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"Por favor Kaashi." Dijo Bokuto acercando una cucharada de sopa a la boca de su novio; el pelinegro nunca había sido una persona de gran apetito y ahora más que antes le costaba comer cantidades decentes para un adulto joven como él.
Bokuto tenía que recordarle que debía comer mínimo dos veces al día y Keiji cedería aunque no quisiera pero lo hacía solo por su novio.

Akaashi había retomado sus estudios y lo estaba llevando muy bien y Bokuto aún seguía en la ciudad, eran como una pareja de recién casados aún cuando eran demasiado jóvenes para eso y llevaban siendo novios por unos cuantos meses nada más, pero estaba funcionando; estar cerca uno del otro les resultaba mejor que verse ocasionalmente cada mes.

Era una tarde de invierno en Sendai y Keiji se encontraba en el estudio terminando un ensayo que entregaría como trabajo final mientras Bokuto había ido a la cocina a hacer un poco de chocolate caliente pues creía que el clima era la ocasión perfecta.

Akaashi se vio las manos y las sobó quejándose un poco; el frío hacía que su piel se cuarteara y se irritara y su mal hábito de rascar sus manos constantemente por los nervios no ayudaba demasiado y solo lo empeoraba.

"Aquí está... ¿ya casi terminas?" Entró Bokuto al salón y dejó la taza de su novio en el escritorio pero se quedó atento en cómo este hacía una mueca de dolor cuando tomó aquella taza con el líquido caliente.

"Están algo lastimadas, traeré cremita y unos vendajes que pueden ayudar." El bicolor corrió al baño donde estaban esas cosas y regresó a donde Akaashi.

*Eres tan bueno conmigo, he estado estudiando mucho y casi no hemos salido ¿puedo llevarte a una cita hoy?* dijo Akaashi mientras veía con anhelo al mayor colocando la crema que ayudaría a que sus manos sanaran.

"¡Claro! Iremos una vez que termines." Sonrío amplio a su amado y continuo curando las delgadas y frágiles manos del chico.

*Terminaré en una media hora ¿vale?* volvió su concentración al computador mientras Bokuto comenzaba a prepararse para salir.

Akaashi POV

Estaba acabando el trabajo cuando escuché un quejido fuera de la habitación; asomé la cabeza por la puerta y entrecerré los ojos pues no alcanzaba a ver bien y tampoco veía a Bokuto cerca; decidí levantarme pues no podía preguntar si todo estaba bien desde donde estaba.

Estaba en la cocina, de espaldas a mi y con la cabeza algo agachada pero en el suelo justo donde estaba parado había algunas gotas de sangre cayendo. Me acerqué con cuidado y vi que tenía su mano cubriendo su nariz y esta estaba llena de su sangre; había tenido un sangrado nasal pero eso le ocasionó una crisis; Bokuto no había visto tanta sangre después de lo que le sucedió pues no había ocurrido nada como esto.

"Ven bebé, no es nada, vamos a limpiarlo y ya está." Dije más que nada para mí mismo, tomando una servilleta y retirándole la mano de la nariz para poder ayudarle pero él estaba con la mirada pegada en el suelo y la respiración agitada.

"Está en todos lados y no deja de salir, has que se detenga, por favor." Dijo con la voz quebrada y los ojos a punto de derramar lágrimas; me moví rápido y envolví en un pañuelo un poco de hielo para que dejara de sangrar.

*Tranquilo, estoy aquí y no es nada grave, pasará en un ratito.* le dije con la mano libre que tenía y con la otra sostenía el pañuelo en su cara; estaba horrorizado, aún cuando no era una herida y no dolía el simple hecho de ver la sangre era demasiado para él.

*Ya está, vamos al baño a limpiarte con agua.* lo tome de la mano y lo llevé al lavabo sin dejar que se viera en el espejo o eso lo haría paniquearse aún más; con cuidado quité la poca sangre casi seca de su nariz y tallé sus manos hasta que estuviera completamente limpio.

"¿No volverá a salir verdad?" Dijo con preocupación y yo negué.

*No lo hará si tomas un descanso por ahora, probablemente te sientas algo mareado por un rato, vamos al sofá.* Tenía que ser cuidadoso con lo que decía o hacía en estos momentos que seguía algo sensible por decirlo así.

Nos sentamos en el sofá y encendí una de las velas que teníamos en la mesilla pues eso siempre nos relajaba a ambos y lo rodeé con mis brazos así se sentiría seguro; ambos batallábamos con cierto grado de ansiedad y era común ver en casa pequeños juguetes o peluches con peso que ayudaban a mantener la calma, alcancé uno de ellos y se lo di mientras estábamos en silencio y yo masajeaba su cabeza.

"Eres increíble, de verdad. Soy tan afortunado de que seas mi novio." Dijo de repente volteando a verme y frotando su nariz con la mía, una de sus formas favoritas de mostrar afecto.

*Lo mismo digo yo de ti, eres brillante.* Se sonrojó y sonrió pegándose aún más a mi cuerpo y abrazándome fuerte.

Después de nuestra sesión de abrazos decidimos que podíamos seguir con nuestro plan; lo llevaría a comer yakiniku y probablemente a los juegos de fichas que tanto le gustaban de Sendai y finalizaríamos el día tomando algo calientito en la cafetería de la avenida pues el clima con un poco de nieve y brisa fría lo ameritaba. Era un súper plan para ambos aunque fuera sencillo.

Nunca pensé que tendría una relación así de estable con alguien y menos con alguien con la personalidad de Bokuto; éramos totalmente opuestos y por esa misma razón cuando formalizamos lo nuestro pensé que se volviera complicado y que discutiríamos mucho.
Pero no fue así; sólo nos hemos enojado un par de veces y la última fue porque no quise tomar la cena, Bokuto se frustró tanto por mi falta de apetito que estalló contra mi, a veces olvida medir el tono de su voz y esa vez debido al enojo gritó tan fuerte que me provocó y comencé a pelear con él; ese día estaba lloviendo a cántaros y después de gritonearnos por un rato me cargó y nos llevó a la mitad de la calle pues según él la lluvia enfriaría la rabia de ambos, me reí tanto ante su lógica y me di cuenta que había funcionado pues terminamos correteándonos como niños por el jardín bajo la lluvia olvidándonos del porqué habíamos empezado a discutir. Después de eso obviamente me hizo tomar la cena y al día siguiente ambos tuvimos un resfriado que duró días.

Bokuto tiene que volver en un par de semanas a casa por dos razones importantes: la primera, un equipo lo quiere como uno de sus jugadores y tiene una junta para tratar ese tema; la segunda, finalmente va a ser admitido para la cirugía de sus implantes cocleares los cuales le van a devolver gran parte de su audición, ha estado indeciso respecto a eso y ha cambiado de decisión muchas veces pero la final fue que lo haría.

*Quiero ir contigo a casa, si está bien para ti claro, por lo de la cirugía.* le dije una vez que volvimos al apartamento  y estábamos acostados viendo una película.

"¿Y la escuela? Digo, quiero que vengas conmigo pero solo si no te afecta en la Universidad." Dijo tranquilo pero pensativo.

*No, no pasa nada, estaría en mis semanas vacacionales.* Se puso muy feliz y escondió la cara en las cobijas pero sabía que estaba sonrojado porque tenía las orejas rojas.

"Entonces está bien, Kuroo y Kenma estarán también, probablemente tenga que estar algunos días ahí así que pueden ayudarte con los turnos." Estaba tan mentalizado de lo que implicaba todo el asunto de regresarle la audición que me sorprendía.

*Lo harás bien cariño, siempre lo haces* Dije con una sonrisa y seguí acariciando su cabello mientras tenía la cara pegada a mi pecho; amaba hacer eso porque sentía el palpitar de mi corazón, me recordaba a nuestros tiempos de preparatoria cuando recién sucedió, poner su oreja en mi pecho a veces era lo único que le calmaba y yo dejaba que lo hiciera siempre que necesitaba, eso no había cambiado mucho hasta ahora.

"Te amo Keiji." Dijo con la voz adormilada y tardé segundos en procesar.

Bokuto me había dicho te amo por primera vez.

¡Finde de capítulo!
Gracias por tomarse el tiempo de leerme, espero estén todxs muy bien. Les quiero!
-Kalopsss.

How long will you stay? // Bokuaka AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora