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Bokuto POV

En cuanto iniciaron las vacaciones mi familia y yo emprendimos el viaje a casa de los abuelos; ellos vivían en una área con poca gente y mucho campo donde había sembradíos o animales.
Siempre me había gustado ir pues había mucho espacio para jugar, ahora que he crecido obvio es diferente pero puedo aprovechar el espacio para practicar.

*No tenías por qué traer tantas cosas Kōtarō.* dijo mi hermana quejándose mientras rodaba los ojos en disgusto; solo traía conmigo la ranita de peluche que Akaashi me dio una vez que fuimos a un festival y una mochila con juguetes entretenidos para evitar la ansiedad del viaje.

El camino era larguísimo y era muy aburrido no poder escuchar música mientras tanto, en general todo era más aburrido, lo único que era capaz de escuchar era un pitido constante que a veces me volvía loco, pero era todo. Aún cuando he estado acostumbrándome a esto no deja de ser difícil de repente.
Le mande mensajes a Kuroo, a Akaashi, jugué videojuegos por un rato y cuando agoté todas las actividades que tenía disponibles me dormí lo que faltaba del camino.

Los abuelos no sabían lengua de señas y eso me había puesto algo triste para ser honestos, pero mis hermanas se ofrecieron a traducir para mi; estaban muy felices de vernos y nosotros a ellos, nos recibieron con una de mis comidas favoritas lo cual fue grandioso y como había llegado con demasiada hambre devoré el manjar en minutos.

*Iré a practicar un rato.* Le dije a mamá una vez que el sol se estaba ocultando y ya no hacía tanto calor.

*Está bien, ten cuidado.* corrí colina abajo hasta una de las canchas comunitarias del lugar pues tenían una red disponible, algo gastada pero serviría de mucho.

Había un par de chicos y no pude evitar sentir como se me revolvía el estómago de los nervios, no había estado con nadie más que mi círculo de amigos y a ellos ni siquiera les conocía.
Decidí irme lo más lejos que pude para tirar el balón por mi cuenta sin que hubiera la posibilidad de que alguno de ellos interviniera.

Estaba haciendo pases con ayuda de la pared y se sentía tan bien poder levantar la cabeza hacia el balón sin marearme demasiado, eso era uno de los mejores avances y realmente comenzaba a ver una esperanza de volver a jugar dentro del equipo.

Hacer saques por mi cuenta era más complicado de lo que creía, no había nadie para recibir el balón del otro lado y tenía que ir por el balón siempre que lo lanzara, extrañaba a mis amigos, hubiera sido un muy buen juego si estuviéramos todos juntos.
Me agaché a recoger el balón por quinta vez cuando sentí un toque en el hombro y al instante un escalofrío recorrió toda mi espalda.

"¿Podemos jugar?" Un chico de cabello largo atado en una coleta me dijo, afortunadamente pude leer sus labios aún cuando hablaba algo rápido.
Eran otros cinco chicos esperando alguna respuesta de mi parte y eso me ponía cada vez más nervioso.

"No puedo escucharte, soy sordo. Pero si aún así quieren jugar, creo está bien, sé leer labios..." Esa cara de incomodidad de los demás al decirles que no podía escucharlos se reflejó en los seis rostros en frente de mi.

"No ocupas los oídos para jugar y es súper cool que sepas leer labios, ni siquiera sabía que eso se podía." Dijo el chico sonriendo grande, era agradable.

"¿Nombre?" Le pregunté mientras caminábamos a la red.

"Agh te lo dije de espaldas lo siento, Kawatabi y el tuyo?"

How long will you stay? // Bokuaka AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora