Adrián hizo una mueca ante el amargo sabor de su café frío. El café instantáneo estaba más bueno cuando ardía tanto que le quemaba las papilas gustativas, tanto que no pudiese saborear esa horrenda bebida. De su hombro colgaba una cartera que, aunque iba prácticamente vacía, precibía eso tan pesado que se escondía en su interior: el diario de Marinette.
De ninguna manera era, físicamente, lo más pesado que llevaba; lo era su portátil, pero sentía que el diario lo arrastraba a las entrañas del abismo. Llegados a este punto, se había vuelto extremadamente dependiente.
Se dirigió a la biblioteca a un ritmo tranquilo. Le gustaba estar allí; en silencio, perdiéndose en las novelas que solía leer. Posiblemente, porque Marinette no existía en esos universos. No podía estar muerta si no era real.
O podía ser porque él tampoco existía en esos universos.
Adrián quería ser escritor, pero sabía que nunca podría escribir lo que sentía. Se conformaba con ser bibliotecario. Quería ser el guardián de las historias y los cuentos.
Volvió a dejar el libro que acababa de leer en la estantería, y dijo adiós con la mano a la bibliotecaria, que estaba detrás del mostrador de la entrada.
Adrián no pidió ningún libro esa semana. Ya tenía mucho que leer en su casa, y todo ello tenía que ver con Marinette.
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Always, Marinette (traducción al español castellano) - Por siempre, Marinette
FanfictionEl diario de una chica muerta deja a un chico hecho añicos. Historia original (en inglés: Always, Marinette) de la autora @evertea. Traducción autorizada por la autora.