Capitulo 2

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Se veía a aquel chico sentado con las piernas al pecho en una esquina y con la mirada un tanto cansada, creo que estaba durmiendo antes de que entrara

Perdona, creía que estaba sola, perdón por las molestias- procedí a coger mis cosas para irme.

No, perdóname a mi, me había asustado- dijo frotándose un ojo- quédate, siento si he sonado un poco brusco.

Me llamo Tn Arabel- respondí a su pregunta anterior- creo que estamos en la misma clase si no me equivoco.

Este se levantó y hasta la esquina en la que estaba yo y se sentó a unos metros al lado mío.

Yo soy Eugeo , es un placer- mientras su nombre resonaba en mi cabeza uno de los huecos que había en el techo del dojo dejó asomar un rayo de sol que me dejaba ver con más claridad la sonrisa más tierna que había visto en mi vida mientras me estrechaba la mano.

¿Puedo preguntarte qué hacías aquí? Si no es molestia- le pregunte al rubio mientras veía los alrededores del dojo descuidado.

Buscaba un sitio donde estar tranquilo, además llevaba unos días sin poder dormir- sonrió un poco avergonzado- oí que llegaste hace poco aquí- volvió a hablar el chico.

Si, llegue ayer, así que yo también estaba algo cansada y tendré que acostumbrarme a esto otra vez- reí mientras él me devolvía la sonrisa.

¿Así que eres de aquí? Pregunto el un poco curioso.

Si, pero hace unos años atrás le dieron trabajo a mi padre en Estados Unidos- asentí al responderle la pregunta - por cierto si no es molestia ¿que era lo que quitaba el sueño?

Eugeo miro al suelo unos segundos, se lo veía un tanto decaído por la pregunta, tal vez no debí preguntarle si le acabo de conocer.

Levantó la mirada y se disponía a decir algo pero la campaña sonó dando por finalizada la pausa.

Bueno, me tengo que ir, nos vemos- él rubio se despidió de mí y se fue rumbo a clases.

Un minuto después me levante yo también para ir a mi clase, me tocaba japonés, me venía bien ya al estar unos años fuera no me venía mal retomar algunas cosas.

Aún faltaban unos minutos para que la profesora entrara aún así yo ya me fui a sentar a mi pupitre, mire por la ventana un rato contemplando el paisaje de fiera hasta que una persona me sacó de mis pensamientos.

Oh kirito, perdona si no me he reunido con el resto hoy- me disculpe con el azabache.

No importa, te conozco de hace mucho se que hay veces que te gusta estar sola.

De todas formas hoy he conocido a alguien nuevo- le di una media sonrisa y dirigiendo mi mirada al rubio de la esquina de la clase.

¿Dices eugeo? Ya veo, es buena persona te caerá bien ¿y donde le has conocido? Que el último curso y este no se deja ver mucho.

Le conocí en el dojo medió derrumbado que hay al final del patio- en cuanto dije esto le cambio la cara por completo- kirito ¿pasa algo?

Bueno hay muchas cosas que te tengo que contar, si quieres salimos a tomar algo después de clases y te hago un resumen- me dijo con una sonrisa no muy convincente.

Kirito quería seguir hablando pero una persona detrás de nosotros nos sacó de situación al verla un poquito molesta a lo que kirito solo se rascaba la nuca y reía nervioso.

Azurika- sensei- decía el chico un tanto nervioso.

Llevo 8 minutos aquí y aún no está en su asiento, decía la señorita azurika mientras kirito se iba lentamente a su asiento, a lo que escuché algunas risas de parte de algunos compañeros y por parte de cierta esquina un suspiro de resignación.

El amor no es algo que se pide  (Eugeo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora