Capitulo 4

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Pasaron unos cuantos días de todo lo sucedido, el profesor decidió posponer la clase a la semana que viene así que está semana tendremos gimnasia simplemente todos los días corría a ver a Ronie para ver si estaba mejor, mucha gente sigue pensando que fue un accidente, yo sigo pensando que ese accidente tiene un nombre y apariencia.

Yo iba clase como siempre, la única diferencia es que eugeo últimamente me esperaba en el semáforo que hay a mitad de camino para ir a clases.

Me hacía feliz que me acompañara, por alguna extraña razón me hacía más feliz de lo normal, verlo ahí al otro lado de la calle esperando a que cruce para vernos, por algún motivo eran unos de mis momentos favoritos del día.

Y ahí estaba el, recargado sobre la pared de un local detrás del semáforo, miraba su teléfono hasta que levantó la vista al verme al otro lado de la calle.

Mi mente estaba en otra dimensión en ese momento solo caminada siendo guiada por dos ojos jades preciosos, a lo que este mismo corrió y tiró de mí quedándonos más cerca de lo normal.

Tn-san tn-san! - reaccioné al escucharle hablar- ten más cuidado, has tardado demasiado en cruzar, vas a hacer que me de algo ¿que voy a hacer contigo?- suspiró resignado.

Lo siento, estaba algo distraída, será porque es de día aún- fingí un bostezo aunque el no me
miraba muy convencido - bueno vamos.

A este paso me obligarás a buscarte a casa si sigues distrayéndote así, si te pasara algo por el camino no me lo perdonaría- este se limitó a regañarme como si fuera una niña.

Si mamá, lo siento- reí mientras tanto seguíamos caminando.

Oye no te burles de mi- dijo este haciendo un pequeño puchero- sigue así y también me veré obligado a tomarte la mano para cruzar la calle.

Ese rojo carmesí volvió a subir a mis mejillas sólo de pensarlo, le mire algo avergonzada de reojo y me fijé que el mismo también se había sonrojado un poco.

¿Bueno sobre lo del sábado...?- iba a preguntarle pero cierta pelirroja se acopló a la conversación.

Eugeo-sempai, buenos días- le sonrío la chica- Tn-san buenos días- me dedico otra sonrisa a mi, pero la mía se veía distinta.

Buenos días, Tieze- le respondió el chico devolviéndole la sonrisa.

Yo solo me limite a devolverle una mirada de desinterés aun seguía cabreada por lo que hizo.

Eugeo-sempai, el otro día estabas genial, no esperada menos, espero ganar el
premio, si gano le invitaré con gusto.

Buena suerte, yo no puedo evitar sentirme mal por Ronie, tuvo mala suerte iba tan bien, juraría incluso que estaba a punto de ganar-  dijo el preocupado.

Ah claro, bueno es buena, pero cuando se es torpe en un segundo puede salir todo mal, un error lo tiene cualquiera- mientras esas sucias palabras salían de la boca de esa bruja yo solo podía callar y apretar los puños.

Eugeo-san lo siento, nos vemos más tarde- dicho esto me fui.

Oí que me llamaba pero decidí seguir caminando, la rabia me comía por dentro, no quería acusarla sin pruebas, quedaría fatal, tengo que ver como me las arreglo para sacarle una confesión.

Llegue a clase para sentarme en mi pupitre y esperar a que llegue la
profesora así al menos me distraigo y se me pasa el cabreo.

El amor no es algo que se pide  (Eugeo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora