Lluvia, tormenta y un cielo gris encapotado fue el maravilloso día que tanto esperaba Lucy, los cinco estábamos en un pequeño salón —de las pocas salas donde tenemos permitido estar— escuchando como Susan y Peter jugaban a un extraño juego con un diccionario, yo me hacía trenzas al lado de la pelinegra mientras Lucy miraba por la ventana y Edmund estaba tirado en el suelo mirando los muebles desde abajo y rascaba algo con una piedra.-Gastrovascular- leyó Susan- venga Peter, gastrovascular.
-¿Es latín?- preguntó cansado y asentí.
-Si- afirmó su hermana.
-Es latín y significa el peor juego del mundo- dijo Edmund incorporando su cuerpo.
-Podríamos jugar al escondite- sugirió Lucy.
-Pero si nos lo estamos pasando estupendamente- habló Peter sarcástico.
-Venga Peter, por favor- Lucy jugó con su brazo- por fa...- le hizo una cara de corderito.
-Uno, dos, tres...- comenzó a contar de pronto.
-¿Que?- preguntó Edmund viendo como todos nos levantábamos para jugar.
-Venga- le levanté y comenzamos a correr.Todos corrimos en diferentes direcciones dejé a Susan atrás cuando esta encontró su escondite, me escondí en el cajón de un gran relojero que había en mitad de las escaleras donde al terminar de subir Edmund estaba escondido tras las cortinas y más adelante Lucy se había metido en una habitación. Sentí mi respiración pesada al estar en completo silencio, por un segundo el tiempo se me hizo eterno...
-99, 100- terminó de contar Peter- ¡ya voy!
-¡Tranquilos he vuelto, estoy bien!- gritó Lucy fuera de su escondite.
-Calla, que ya viene- le regañó Edmund.
-No se si habéis entendido cómo va este juego- dijo Peter y salí de donde estaba.
-¿No os habíais preguntado dónde estaba?- preguntó la pequeña.
-De eso se trata- le dijo irónico Edmund.
-¿Eso significa que he ganado?- preguntó Susan subiendo las escaleras.
-Creo que Lucy ya no quiere jugar más- le dijo el rubio.
-Llevo horas por ahí- la confusión de Lucy era hasta hiriente.Nos dijo haber entrado en un bosque en el ropero de una habitación solitaria, era el bosque de un mundo fantasioso con faunos y animales mágicos, no conocía lo suficiente a Lucy como para saber si este comportamiento era normal, nosotros sacamos dicho ropero un poco hacia delante para comprobar tanto por dentro como por fuera si había algo de lo que ella nos contaba.
-¿Eso es normal en ella?- le pregunté a Edmund en un tono bajo.
-No lo se, a veces juega con cosas imaginarias pero nunca había dicho mentiras tan seriamente- me respondió- se habrá vuelto loca.
-Oye lo único de bosque que hay en este ropero es madera- le dijo Susan.
-Dios juegos a la vez no Lu, no todos tenemos tu imaginación- le dijo Peter, todos caminamos hasta la puerta.
-Yo no me he imaginado nada- recriminó la niña.
-Ya basta Lucy- le pidió Susan, me sentí incomoda.
-¡Yo no me inventaría algo así!- dijo a punto de llorar, parecía tan segura.
-Bueno, yo te creo- le dijo Edmund, seguramente no le cree.
-¿De verdad?- preguntó extrañada.
-Si claro ¿no sabes lo del campo de fútbol del armario del baño?- dijo como yo suponía, evité reírme por la expresión de Peter.
-Ah ¿te quieres callar de una vez? Siempre tienes que meter la pata ¿no?- se quejó el mayor.
-Solo era una broma- en ese momento sentí ganas de desaparecer o atravesar la pared y no estar presente.
-¿Cuando vas a crecer un poco? Tienes 13- continuó Peter.
-¡Déjame en paz, te crees papá, pero no lo eres!- le gritó y salió de allí.
-Anda que lo has arreglado- le dio Susan y se fue tras su hermano. Le di una sonrisa compasiva a Peter.
-Pero... de verdad que estaba ahí- insistió con cautela Lucy.
-Susan tiene razón, déjalo ya- con esas duras palabras hacia su hermana, también salió por la puerta.
-Vamos- abracé a Lucy de lado y salimos de la habitación.
-¿Tu me crees?- me preguntó apenada.
-¿Por qué no vamos esta noche y me lo demuestras?- dije sonriente y esta asintió.Fuera verdad o no, quería averiguarlo y así no hacer sentir tan mal a la pequeña Lucy, el resto del tiempo hasta la noche fue un poco seco pero no llegó a incomodo, al fin y al cabo son hermanos y se perdonaron.
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𝐋𝐨𝐬 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐲 𝐥𝐚 𝐝𝐚𝐦𝐚-𝐄𝐝𝐦𝐮𝐧𝐝 𝐏𝐞𝐯𝐞𝐧𝐬𝐢𝐞
FanfictionCuenta la profecía que... cuando cuatro hermanos, dos hijos de Adán y dos hijas de Eva, acompañados de una dama, hija de Eva, de cabellos rojizos... llegaran a Narnia, estarían salvados la maldición del eterno invierno y serían sus reyes: El rey, mo...