#9

114 21 5
                                    

You're alright

~Bokuto POV~

Llegué corriendo a la escuela pues me había levantado tarde, comimos demasiado con el tonto de Kuroo y me había dolido la pancita en la noche, pero ahora estaba bien y había llegado justo a tiempo antes de que el timbre sonara.
Entrando al salón vi a Akaashi sentado pacíficamente mientras leía algo que traía en sus manos, él era muy puntual y en general demasiado ordenado con todas sus cosas.

"¡Buenos días!" Dejé mí bento en la mesa y Akaashi puso su atención en mi, esos ojos verdes que en ocasiones se veían azules hoy se veían algo apagados, me preocupé al instante.
"Kaashi ¿estás bien? ¿Que tienes?" Las manos me sudaban de preocupación.

"Hola Bokuto-san buenos días... No te preocupes, estoy bien, atrapé algún resfriado durante el fin de semana pero estoy mejor." Realmente si ponía más atención su nariz estaba algo irritada, sus labios secos y sus mejillas algo rosadas.

"Oh, Kaashi si ocupas algo tienes que decirme, y también seré más callado el día de hoy." Me senté junto a él pues hace unos cuantos días habíamos cambiado asientos para sentarnos juntos.

Akaashi sonrió y asintió para después notar como su mano se acercaba a mi, un movimiento lento pero seguro hizo que su mano se posara en mi cabeza, acariciando mi cabello. Era la primera vez que hacía esto y yo no sabía cómo reaccionar, solo mi corazón se aceleraba y mi cuerpo sentía calor, mucho calor.
Hice lo que mejor sabía hacer y le sonreí, no era ninguna mentira pues ese gesto realmente me había hecho feliz.

"Deberías tomarte la tarde, necesitas descansar." Le dije al ver qué tal vez no era lo mejor que entrenara por hoy, podría darle fiebre y eso es malo.

"Estaré bien para ese entonces. Iré a casa por medicamento y para el entrenamiento debería sentirme mejor." Akaashi terco.

"Está bien, solo no te presiones demasiado." Sugerí aunque sabía que no me haría demasiado caso.

Poco antes de salir recibí un texto de mamá pidiéndome que comprara arroz antes de volver a casa pues no habría más para la cena, aprovecharía que Akaashi se iría a casa para ir al mini mercado antes del entrenamiento.
No tardé tanto cuando ya estaba en la escuela de nuevo e incluso me dio tiempo de darle uno que otro bocado a mi comida antes de entrar al gimnasio.
Akaashi no estaba, los demás si pero ninguna cabeza de cabellos lacio y negros como los de Akaashi se veía en la cancha.

"Chicos, ¿y Akaashi? Es que bueno, él se resfrió y hoy no se veía muy bien." Expliqué a mis compañeros de equipo y al parecer sabían de lo que hablaba.

"A mandando un texto hace unos cuantos minutos, no vendrá hoy, llegando a casa le dio fiebre y prefiere descansar. Bokuto-san ¿puedes ir a checar que esté bien? Está solo en casa." Asentí sin dar más tiempo a la espera y les dije que yo me encargaba, salí corriendo del gimnasio y llegaría en unos cuantos minutos.

Toqué al timbre pero no vi ninguna respuesta, me asomé por la ventana y la planta baja se veía calmada, giré la perilla y la puerta se abrió, Akaashi no había cerrado con llave.
Subí las escaleras y vi un bulto en la cama de su cuarto, Akaashi estaba dormido hecho bolita y temblaba.
¿Qué tenía que hacer? Venga Kōtarō piensa en qué hace tu mamá cuando te enfermas de fiebre. Piensa, piensa, piensa.

"Akaashi..." lo llamé desde la entrada de su cuarto sin asustarlo, gracias a Dios despertó pero si se exaltó un poco.
"Los chicos me mandaron a checar que estuvieras bien y bueno... dejaste la puerta abierta, toqué varias veces y-"

"Ah... lo siento, gracias por haber venido, estoy bien Bokuto-san. Diles que no se preocupen, mañana regresaré." Seguía diciendo cuando claramente no lo estaba, su frente estaba cubierta en sudor y estaba pálido como un fantasma.

"Akaashi no estás bien. Déjame ayudar y verás que te sentirás mejor, iré por una toallita mojada que estás envuelto en sudor." Corrí al baño de su recámara y mojé rápido la toalla de manos, debía servir.
"Akaashi despierta, medicina. Necesitas tomarla." Las manos me temblaban de nervios pero tenía que despertarlo de alguna forma, le toqué la cara con apenas los dedos y le di toquecitos para espabilarlo, apenas y despertó.

"El medicamento está en aquella repisa del baño, no sé cual tenga que ser pero puedes buscar." Ay Akaashi ¡yo no sé qué hacer!
Me levanté y fui a buscar, alguno que otro frasco estaba ahí pero no sabía para que era cada uno, lo único que pudo ocurrírseme en ese momento fue hablarle a la única persona que conozco que sabe más que nadie de esto: mi madre.

"Hola mamá eh oye ¿que puede tomar Akaashi para la fiebre? No se ve bien y está solo en casa." Estaba nervioso pues veía que Akaashi solo seguía en ese estado de letargo, adormilado.
Mamá me dijo el nombre del medicamento y por suerte estaba ahí en esa repisa, la escuché un par de minutos más pues me dio indicaciones y en cuanto pude volví a estar con Akaashi.

"Hey, mamá dice que tienes que tomar esto. Espero funcione así que por favor, tómala." Lo ayudé a sentarse y le pasé la píldora y un vaso de agua que tenía en su mesa de noche.

"Gracias, Bokuto-san. Te debo una." Dijo sonriendo débil, ay Akaashi, aún enfermo eres increíble.

"Debes dormir, vuelve a la cama. Yo, estaré cuidándote." Le dije y puse mi mano en su mejilla para checar, no sabía que estaba haciendo pero he observado que eso hacen en las películas cuando alguien tiene fiebre; se volvió a enroscar mientras su cuerpo temblaba como si estuviéramos a tres grados, le tendí una frazada que estaba en su cama y me senté al lado de él en la silla de su escritorio.

"Se llama Shake, no te hará nada." Dijo cuando en un momento de distracción un gato blanco con manchas se subió a mi regazo dándome un buen susto.

"¡Ah! Tiene nombre de onigiri, si tuviera uno le pondría panda o uhm mochi, me gustan los mochis." Akaashi solo río débilmente y se comenzó a quedar dormir otra vez, eso era bueno así se recuperaba más rápido.
"Akaashi me quedaré el tiempo que sea necesario, aquí estoy." Sabía que no me iba a escuchar pues ya estaba más dormido que nada, pero me estaba matando el silencio de la habitación y me hacía sentir aún más nervioso no escucharle.

"Uhm eso está bien por mi." Dijo con la voz rasposa y sacó una de sus manos de la manta y la extendió, buscado la mía.
¿Tengo que tomarla? ¿Tal vez estaba pidiendo su vaso de agua? ¿Estaba llamando a Shake? ¿Comida? ¡Qué tengo que hacer!

"Oh ¿m-mi mano? Aquí tienes..." las palabras se me tropezaron de los nervios y al final tomé su mano, apretó un poco y no me soltó, tampoco yo quería soltarlo, se sentía bien.

Mi mano podía estarse adormeciendo pero eso no importaba ahora, mis movimientos serían demasiado bruscos para Akaashi y se despertaría de nuevo, prefiero quedarme así, viéndole. Al parecer había estado estudiando mucho pues tenía ojeras, y un montón de papeles en su escritorio; el exceso de trabajo podía ser una de las causas de la repentina enfermedad de Kaashi.

"Ya estás mejorando, Kaashi." Toqué su frente nuevamente y se sentía menos caliente y su semblante se veía casi normal. "Puedes seguir tomando mi mano, estaré aquí." Yo, Bokuto Kōtarō logré quedarme quieto y observando, Akaashi era muy bonito, realmente bonito apenas me di cuenta de que sus pestañas eran muy largas y que sus manos eran más largas de lo que se veían pero eran lindas.

"Siento que hayas perdido el entrenamiento." Me sacó de mis pensamientos cuando despertó.

"Nada de eso. Sin ti el As no puede brillar." La cara de Akaashi se puso roja y no de fiebre y estoy seguro que sonrió debajo de la cobija que le tapaba.

How long will you stay? // Bokuaka AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora