15 años desde la llegada a NarniaLos cinco estábamos ya en nuestros caballos, armados y preparados para nuestra carrera y más tarde iríamos a cazar.
-¿Lista Aurora?- le pregunté a mi caballo.
-Lista- dijo restregando su casco con el suelo.
-Uno- comenzó a contar Peter- dos... ¡tres!El segundo antes de que dijera el tercer número Edmund, tan tramposo como siempre, ya había comenzado a cabalgar, los cuatro le seguimos tratando de alcanzarle. A lo largo del bosque Peter acabó el primero, luego Susan, yo, Edmund y por última iba Lucy, al girar la cabeza un momento me percaté de que Edmund ya no estaba.
-Esperad falta Edmund- les dije y todos pararon.
-Se ha quedado atrás- dijo Susan y dimos la vuelta hasta encontrarle- venga Eds.
-Estoy cogiendo aire- dijo acariciando a su caballo.
-A este paso es lo único que cogeremos- se quejó la mayor.
-¿Qué es lo que dijo, Susan?- se añadió Lucy a la burla.
-Vosotros esperad en el castillo y yo iré a por el ciervo- dijo Susan y reímos por la mala imitación.
-Bueno ¿seguimos o no?- dije yo preparada para continuar, miré a mi marido.
-¿Que es eso?- preguntó Peter de pronto mirando al frente- me resulta familiar.
-¿El qué?- dijo Edmund, los cinco nos bajamos de los caballos y nos paramos a mirar a una especie de farola cubierta de enredaderas.
-Parece un sueño de un sueño- dijo Lucy dando un paso más cerca- habitación de invitados- susurró y corrió en la dirección que marcaba la farola.
-Lucy- la llamó Peter.
-Otra vez no- pensó Susan cuando todos la seguíamos sin entender nada.
-¡Lu!- repitió el mayor alcanzándola.
-Vamos- dijo está y nos metimos en una zona estrecha entre unos altos arbustos y árboles de pino.
-Esto no son ramas- se quejó Peter apartando todo lo que se le acercaba en el estrecho espacio.
-Son abrigos- susurró Susan y el espacio se hizo mucho más pequeño.
-¡Ah! Susan me estás pisando- se quejó Edmund.
-¿Me estás empujando tu?- le pregunté yo a él.
-¡Quita Peter!- se quejó Lucy.
-Me haces daño- regañó Susan y sentí el codo de alguien dándome.
-¡Ay, paren de empujar!- me quejé de nuevo.
-Yo no soy- repitió Edmund.
-Yo primero- dijo Lucy cuando Peter empujó algo.La oscuridad se volvió claridad y todos caímos directos al suelo perdiendo la fuerza en los brazos. Me quité el pelo de la cara y miré a mi al rededor, los cuatro hermanos volvían a ser niños, con la misma apariencia que el día que los conocí, me quedé sentada en el suelo viendo las puertas del armario. Había olvidado por completo mi vida en este mundo, nos escondimos en el armario con 10, 13 y 15 años, pero nos quedamos allí 15 años viviendo una vida totalmente distinta. Crucé miradas con Edmund que de nuevo tenía cara de niño travieso, este retiró su mirada con timidez.
-Oh, estáis aquí- el profesor Kirke entró en la habitación- ¿Qué hacíais todos metidos en el armario?
-Si se lo contáramos no nos creería- dijo Peter y el señor le lanzó la pelota que yo había estrellado contra la ventana.
-Probad a ver- nos miró y reímos.
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𝐋𝐨𝐬 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐲 𝐥𝐚 𝐝𝐚𝐦𝐚-𝐄𝐝𝐦𝐮𝐧𝐝 𝐏𝐞𝐯𝐞𝐧𝐬𝐢𝐞
FanfictionCuenta la profecía que... cuando cuatro hermanos, dos hijos de Adán y dos hijas de Eva, acompañados de una dama, hija de Eva, de cabellos rojizos... llegaran a Narnia, estarían salvados la maldición del eterno invierno y serían sus reyes: El rey, mo...