𝐋𝐨𝐬 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐲 𝐥𝐚 𝐝𝐚𝐦𝐚-𝐄𝐝𝐦𝐮𝐧𝐝 𝐏𝐞𝐯𝐞𝐧𝐬𝐢𝐞

06

-Pero no entiendo mamá- dijo Eva- si el Rey Edmund era El Justo ¿por qué fue él quien traicionó a sus hermanos?
-Traicionar es una palabra muy seria, el Rey Edmund no fue a la Bruja Blanca queriendo causarle un mal a sus hermanos, Edmund creía que la Bruja tenía razón y que era justo darle lo que quería, él estaba engañado- le expliqué.
-La Bruja Blanca era una mentirosa- se quejó Caspian- es su culpa, por engañarle.
-Exacto, pero si me seguís preguntando os contaré el final- me quejé.
-¡Sigue, sigue!- me pidieron.

...

La mañana siguiente Edmund estaba en el campamento gracias al centauro Oreius, pero él aún estaba con Aslan hablando. Susan, Lucy y yo fuimos hasta Peter esperando a ver que pasaba.

-¡Edmund!- girtó Lucy emocionada al verle, Peter la detuvo.
-Ya viene- les dije al ver como empezaba a bajar de la colina con Aslan.
-Lo hecho, hecho está. No es necesario hablar con él sobre algo ya pasado- nos pidió el león y se fue- Hola- dijo este cabizbajo, Lucy fue a abrazarle.
-¿Estás bien?- dijo ahora Susan abrazándolo.
-Si, un poco cansado- respondió, al pasar por mi lado puse una mano en su hombro como saludo.
-Duerme un poco- dijo Peter, este asintió dirigiéndose a su habitación- y Edmund... intenta no largarte- ambos rieron.

Pasaron un par de horas en las que yo había estado con Borlton un guerrero minotauro que me contaba antiguas historias de guerra en Narnia. Edmund salió de su cuarto tras haber dormido y Lucy me llamó para que fuera a merendar con ellos.

-En Narnia nunca se van a acabar las tostadas- le dijo la pequeña a Ed, que comía deprisa.
-Y habrá previsiones para el viaje de vuelta- habló Peter de pronto.
-¿Volvemos a casa?- preguntó Susan.
-Vosotros- añadió y se sentó con nosotros- le prometí a mamá cuidar de los tres- me miró sin saber que decir- bueno, yo puedo quedarme y ayudarles.
-Yo me pienso quedar aquí- dije antes de que me añadieran.
-Nos necesitan, a nosotros cinco- interrumpió Lucy.
-Lu es muy peligroso, por poco te ahogas y a Edmund casi lo matan- continuó explicándose.
-Por eso debemos quedarnos- dijo el pelinegro- he visto que puede hacer la Bruja Blanca, y he formado parte. No podemos dejar que toda esta gente pague por ello.
-Bueno, pues no se hable más- dijo Susan levantándose.
-¿A dónde vas?- preguntó Peter.
-A practicar- dijo con su arco y flechas.

Todos nos miramos y la seguimos con la misma idea, a Susan le proporcionaron una diana para que practicara, Lucy fue con ella, a Peter, Edmund y a mi nos dieron espadas y unos caballos, el mío era de un castaño fuego casi pelirrojo con un pelo largo en el lomo y llevaba las orejas adornadas con dos pequeños aros dorados, el de Edmund era de un marrón más oscuro de rostro serio, y a Peter le dieron un unicornio blanco que parecía salido de un cuento. Los tres cabalgábamos jugueteando como si fuera una carrera.

-Vamos Eds la espada hacia arriba como Oreius- le dijo Peter cuando dábamos la vuelta.
-Si, venga- este rio y levantó su espada- ¡en garde!
-Protégete- dijo Peter y comenzaron a manejar sus espadas como nos habían enseñado- ¿podremos con una chica?- preguntó para molestarme.
-Pero bueno- dije yendo directa a atacarle con mi espada, él al instante me bloqueó.
-¡Peter! ¡Edmund! ¡Prissy!- el señor castor vino corriendo hacia nosotros y asustó al caballo de Edmund.
-So, caballito- el chico calmó su caballo.
-Me llamo Phillip- el animal le corrigió asustándonos con el hecho de que puede hablar
-Ah, perdona- se disculpó y me miró igual de sorprendido que yo.
-La Bruja quiere reunirse con Aslan- habló el castor- viene hacia aquí.
-Vale, gracias- asintió Peter y dimos media vuelta directos a Aslan.
-¿Qué pasa?- me preguntó Susan.
-La Bruja Blanca viene hacia aquí- le dije bajándome del caballo con cuidado.

En cuanto Peter dio la noticia, Aslan avisó al resto y se pusieron en marcha para organizar cosas a la espera de su llegada, los guerreros se equiparon por si pasaba algo se colocaron dejando un pasillo para ella.