El hecho de pensar en la muerte de Quinn me hizo caer en alguna clase de crisis existencial... Mi mente se quedó en blanco, empecé a sentir como se adormecia mi cara y la fuerza dejaba mi cuerpo, era una sensación terrible, un movimiento me hizo regresar en mí, _____ se removió entre mis brazos para acomodarse, la volví a aprisionar en un abrazo y besé su cabeza, acariciaba su cabello intentado despejar mi mente, su aroma me tranquilizaba de una manera increíble, besé por última vez su cabeza y me separé de ella -Vamos a comer amor, eso hará que se te pasen los mareos más rápido -Ella asintió levemente, nos levantamos de la cama y fuimos con los chicos, al bajar Rin me tomó del brazo y me llevó a la cocina dejando a Quinn desconcertada -¿Qué pasa? -pregunté extrañado, ya que las chicas me miraban con los ojos acuosos.
-La canción nos encantó -dijo Rin tallando sus ojos.
-Es simplemente hermosa -agregó Luka al borde de las lágrimas.
-No puedo creer que la escribieras tu solo -dijo Miku sonando su nariz.
-Es genial que les haya gustado pero, ¿Porqué lloran?
-Len, la canción es simplemente maravillosa, la letra es divina a demás que la tonada es pegajosa, pero ya que sabemos la historia detrás de ella y la intención que tienes... Nos conmovió bastante -habló Gumi la cual parecía la más tranquila de todas.
-Lo que dice Gumi es la razón madura, la verdad es que nos deprimió el hecho de saber que nadie nunca hará eso por nosotras -habló Miku de forma dramática, y Rin le dió un ligero golpe en la cabeza.
-Ya basta amargada, hermanito, te apoyaremos con esto, se nos ocurrió agregar algunos coros y Luka tiene el vestuario perfecto. La practicaremos en la noche para que Quinn no lo note -Abracé a mi hermana y ella me abrazó con más fuerza, nos separamos y vi a todas las chicas.
-Muchas gracias, esto significa mucho para mí -todas me vieron con cierta ternura y me dijeron que no era nada. Tomamos las cosas para la cena y las llevamos al comedor donde estaban los chicos junto con _____ poniendo la mesa, después de unos 10 minutos todos estábamos cenando, volteé a ver a Quinn la cuál se reía de las malas bromas de Kaito, tomé su mano y la besé, ella me miró sonriente -¿Estás feliz mi niña? -ella asintió y sentí como mi corazón se estremeció, ¿Cómo se pudo volver tan importante para mí?, la cena transcurrió tranquila, y al dar las 9 todos nos fuimos a las habitaciones, aunque secretamente acordamos vernos a las 12 en el living para ensayar un poco, estaba recostado en la cama de Quinn mientras ella armaba su maleta un tanto ansiosa lo cual me mortificaba un poco-¿Estás bien Quinn? -Ella dirigió su vista a mi y asintió.
-Sí... Solo sigo pensando que arruinaré esto -Me levanté y la envolví en un abrazo.
-Todo estará bien, y en dado caso que no, seremos tú y yo contra lo que venga -Ella me besó suavemente haciendo que mi piel se erizara al contacto, se separó y siguió con lo suyo, las ganas de hacerla mía me inundaron, pero no intentaría nada con los chicos cerca, así que la mejor opción era tomar una ducha, besé la frente de ______ y me dirigí al baño, me deshice de mi ropa y entré a la ducha dejando el agua recorrer mi cuerpo, creí que me ayudaría pero solo sentía más caliente mi cuerpo, resignado deslicé mi mano hasta mi miembro sintiendo el gran calor que este expedia, y me dispuse a calmar mis ansias, solo podía imaginarme la delicada figura desnuda de Quinn sobre la cama, movía mi mano cada vez más rápido mientras imaginaba a aquella chica que tanto me enloquece tocando su cuerpo, sentí que estaba a punto de venirme cuando escuché como la puerta se abrió, rápidamente dejé lo que estaba haciendo y me asomé un poco para ver quién era, Quinn estaba parada en la puerta sosteniendo una toalla y traía puesta una bata de color rosa.
-Hola -dijo con su característica voz adorable -¿Te molestaría un poco de compañía? -aun sin haber recuperado del todo la respiración solo asentí con una media sonrisa que ella me devolvió, dejo la toalla sobre el lavamanos y se quitó delicadamente la bata, su largo cabello cubría del todo sus pechos, definitivamente se ve mejor que en mi imaginación, ella se dirigió a mi y le brindé la mano para que no resbalara, nos quedamos viéndonos el uno al otro bajo el agua -No sabía que te gustara el agua tan caliente, a mi también me gusta -sonreí y besé su nariz.