Cuando tu madre muestra favoritismo en tu hermana y tu padre solo te aconseja "Para bien" seguir el ejemplo de ella, así lo sintió sakura casi toda su vida, después de no haber podido entrar a la primera a su universidad soñada muchas cosas podrían...
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Sakura había llegado a Konoha por al fin, pero no pensó en llegar primero a su casa, tenía pensado en llegar a los dormitorios de la universidad, ese era su plan inicial hasta que noto a su padre esperándola en el aeropuerto, este la abrazo y saludo, parecía un poco contento con el regreso de su hija.
—¿Cómo fue el viaje? —Inquirió el mayor ofreciéndose a llevar una de sus maletas
—Bastante tranquilo, cuando estábamos en el aire pude jugar un poco en mi portátil, logré vencer a algunos inútiles en el juego —Habló orgullosa de sí misma.
—Pensé que con los años ibas a superar esa etapa, primero fue que querías estudiar algo de eso, luego la música y...
—La música es mi arte desde que era una niña, es mi pasión y estoy comprometida a ello, los videojuegos son mi pase a la tranquilidad, en el que soy tan buena en esto como en la música —Dijo.
—Creo que nunca debí decirte que siguieras los pasos de tu hermana cuando eran solo unas niñas, cuando no entraste a esa universidad tu madre y yo pensamos que mandarte a otro país haría que cambiaras un poco —Sakura lo miro, no había cambiado en nada.
—¿Karin puede dedicarse a la música e ir a fiestas cada cuando le viene en gana, pero yo no puedo dedicarme a ello porque mi hermana también lo hace? No le quitare protagónico ahora que estemos en la misma universidad, Karin entro a la primera y yo no, eso lo entiendo, el que desde pequeñas nos hicieran hacer todo juntas no era necesario —Dijo molesta.
—Vamos a casa, no hablaremos de esto, tu madre y hermana nos están esperando —Sakura solo asintió.
El camino en el auto desde el aeropuerto a la casa iba bastante silencioso, Sakura tenía ganas de jugar en su teléfono, pero prefería ahorrarse los comentarios de su padre. Cuando por fin llegaron a la casa bajaron las maletas con cuidado y entraron, fue una sorpresa para sakura el ver un cartel de bienvenida colgado en la sala de estar, eso la sorprendió demasiado.
—¡Bienvenida mi pequeña niña! —Su madre le dio un abrazo que la tomo por sorpresa, ya no era una niña.
—Hola, mamá —Contestó viendo los alrededores de la casa, habían cambiado algunas cosas.
Como por ejemplo la pared de premios, estaban los diplomas de sus padres, los suyos de cuando se graduó de primaria y secundaria, de igual forma los de su hermana, pero lo que más resaltaba eran las imágenes de su hermana con un vestido de gala, algunas frente al micrófono, otras frente al piano, habían algunas que parecían ser de concursos que había ganado en la universidad, Karin de verdad se dedicó tanto como ella a la música, no le molestaba para nada, lo que sí le molestaba era como sus padres la ponían en un pedestal siendo mellizas, desde la escuela siempre fue Karin la favorita, incluso para las amistades.
—Tu hermana ha sido la mejor estos últimos años en la universidad, no pudo recibirte ya que mañana comienzan las clases de tercer año y hay un evento en el que la quieren —Su madre sonó orgullosa.
