Never Again

Olvido

El terror y la desesperación se podían notar en su cara mientras Mono caía a su perdición, mientras esté miraba hacia ese destello amarillo del impermeable de su compañera Six y perdiéndose en la inmensa oscuridad hasta no volver a verlo. A pesar de ir cayéndose hacia una muerte segura este no podía pensar en otras palabras que fueran "porque", resignado por todo lo que habían pasado juntos Mono cerro los ojos y espero su inminente fin.

Pero, jamás llegó...

Luego de la interminable caída Mono había despertado confundido y adolorido, todo a su alrededor era un espacio turbio y retorcido para la mente de cualquier persona normal.
Una enorme masa de carne y ojos acechaban al pequeño, sin más opciones que tomar el solo empezó a caminar hacia adelante con la esperanza de encontrar alguna salida de ese horrible lugar. Paso minutos caminando y no había encontrado nada todo era lo mismo la masa amorfa de carne moviéndose lentamente bajo sus pies, esa sensación le producía un temor e incomodidad de la que no podía deshacerse, tras mucho tiempo vagando por la masa de carne había encontrado algo... Pero no era exactamente la salida que el esperaba.

En el centro se encontraba todo ese ser, imitando una pequeña montaña y en su cima una silla la cual iluminaba solo esa parte. Mono no confiaba para nada en eso, sus instintos le decían que no se dejará engañar, eso era una trampa. Siguiendo su instinto se alejo de ahí pasando de largo ese "trono", pero se llevó una gran sorpresa de que había vuelto al mismo lugar. Los ojos lo miraban espectante sin alejar su vista de el, no debía caer en su truco, no se dejaría engañar por la Torre de señales. Rápidamente se dió vuelta y salió corriendo, pero todo era lo mismo, volvía al mismo lugar una y otra vez. Poco a poco Mono estaba empezando a perder su paciencia, pero por más que lo intentaba la torre lo hacía volver al mismo lugar, sus opciones se habían agotado totalmente, no sabía que hacer estaba a merced de torre.
Agotado y vencido Mono no tuvo más opciones que sentarse en esa silla.

Al estar en ella los miles de ojos se posaron en el, el espacio se empezaba a cerrar sobre él, con la intención de aplastarlo y un ruido de estática sonaba por todo el lugar, lastimando los oídos del pobre niño obligándolo a taparse con sus manos para tratar de acallar el ruido sin éxito alguno. Justo antes de aplastar a Mono la masa de carne y ojos había desaparecido por completo, dejando al niño solo en la inmensidad de la nada, en completo silencio y oscuridad. Miro hacia ambos lados tratando de encontrar algo pero no había nada, derrotado se dejó caer sobre la enorme silla, mientras pequeñas lágrimas empezaban a caer por sus mejillas.

-Porque?? Después de todo lo que hemos pasado juntos??... Porque lo hiciste Six? Que he hecho mal?... Solo quería protegernos y buscar un lugar seguro... Quería ser tu héroe, que cosa tan mala he hecho para terminar así?- se preguntaba Mono mientras las lágrimas caían de sus ojos negros como la noche, todo el esfuerzo y sacrificio que había hecho por salvarla no había servido de nada... Todo lo que consiguió fue dolor, desesperación y tristeza.

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Mono no sabía exactamente cuánto tiempo había pasado, la soledad lo estaba matando, había pasado días llorando y pidiendo ayuda, la cual jamás llegó, sus ojos no podían sacar más lágrimas y su garganta estaba muy lastimada de tanto gritar por si alguien podría escucharlo y venir a salvarlo. Lentamente Mono empezaba a perder la fe de que alguien viniera por el, una imagen paso rápidamente por su mente, una niña con un impermeable amarillo a la que podrías ver a lo lejos debido a su color tan llamativo. El solo pudo susurrar ese nombre con mucho dolor y tristeza en su voz...

-Six...

La torre quería romper la voluntad y el espíritu del pequeño para utilizarlo a su favor para poder seguir expandiendo la transmisión a más lugares y así volviendo al mundo en un lugar totalmente corrompido dónde el miedo y la desesperación abarcaran cada rincón del mundo. Pero para ello necesitarían al pequeño, necesitarían manejar a su "huésped" de forma para que la torre siga en funcionamiento y siga creando pesadillas a diestra y siniestra.