porque había reaccionado tan a la defensiva con su esposo — un pequeño malentendido con Draco... la verdad es que me moleste por un comentario que hizo sobre como manejaste el asunto de Pansy.

Harry se tensó por la mención de la pelinegra.

—No tenía idea de que sus discusiones se basen en mi persona — Hermione lo miro amenazante y Harry continuo — De acuerdo, no hablare de eso. No voy a intervenir de más en tu matrimonio, pero tampoco quiero ser el responsable de problemas entre ustedes, ya tengo suficiente del desprecio de tu esposo como para ganarme más... pero eso no significa que no puedo darle su merecido si se atreve a lastimarte.

Ambos se sonrieron sinceramente.

—Harry... lo que menos quiero es dudar de ti, porque ya me has demostrado que eres lo suficientemente capaz de lograr lo que te propones y lo que esperan de ti — Hermione tomo las manos de su amigo entre las suyas como símbolo de confianza — Confía en mí y dime, ¿Encontraste a Pansy o ni siquiera lo intentaste?

Harry desvió la mirada de la de su amiga hacia un punto fijo en la pared, imaginando la reacción que tendría su amiga cuando le contara la verdad; no podría pasar más allá de una indignación por no haberle contado en el momento.

—Sí Hermione, has acertado a tu suposición. Encontré a Pansy hace una semana, pero digamos que el encuentro no salió muy bien que digamos — clavo su mirada de nuevo en los ojos castaños de su amiga — ¿Te gustaría escuchar mi versión de la historia?

Hermione se desconcertó al percibir el tono serio y el semblante melancólico que de repente adquirió su amigo.

—Por supuesto que te quiero escuchar Harry. — musito en un hilo de voz, como temiendo que de los labios de su amigo salieran malas noticias, mientras Harry separaba sus manos de las de su amiga sintiéndose de repente incomodo con lo que iba a decir.

—A mediados de nuestro quinto año en Hogwarts, se dio una amistad que creí imposible de sobrellevar y que no era común. Tu sabes que después de lo que paso con el señor Weasley, sentía que todo mi alrededor era un caos y creía que nadie cercano a mí podía entender lo que me pasaba o a veces yo mismo evitaba que ustedes se preocuparan tanto por mí. Recuerdo que un día mi único objetivo era relajar mi mente de todo el estrés que sentía, y termine en la torre de astronomía.

Harry hizo una pausa, rememorando las circunstancias de su encuentro.

>>Bueno, ella no llego hasta ahí con la expectativa de encontrarse conmigo y supongo que cuando se dio cuenta de que era yo el que estaba ahí intento ser hostil conmigo, solo que me sentía tan cansado de las actitudes de ella y de los de sus compañeros de clase que solo la ignore.