Never Again

Esperanza

Six estaba llorando en el suelo, mientras veía la puerta por dónde aquel monstruo se había llevado a su amigo Mono...

- Por qué me pasa esto a mi?? Por qué no puedo hacer nada bien??- poco a poco empezó a culparse de todo lo sucedido, si hubiera tenido la suficiente fuerza hubiera salvado a Mono o si alguna loca idea hubiera pasado por su mente ella lo hubiera hecho con tal de salvar a Mono.

- Te lo he dicho eres una inútil... Todos a tu alrededor terminar muriendo por tu culpa- no pudo evitar levantar la vista encontrándose con alguien quien no quería ver en estos momentos.

Rainy...

Bufo por la bajo Six, su aparición no era casualidad, en momentos en cuáles ella se quebraba por completo, cuando tocaba fondo y sentía que ya no quedaba nada por hacer, ella venía a torturarla.

- Que demonios quieres?? Largo de aquí!!!- grito totalmente llena de furia, lo que menos necesitaba ahora era remarcar como fue que falló estrepitosamente al intentar rescatar a su amigó.

- Ya sabes porque estoy aquí... Es una lastima no es así? El niño parecía ser bueno, era bastante hábil, astuto, fuerte y leal. Que pena que haya acabado así... Aunque siempre termina así, los que quieres siempre terminan muriendo- dijo en un tono burlón y sarcástico, logrando enfadar a Six y haciendo que está en un ataque de ira se arrojará hacia ella, pero paso de largo, Rainy no estaba allí, solo era producto de la imaginación de Six, la representación de la culpa. La cual venía a castigarla siempre que tuviera la oportunidad.

- Eres más tonta de lo que pensaba Six jajaja- no paraba de burlarse de la pobre niña la cual se estaba levantando poco a poco del suelo, de verdad estaba pasando un mal rato. Dos de las personas que le importaban habían sufrido por su culpa.

- Déjame en paz... Por favor... Estás muerta y es mi culpa lo sé... No necesito que me lo recuerdes todos los días de mi vida, le jure que no volvería a ocurrir, que no le volvería a fallar a alguien que me importará pero... pero... No pude salvarlo... Termino igual que tú, a pesar de todo lo que hicimos para sobrevivir juntos, después de esforzarnos tanto... porque tuvo que ser el??... Porque no fui yo...- Six se dejó caer sobre sus rodillas y empezó a pegarse de cabezasos en suelo mientras soltaba un desgarrador grito, un grito lleno de dolor, irá y frustración.
Rainy solo miraba en silencio a la niña del impermeable amarillo, lentamente se acercó y le tocó el hombro en señal para que se detuviera. Six se dió vuelta lentamente, su frente tenía un corte pequeño por el cual salía bastante sangre, tiñendo todo su rostro de color rojo, mientras que lágrimas no paraban de salir de sus ojos color rojo.

- Es suficiente... Mírate, que ganas haciendo esto?? Solo pretendes llorar y lastimarte cada vez que algo así pase?? Hasta cuándo seguirás así?? Cuando podrás perdonarte a ti misma?? - pregunto Rainy con una voz totalmente calmada, la actitud arrogante y burlona de esa versión imaginaria de Rainy había desaparecido por completo. Inconscientemente Six empezaba a dejar de torturarse a si misma por no lograr salvar a sus seres queridos.
- Ese niño se preocupa por ti, te protegió en todo momento y sacrificó su vida por ti... He he he el pobre tonto de verdad te quiere mucho, ahora déjame preguntarte qué harás ahora, seguirás culpandote una y otra vez?? o te levantaras y irás a tratar de rescatarlo??- poco a poco ella empezó a desaparecer lentamente mientras que Six se levantó de golpe, limpio su rostro lleno de sangre y la miro bastante seria, incluso parecía que los ojos de Six largaban fuego.

- Ya estoy harta... Harta de sufrir... Harta de huir... Harta de ver cómo este asqueroso mundo de mierda me arrebata a las personas que me importan!!! Voy a ir por el!!!- grito totalmente llena de determinación mezclada con ira, Rainy sonrió levemente mientras desapareció de la vista de Six. Finalmente después de tanto sufrimiento, se perdonó así misma, ya dejaría de compadecerse por cosas que ya pasaron, debía usar esos recuerdos como combustible, para avivar las llamas de su alma y continuar para jamás volver a dejar que eso pasara.