La transformación de Raptor

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Sparta había sido transformado recientemente y veía como su novio arreglaba algunas cosas para volver a la mansión.

– Sé cómo se transformaron algunos y fue horrible. – dijo el menor. – pienso que tuve suerte de ser transformado por ti.

– No sabes lo suertudo que eres...

– ¿Cómo te transformaste tú, Raptorcito?

– Uff⁓ ese es un tema delicado, bebo. Sabes que tuve una infancia difícil, todos lo saben... – suspiró.

– E-espera... no me digas que ella...

– Era una hombre loba.

– Mierda. Lo siento. – le abrazó por la espalda.

– Ya no le doy importancia.

    

FLASHBACK
     

– Hijo, compórtate mientras no estamos.

– Claro – forzó una sonrisa y palideció al sentir una mano en su hombro.

– Yo lo cuidaré bien, señora.

– Vale, adiós. – se subió al auto y se marchó al trabajo.

– ... – entró a la casa, ignorando la mano en su hombro que más fuerte se había vuelto.

– Ve a lavar los platos. – la mujer sacó su celular y se puso a chatear en un sillón.

– Ok – no quedaba de otra.

Rabbito era muy pequeño y Cache estaba en la escuela. Cuando terminó sintió llorar a su hermano, fue a ver qué pasaba.

– ¿Por qué llora este pendejo? – llegó cabreada.

– Pues... debe tener hambre. – se encogió de hombros. 

– Hazle un biberón o algo rápido. 

– Debo hacer una tarea, ¿no puedes hacerlo tú por esta vez? – una bofetada lo dejó helado. – ... ya voy... – partió a la cocina. Comenzó a buscar un tarrito de comida de bebé. Miró el calendario mientras esperaba a que estuviera lista. – hoy es luna llena. 

– Sí. Que linda es la luna, ¿no? – estaba apoyada en el marco de la puerta.

– Eeh, sí. – no la había visto.

– Brilla más que nada...

– En realidad no- – una mirada destinada a matar lo silenció. – s-sí, jeje⁓ brilla... – cuando iba a vaciar el puré en un pocillo pasó a votar un poco al suelo. – ups. 

– ¡Que estúpido!

– ... – ignoró eso y terminó de vaciarlo bien. 

– ¿Qué haces?

– Voy a darle su comida, ¿algún problema?

– Cuidado con cómo me hablas. Y sí, sí hay, no has limpiado el suelo.

– Iré a darle esto primero. – siguió caminando pero otra bofetada le sorprendió. Derramó unas lágrimas. – ¡mi hermano sigue llorando! déjame ir que no tardo.

– Limpia primero.

– ¿¡Qué problema tienes con que vaya a alimentarlo primero?! ¡el piso es de cerámica no le hará daño un poco de compota de manzana derramada! limpiaré apenas termine.

– Hoy andas muy desobediente. – le pegó un tirón del brazo.

– Suéltame – le desesperaba el llanto de Rabbito. – ... ¡suéltame! le diré todo a mamá.

– Sabes que no puedes. Le harías un problema enorme ya que necesita trabajar y tú y tu hermano serían un estorbo ya que no puede cuidarlos en el trabajo. 

– ... – era cierto. – pero ya déjame. – se zafó. Siguió caminando hasta la habitación del menor. Pero una sensación de inferioridad le hizo voltear. – ¿pero qué...?

– Ups, revelé mi secreto. – sus ojos brillaban y su cola gris se movía con impaciencia.

– ¿¡Qué está pasando?! – retrocedió con miedo al ver sus colmillos.

– Pasa que me cabreaste. Ya llevo muchos meses siendo tu niñera. – se acercó. – te daré la fuerza para cuidarte solo.

– ¡N-no! ¿¡Qué estás...?! – en menos de un segundo había sido mordido. Sintió un gran dolor antes de caer inconsciente.

   

FIN FLASHBACK

    
– ¿Y cómo se dieron cuenta de que te habías convertido en lobo?

– Conté todo, y... nadie me creía de que era una hombre lobo aun con la mordida en mi cuello. Al ver como la cola y mis orejas salían sin mi consentimiento no les quedó duda.

– Definitivamente... tengo suerte. – suspiró y le abrazó más fuerte.

– Sí... – se volteó y le plantó un beso. – pero estoy feliz, porque podré estar con el hombre que amo y a la vez tener un hijo biológico.

– En las cosas que piensas. – rio.

Lo que no se contó de "Entre vampiros..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora