Entre el bien y el mal ( Malaquiel)

Deseo

Malaquiel permaneció esa noche en cada de Natalie ,nada acontecía sin que él lo supiese y los demonios a su cargo no harían nada hasta que le no llegase, estaban preparando la cena cuando se levantó, miro el lugar en el que se encontraba la cama pequeña en la que cabría un humano cómodamente a él le resultaba un poco inestable ya que se movía a cada movimiento suyo, las paredes en un color amarillento eran en madera y el olor a humedad se le metía por las fosas nasales, un pequeño marco con una foto de un niña estaba colocado en una pequeña mesita a un lado de la cama, tomo la foto en sus manos y la contemplo un rato, supuso que debía ser Natalie cuando pequeña ya que la niña tenía los ojos verdosos y el pelo castaño, se veía feliz ,  llevaba un traje crema con unas rosas rosadas, y un sombrero .

Cuando salió de la habitación se dio cuenta que la casa era pequeña ,más de lo que se veía, justo cuando cerraba la puerta se percató que alguien lo observaba, era Natalie que salía de su habitación, esta esbozo una sonrisa juguetona al verlo , y Malaquiel sintió muchas cosas, le gustaba cuando ella sonreía, pero él no podía darse el lujo de enamorarse de una joven humana, no Satanás le había inculcado en lo más profundo de su ser que solo los débiles terminaban enloquecidos por ellas, que las demonios eran mejores amantes, que les fascinaba el sexo, que eran lujuriosas en su máxima expresión ,que las humanas solo creían en el amor, que eran débiles, y que ninguna humana era capaz de complacer a un demonio totalmente.

-vamos a comer? –pregunto Natalie con una sonrisa

-sí, debo confesar que tengo mucha hambre.

Se acercaron a la mesa en la cual estaba colocada la cena y tomaron algo de lo que allí había, un poco de sopa y pan , Malaquiel esquivaba como podía las preguntas de los padres de Natalie, no deseaba hablar de quien era, o de dónde venían, sabia al fin de cuentas que nadie le creería nada. Se terminó la cena y se disculpó pues necesitaba terminar de reponerse para salir de allí cuanto antes, los demonios no eran muy sociables.

Natalie no podía sacarse la mirada de Malaquiel de la mente aquellos ojos violetas que la miraban como si quisieran desnudarla, se sentía atraída por él aunque él no había demostrado nada hacia ella ,aquello la desconcertaba ,deseaba tocarlo, sentir el roce de sus manos grandes, pero el parecía ignorarla. No podía dormir así que decidió salir a tomar aire fresco, una vez en el pequeño jardín de la casa camino hasta llegar a un claro desde se podía observar la luna brillante y blanca, de pronto escucho pasos y se sintió asustada,

-quien anda ahí- pregunto mientras tomaba un pequeño palo que había encontrado a su lado

-soy yo Malaquiel!!!!! –exclamo el demonio

-ah!!! Tú tampoco puedes dormir?

-no, no es que no puedo dormir ,es que ya descanse demasiado por hoy.

Se acero hasta donde él se encontraba y descubrió que llevaba solamente los pantalones,  su pecho marcado ,musculoso, en el una cicatriz que lo cubría de un lado a otro como si hubiese recibido un corte con un cuchillo, pero aun así se veía totalmente sensual, su cabellera negra cayendo más abajo de sus hombros, y aquellos labios carnosos , sabía que no podía estar solo allí con él en aquel lugar donde la luz de luna los alumbraba.

Malaquiel miro a la joven , y se quedó embelesado, llevaba una bata con transparencias, que dejaba ver sus turgentes pechos, y debajo de su obligo nada, solo aquel pedazo suave de tela que la envolvía como una segunda piel, su pelo lo llevaba suelto y notaba como el viento jugaba con los mechones que caían en su rostro, sintió ganas de tocarla pero no quería perder el control, él no había estado con nadie.

Se miraron un momento y el aire comenzó a sentirse pesado ,ambos se miraban sin hablar, se sentaron en el piso,  y luego de un rato Natalie apoyo su cabeza en el pecho de Malaquiel y este comenzó a acariciar su cabello, debía controlarse, no podía perder la cordura, no podía seguir cerca de la joven, aquello le traería problemas, aquello no debía ser, pero en un momento en el que ella lo miro a los ojos y el sintió su respiración, todo comenzó a dejar de importarle, miro los labios rosados de la joven, y acerco su boca a la de ella, Natalie cerro los ojos en espera  del beso que tanto ansiaba.

-esto no debería pasar –le dijo Malaquiel

-pero yo deseo que pase!!!!!!- contesto la joven

Tomo su rostro con las manos y la atrajo hacia el al mismo tiempo que besaba sus labios cálidos, primero fue un simple roce ,pero al sentir como ella se giraba totalmente para besarlo, su control se perdió totalmente, Natalia abrió su boca para recibir su lengua, el saboreo el dulce néctar que ella le ofrecía, sus lenguas jugueteaban , el metió las manos en su pelo sedoso, mientras ella cruzaba sus brazos alrededor de su cuello, Malaquiel sentía como los pezones de la joven se endurecían con aquel beso tan provocativo y deslizo una mano dextro de su bata para acariciarlos, pudo escuchar un sonido excitado de la joven mientras se pegaba más a él sin dejar de besarlo, de pronto él se alejó de ella.

-que pasa,? No te gusto?- pregunto la joven confundida

-me encantas, pero no puedo hacerte esto, Natalie

Que era aquello una burla? La besaba ,la hacía sentir cosas maravillosas y luego se alejaba?

-que pasa Malaquiel? Dime lo que sea, es que no te ha gustado cierto?

-te he dicho que si me gustas, que si me gusta esto, pero no puedo, y no entenderías aunque te lo explicase!!!!!!!!!!

El demonio maldijo para sus adentros, necesitaba saciar aquella hambre, necesitaba salir de allí, necesitaba buscar una demonio que le hiciera sentir placer, lujuria, debía olvidarse de Natalie y dejándola allí esperando una respuesta que nunca llegaría se marchó.