Capituló 13

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Me tomo unos segundos examinar al chico que a medida que se alejaba más de dicho trono más salía a luz y podía verlo con más claridad.

Sin duda alguna era eugeo, pero a diferencia de la sonrisa que por alguna razón me conseguía poner nerviosa, en su rostro se veía una mirada fría y seca.

Detrás de el había otra puerta, pero estaba algo lejos y sabía que no podía escaparme así sin más y seguramente tampoco tenía planes de dejarme ir.

Este mientras seguía trazando un posible plan para salir victoriosa de aquí el desenvaino su espada mientras está apuntaba a mi.

-Vamos ¿a qué esperas?- me saco su pregunta de mis pensamientos-  No pienso atacarte desarmada.

-Eugeo-san, yo no he venido hasta aquí para luchar contigo, tiene que haber una manera de devolverte a la normalidad- iba diciendo mientras daba unos pasos al frente- este no eres tú.

El bajo la espada tras oír mis palabras y hubo un momento de silencio.

El cual fue interrumpido por un suspiro  suyo.

-¿Eugeo- sa-

-No querría hacer esto así- dijo el mientras su espada seguía es sus manos pero tocaba el suelo- Te tendré que obligar- clavó la espada en el suelo y dijo las siguientes palabras- Enhance Armament.

El hielo empezó a crecer y cargó contra mí con rapidez y agresividad.

No lo esquive a tiempo y este me atrapo el pie, seguido de eso un eugeo armado corrió hacia con intenciones de dañarme.

Sabía que no se iba a detener, así que con los pocos conocimientos de hechizos usé uno para liberarme del hielo.

Antes de que este llegara a mi di un salto desplegando las alas solo un momento para que su espada no me alcanzara.

Pensé que había subido bastante alto, pero para mi desgracia no, él había sido más rápido y me agarró el pie tirándome al suelo.

Era más rápido que yo, cosa que se me hacía difícil esquivarle.

Clavaba la espada con la intención de apuñalarme, lo único que podía hacer era esquivar y rodar cual croqueta para salvar mi vida ya que no me daba ni un respiro para poder levantarme.

Hubo una estocada que no pude esquivar y opté por la medida más desesperada.

Tome el filo de su espada con ambas manos, a lo que el ojo esmeralda se sorprendió por el gesto pero no se echó atrás.

Mientras había una batalla de fuerza intensa que estaba perdiendo ya que mis manos sangraban y mi vida iba a disminuyendo según seguía con la espada en las manos.

-Al menos me has entretenido un poco- dijo este como últimas palabras para darme el golpe final.

Iba a rematarme hasta que aproveche que solo tenía la mirada fija en la espada para con ambos pies empujarle la distancia suficiente para poder levantarme.

A él tampoco le tomo mucho tiempo levantarse e volver a hacer que el hielo salga de el suelo.

Algunos los esquivaba pero estaba bastante débil y conseguía esquivarlos al cien por cien.

Uno me dio el pie y otro se dirigía con violencia a mi, arranque rápido por mis manos dicho trozo de hielo que me contro bastante ya que mis manos aún no estaban sanadas.

Despistada de el dolor al final consiguió arrinconarme y congelarme ambos pies y ahora si que no me podía mover.

-Desaparece de una vez- está vez si que me tenia y no quería hacerle daño así que no me quedo de otra.

El amor no es algo que se pide  (Eugeo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora