11 || Nunca

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Cuando Adrián se levantó, se sentía mejor. Era un sentimiento extraño; pensaba que nunca más sería capaz de sentirse así. Se pasó los dedos entre sus mechones rubios, peinándose hacia atrás, y se frotó los ojos. No se molestó en cambiarse de ropa, y se dejó puesta la misma que había llevado el día anterior. Era un caos; él lo era. Desde la muerte de Marinette, Adrián sentía que se estaba rompiendo en mil pedazos.

Hojeó el diario, arrugado, y eligió una página al azar.

Querida Ladybug,

Me siento débil todo el rato. Ya no tengo control sobre mi cuerpo. He suplicado que esto sea solo una pesadilla. He rezado por poderme levantar.

No ha servido de nada.

Por siempre,

Marinette

Adrián notó la escritura temblorosa de la chica. Todavía podía leer su preciosa caligrafía, pero ya no era la misma de antes. Volvió a pasar las páginas del libro hasta regresar al punto donde se había quedado. Puede que tuviese que leerlo en el orden en que ella lo había preparado. Pasó a la página siguiente y se encontró con un pequeño sobre pegado. Lo desenganchó cuidadosamente y lo giró para mirar el reverso, en que Marinette había escrito.

Querido Adrián,

Si estás leyendo esto significa que he muerto.

Sé que esto debe ser abrumador para ti, y puede que algo triste, pero te quiero dar las gracias.

Tengo que pedirte un favor. Cuando muera y tengas este diario en tus manos, quiero que entregues las cartas que he escrito. Son justo como esta, pegadas a la página y con una pequeña nota para ti.

Esta es una de varias. Siento estarte poniendo en una situación tan delicada.

Esta carta es para mis padres. Cuando tengas tiempo, ¿podrías dársela de mi parte?

Por siempre,

Marinette

P.D. Gracias.

Enseguida, Adrián se guardó la carta y se marchó de su casa, vestido de chándal, para ir a la panadería de los Dupain-Cheng; a la que no había ido desde el día del velatorio.

Always, Marinette (traducción al español castellano) - Por siempre, MarinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora