Always, Marinette (traducción al español castellano) - Por siempre, Marinette

Primera carta

Querida mamá, querido papá,

No estoy segura de cómo quiero empezar esto. He intentado escribir esta carta un millón de veces y sé que va a ser la más difícil de todas.

Está bien que lloréis cuando me haya ido, pero no estéis tristes para siempre. Os echo mucho de menos y sé que vosotros también a mi. Y sé que me queréis, a pesar de todo.

Os quiero, y quiero que lo sepáis, y que lo siento mucho.

Fui feliz. Me disteis una infancia maravillosa, repleta de momentos preciosos; me gusta recordarlos cuando tengo días malos.

Siento mucho que hayáis tenido que verme en mis últimos momentos. Los doctores ya dijeron cómo acabaría todo esto. Necesitaré tubos para todo y pronto ni siquiera seré capaz de respirar por mí misma. Siento que tengáis que verme así.

No os culpo, así que tampoco lo hagáis vosotros. No había nada que pudiésemos hacer, y esto es lo que tenía que ocurrir.

Voy a dar lo mejor de mi para amar lo que he vivido, el tiempo que he vivido. Voy a dar todo de mi para vivir más de lo que los médicos esperan.

Estoy muy agradecida de haberos tenido a vosotros. Me disteis una vida digna de ser vivida.

No os pongáis tristes cuando no esté. Siempre estaré con vosotros y no quiero pensar que vais a estar tristes por mi. ¡Quiero que seáis felices y que viváis una vida larga y plena! Así que, cuando me vaya, ¡cuidad el uno del otro y deciros cada día cuánto os queréis! Os estaré mirando desde las estrellas... ¡Será mejor que lo hagáis!

Y si alguna vez lo dudáis, si alguna vez necesitáis un recordatorio, respirad profundamente y escuchad el latido de vuestro corazón: estaré ahí. Encontradme en los momentos de felicidad y en las risas compartidas. Encontradme en los momentos tristes y en los abrazos llorosos de la gente.

Comed los pasteles más dulces del mundo, quedaros despiertos hasta tarde solo para pasar tiempo juntos, y reíd tan fuerte que se os salten las lágrimas. Quiero que sigáis viviendo. Aunque esté muerta, vosotros no tenéis que estarlo. Yo me estoy apagando, pero vosotros no; nunca olvidéis eso.

Tenéis que seguir viviendo. Tenéis que vivir por mi.

Podría decir muchas más cosas, pero no hay suficiente papel en el mundo para recoger todo lo que escribiría. Acabaré con una frase alegre para que no os quedéis con mal sabor de boca al acabar esta carta.

Os quiero. Nunca podría expresar cuánto. Os quiero muchísimo.

Por siempre,

Marinette.

P.D. Mirad cómo están Adrián y Alya de vez en cuando. Me preocupa qué les pasará cuando ya no esté.