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—Por fin un poco de privacidad—dijo con felicidad el peliblanco mientras se recostaba en el sillón del departamento de Yuu.
Fukushima apoyó sus cosas en la mesa y se acercó a Gojo, haciéndole una seña para que bajara sus pies del sillón y siguió hablando por su celular.
—La próxima vez sácate las zapatillas—lo regañó el mayor una vez cortó la llamada y comenzaba a buscar algo entre sus pertenencias—Y cuando veas a Megumi dale esto por mi—dijo Yuu mientras le daba una pequeña tarjeta a Gojo.
—¿Que es?
—Bueno, él parecía bastante interesado en el hotel, así que eso es un pase para que pueda ver la inauguración—explicó el hombre sonriendo levemente. Aunque ni siquiera a él le hacía ilusión el proyecto y sentía que perdía su tiempo, le parecía tierno que un joven como Fushiguro esté interesado en ese tipo de cosas.
—¿Ya tiene fecha?—preguntó sorprendido Satoru, no había pasado casi nada de tiempo desde que se enteró.
—Claro, después de todo yo me encargué—contestó como si fuera obvio mientras se sentaba al lado del peliblanco.—La inauguración es el 31 de octubre, tú no estás invitado—habló en un tono burlón. Por alguna razón, últimamente se sentía mucho más cómodo con Gojo y podía permitirse hacer más bromas de lo normal.
—No falta mucho...
—Sí, el tiempo pasó tan rápido—reflexionó Yuu mientras cerraba sus ojos por el cansancio. Pensar que se habían conocido en junio lo desconcertaba, en ningún momento de su vida imaginaba que iba a terminar metido en algo así.—Hace mucho tiempo, cuando apenas nos conocimos para ser exactos—comenzó a hablar el pelirrojo.—Dije que nada de esto me importaba, que no quería arriesgarme por personas que no conocía y cosas por el estilo—dijo en un tono vago mientras Satoru lo miraba con impaciencia.
—¿Así que ahora quieres ser un chaman?—preguntó emocionado el peliblanco.
—No me interrumpas. Y no, no quiero serlo, todavía pienso lo mismo que antes—contestó su pregunta con irritación.—Pero ahora no puedo dejar de pensar que estoy destinado a esto, hasta mi propia familia pertenecía a un clan—dijo ahora en un tono más bajo, nunca iba a sentirse cómodo hablando sobre ellos.
—Ahora que lo pienso, si tú madre nunca te hubiera sacado de allí pudimos habernos conocido desde pequeños—acotó Gojo felizmente, a comparación de Yuu que parecía estar más serio luego de sus palabras.
—Yo en lo único que puedo pensar es en que tipo de persona me hubiera convertido, alguien mucho peor que ahora seguramente—dijo riendo con pesadez.
