~Resumido porque quería editarle~
Resumen: Atsushi no siempre se callaba una extraña necesidad, para fortuna del hombre extraño en el baño público. Dazai le llamaba "perder el control". [Semi omegaverse].
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El albino conocía muy bien su cuerpo, antes quizás no, después de tanto tiempo luchando contra sus instintos y extraña vida animal. No podía verse como algo más que un animal sediento en un desierto cuando llegaban esas toscas épocas de apareamiento, aunque no le provocan en lo absoluto. Su superior le llamaba "raro", no tenía marca pero no caía en descontrol cuando el celo se hacía presente, entonces ¿qué sucedía con él? Pareciera que su organismo priorizaba su dignidad como ser humano antes de ceder a tentaciones banales, lo que era curioso.
Atsushi Nakajima nunca tuvo un solo accidente en lo que le respecta como omega, ni miradas atrayentes ni olores provocativos a otros alfas. No se sentía enojado por ello, la respuesta sería bendecido por los dioses al escuchar cada historia que salía de la boca de Ranpo, otro compañero con la misma condición. A pesar de las risas que abundaban en sus narrativas, no quería vivir en un mundo donde la gente con diferente posición le persiguiera como si de un trozo de carne fuera. Vaya asco, pensaba siempre.
Por eso mismo, y más en su historial, no comprendía la razón de su actual estado en un pequeño baño público de la zona que quedaba cerca de su hogar; tomándose las piernas para no ceder ante los sonidos obscenos que querían salir de él, con todos esos espasmos que le obligaban a entrecerrar uno de sus ojos para controlarse. Nunca había pasado esto, eso era lo raro, Atsushi podía asegurar que se sentía como si fuera la primera vez de un celo que jamás le llegó.
Primero pensó en llamar a su jefe, pero era mala opción al no dar con la razón de su tremendo ataque de locura, siendo un alfa las cosas no serían como se lo esperaba. Luego divagó entre otras posibles soluciones, solo pudo pensar en llamarle a Ranpo, el chico de los accidentes, ¿será que se perdería? Si bien parecía ser un genio, su sentido de la orientación era pésimo.
— Huele horrible. —Se contrajo, lo suficiente para hacer sonar la puerta metálica del cubículo en el que estaba. La voz grave de algún ser le hacía saber que solo ya no estaba.
No, no iba a hablar para que esa otra persona le encontrara fácilmente. Debía pensar, si, pensar lo suficiente para que ese líquido que escurría de su entrepierna no desbordará ante el olor que emitía ese ser. El individuo se llevaba la mano a la nariz, intentando tapar el olfato del posible desgraciado que cayó en celo en condiciones poco óptimas.
— Sal.
¡Estaba loco! Atsushi se negaba a dar la cara en ese estado tan vergonzoso, tampoco sentía la necesidad de procrear, ¿qué era ese sentimiento? No se sentía nublado por una excitación usual de un celo, se sentía más como si... Le atrajera algo. Podía intentar hacer una similitud de esa necesidad por hacerlo todo el día por mera gana, como si de un beta con necesidades se tratara. El hombre dio un paso para atrás, ya no aguantaba la misma intención que el albino oculto.
Se dignó a hablar, ¿dejaría escapar una oportunidad tan poco convencional como esta? También era un chico, no dejaba de ser un pequeño adulto. — B-Bien... —No deseaba tartamudear, pero retener el placebo que su organismo creaba no era sencillo.
Abrió, reluciendo en una visualización bastante provocativa para cualquier otro individuo sin escrúpulos con mera necesidad de hacer caso a esos instintos de adoctrinamiento. El azabache que le miraba no se veía en ese estado, más bien parecía confundido de la misma manera que Atsushi.
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Un tigre en el armario
Fanfiction1º Atsushi no siempre se callaba una extraña necesidad, para fortuna del hombre extraño en el baño público. Dazai le llamaba "perder el control". [Semi omegaverse]. Notas: -Serie de One-Shots de diferentes temáticas. -Intento de Omegaverse en alguno...