Efectos de un titán

Capítulo 8

Hola chicos, finalmente logré terminar otro capítulo. Sin embargo, no es una acción realmente pesada, por lo que los amantes de la acción pueden quedarse dormidos a la mitad. Este también es un poco más nervioso, por lo que a algunos de ustedes tampoco les gustará. De todos modos, siempre me encanta ver reseñas, pensamientos e ideas también son bienvenidos, incluso si no digo nada. (Originalmente no tenía la intención de traer de vuelta a esa niña, pero veremos qué sucede. En general, cuantos más personajes quieras explorar, menos tiempo tienes para cada uno, así que en su mayoría me quedaría con el Reposo. Crew.) Así que, de todos modos, lea, revise, siga y marque como favorito. Si fuera tan amable.

El Jefe se sentó en su cama y abrió suavemente la caja negra, adentro, el holodisco estaba oscuro, en cambio, la imagen de una mujer joven acurrucada en el fondo, con los ojos cerrados e inmóvil.

Cortana no miró hacia arriba cuando la caja se abrió. "Jefe, yo-" Cortana comenzó pero se interrumpió, un pesado silencio se apoderó de ellos. "Lo siento," dijo finalmente, poniendo sus piernas en su pecho.

"¿Cuánto tiempo?" Preguntó, extendió una mano y tomó el chip. Cortana se arrastró hasta su palma junto con ella y la depositó en su mesita de noche.

"Desde antes de que despertaras", dijo en voz baja, sin mirarlo. Se sentó en la mesa y se llevó las rodillas al pecho. "Ha estado empeorando".

"Lo arreglaremos", dijo. Lo decía en serio.

"No hay nada que arreglar, lo sabes tan bien como yo. Estoy envejeciendo". Ella miró hacia arriba con una sonrisa irónica, "pero tienes que admitir que me veo bien para mi edad, ¿eh?"

El Jefe se arrodilló para que su visera estuviera al nivel de ella, su luz azul pálida reflejada en el suave brillo dorado. "Arreglaré esto." No parecía menos seguro de ello. Fue un hecho, por pura fuerza de voluntad.

Cortana suspiró y se rió para sí misma, "¿Puedo elegirlos de qué?" Ella reflexionó. "Nunca se sabe, tal vez este universo tenga algo que ayudar a la IA". Ella no parecía esperanzada.

El Jefe asintió y se puso de pie, recogiendo el chip de Cortana y metiéndolo en su casco.

"Uh, Jefe, ¿está seguro de que es una buena idea?" Preguntó Cortana. "No estoy seguro de cómo se sentirá la tripulación contigo llevando una IA loca en su nave".

"Esta bien." El Jefe abrió su puerta y se dirigió hacia el desorden.

"Te digo que deberíamos espaciarlos", el bajo estruendo de Janeth se filtró por los pasillos que conducían al desorden. "Si lo que dice Mallus es cierto, no hay nada que valga la pena mantener a bordo".

"No puedo decir que no estoy de acuerdo, Capitán", dijo Zo en voz baja, "no está exactamente indefenso, digo que lo dejamos en el puerto espacial más cercano y vamos a defendernos".

"¡Bueno, eso no es muy amable!" Kalia dijo en voz alta: "¡Nos consiguieron el día de pago más grande que jamás hayamos visto! Y recuperamos eso con dejar en alguna roca lo que no consiguió sino un Corsas de segunda generación con iones con fugas". La joven asari cruzó los brazos debajo del pecho. "No está bien, no cómo."

El jefe se metió en el lío y todos los ojos se fijaron en él.

"-Como estaba diciendo", dijo Mallus, parándose en la cabecera de la mesa y levantando la voz para devolver la atención de la tripulación a sí mismo. "No importa si nos deshacemos de ellos. El Consejo, o, al menos, la Alianza, vio el Reposo. Lo que significa que nos perseguirán, todos nosotros. Tan simple como eso. La única opción abierta es ir al suelo ". Miró a todos los miembros de la tripulación por turno, "Así que podemos distanciarnos del super soldado alienígena interdimensional sobrenatural y cuando vengan, porque vendrán, lucharán contra ellos por nuestra cuenta". Le lanzó al Jefe una mirada. "O podemos ayudarnos unos a otros". La tripulación guardó silencio, aunque Janeth hizo una mueca realmente impresionante cuando se cruzó de brazos. "Ahora", comenzó Mallus. "Creo que el Jefe aquí nos debe una explicación".