Uriel

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                            Uriel

El ángel se cuestionaba cuanto mas duraría aquello, miles de años en aquel lugar , lleno de personas incrédulas, protegiéndolos de aquello que no veían, cuidándolos y guiándolos entre las tinieblas para ni siquiera recibir el menor agradecimiento, los seres humanos eran criaturas extrañas , ni siquiera creían en quien los hizo, desconfiaban de todo y de todos, albergaban resentimiento dentro de su corazón, odio en sus entrañas, ira en su cuerpo, y amaban condicionando el amor a solamente si era reciproco, el dolor los embargaba y cuando lo hacia solían mirar hacia el cielo y entonces como por arte de magia aparecía el Dios ese que los creo y lo culpaban de todas sus desgracias, de las enfermedades, de sus tristezas incluso de la misma muerte, pero cuando surgían cosas positivas en sus vidas se atribuían todo el honor y la gloria a ellos mismos, a sus esfuerzos, y a ser autosuficientes, y aun así el creador, el todopoderoso les seguía amando, confiando en ellos.

Algún día el amor menguara, algún día el sentimiento infinito que les profesaba enviándolos a ellos, a sus ángeles hechos para adorarle se terminaría, algún el, el creador abriría los ojos y comprendería que los seres humanos son solo una raza de criaturas mal agradecidas, inmerecedoras de tanto amor.

Miraba con detenimiento  la escena sabia que lo seguían, que deseaban capturarlo para matarle igual que a los demás, mas no se la pondría fácil, sus ojos dorados como el sol resplandecía dentro de aquel lugar obscuro, no sentía miedo, los ángeles no tenían ese tipo de sentimiento, sentía una especie de necesidad de que aquello terminara, desenvaino su espada la cual era una especie de llama de fuego en color azul, sobre su pecho y cuerpo una armadura dorada que resplandecía , imploro hacia el cielo entregando su espíritu a las oraciones de los ángeles muertos, profesando una vez mas su amor hacia el creador de todas las cosas y se encomendó en una lengua muy difícil de entender.

-sea lo que has deseado amantísimo señor!!!!!

Dicho esto abrió las puertas mientras sentía como aparecía de nuevo en aquel lugar detrás de los que antes le perseguían.

Sus alas se expandieron, blancas , enormes. sobre su cabeza una corona con unas pequeñas alas a los lados, volaba detrás de un grupo de demonios y cuando estos se dieron cuenta que estaban siendo perseguidos por el ángel al cual buscaban se voltearon a atacarle, el ángel tomo su espada fuertemente entre sus manos mientras esta danzaba por las llamas azules , se escucho un estruendo fuerte, al chocar la espada con otra espada echa en fuego también en un color rojo intenso, los demás demonios se arremolinaron a contemplar la pelea pero las cosas se pusieron difíciles al descubrir que aquel ángel con tan  solo un  movimiento corto la cabeza del demonio con el que luchaba.

Los gritos de rabia inundaron el aire, todos los demonios se abalanzaron sobre el ángel quien al verse rodeado no sabia a quien atacar, sabia que no saldría bien librado de aquella pelea a menos que recibiese ayuda divina, y como caída del cielo (literalmente) varios ángeles guerreros se hicieron presentes,

-solo uno de ustedes peleara con este ángel!!!!!!- grito una voz fuerte  , esta era de un ángel con armadura negra como el ónix, su corona tenia laureles, y su espada era negra con rubíes rojos, sus alas eran rojas como la sangre y   tenia cuatro en su espalda.

-tu no eres nadie para darnos ordenes!!!!!!!!!!- exclamo uno de los demonios, este llevaba una armadura escarlata y una espada gris

-osas desafiar una orden de nuestro creador!!!!!! Tu insolencia te ha causado la muerte!!!!!!!- diciendo esto el ángel de armadura negra elevo su espada hacia las alturas y de esta broto un rayo convirtiendo en cenizas en el acto al demonio que había osado negarse a obedecer.

-alguno mas de ustedes desea pasar por lo mismo? –cuestiono el ángel, pero todos los demonios permanecieron en silencio absoluto.

Los demás demonios fueron destruidos por el ángel de la armadura dorada y su espada de fuego, los demás ángeles vitoreaban la hazaña .

-dejen la algarabía , esto aun no ha terminado, debemos rescatar a la pequeña. –sentencio el ángel de negra armadura,

-ella sabrá lo que debe hacer en su momento- dijo el ángel de la armadura dorada.

-cual es tu nombre? Pregunto el jefe de ángeles que habían aparecido

-mi nombre es Misael!!! Yo soy el encargado de proteger a la pequeña.

El ángel lo miro un momento diciendo

-mi nombre es Uriel!!!!! Soy el comandante de armas de los caballeros de la armadura negra.

Misael se dio cuenta en ese momento que todos llevaban el mismo tipo de armadura, entonces agradeció a Uriel el que hubiese aparecido a socorrerle en aquel momento.

-salva a la pequeña!!!! Para eso estas aquí, no deben hacerle ningún daño de lo demás nos encargaremos nosotros.

Diciendo eso Misael miro como desaparecían entre las nubes aquel centenar de ángeles ……

Entre el bien y el mal ( Malaquiel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora