Setsuna's Lullaby

•Capítulo 7•

El sello
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-Sí, se de cuál se trata. Pero no puede creer que Miroku haya usado un sello muy poderoso... parece que la energía demoníaca de Setsuna-chan es muy poderosa...- dijo muy pensativa- ahora solo nos queda esperar que llegue Totosai...

[...]

Por otros lados se encontranban Jaken y Totosai. Este segundo se encontraba mezclando la sangre y energía demoníaca de Sesshomaru para después poder sumergir la hoja del arma en ella.

La curiosidad de Jaken no se hizo esperar haciendo que se acerque para poder ver como Totosai trabajar en ese líquido.

-Oye Totosai... ¿es normal que se torne color violeta?- preguntaba muy curioso Jaken.

-Claro que sí Jaken, sería muy malo que se forme de otro color...- decía con mucha seguridad Totosai.

-¿Qué quieres decir?- preguntó preocupado Jaken.

-Si se llegaba a formar otro color podrían pasar dos cosas- decía muy concentrado mientras vertía el líquido encima de la nueva hoja forjada-  Se podría romper el arma y eso haría que mi trabajo se demore más del debido. Lo otro que podría suceder es que con el paso del tiempo el poder de la naginata tome por completo el control del cuerpo de Setsuna, y por lo que veo nada quiere eso- decía Totosai mientras terminaba de darle los últimos toques a la naginata.

-¡¿Cómo lo puedes decir con tanta tranquilidad?! ¡El amo Sesshomaru te mataría si eso le ocurre a la ama Setsuna!- gritaba Jaken mientras agitaba sus manos en modo de desesperación.

-Ya podemos marcharnos Jaken- decía mientras encaraba para el exterior de su hogar- sujétate bien- terminó diciendo.

Una vez dichas esas palabras, tanto Totosai como Jaken emprendiendo viaje hacia la aldea donde se encontraban todos esperando la llegada de dicha arma.

[...]

~Mientras tanto en la aldea~

Mientras Moroha, Towa cuidaban de Setsuna, a lo lejos se podía ver como tres personas de acercaban a la escena. Cuando estuvieron a unos pasos de ellos, Kaede llevó su mano a su boca ante el asombro de volver a ver a esas dos personas que jamás pensó volver a ver.

-¡¿Kagome?! ¡¿Inuyasha?!- los llamó Kaede- ¡¿Son ustedes?! ¿Qué les pasó?- decía mientras su ojo se llenaba de lágrimas.

-¿Anciana? Sigues igual que hace 14 años- decía Inuyasha en un tono gracioso.

-Inuyasha... ¡A-BA-JO!- decía amenazadoramente Kagome- Señora Kaede... no sabe como la extrañé- decía Kagome mientras abrazaba a Kaede- creo que para después podríamos dejar esta conversación...- terminó diciendo.

Detrás de Kaede se terminaron acercando dos personas muy conocidas por la pareja.

-Señorita Kagome, señor Inuyasha!!- decía sorprendido Kohaku- que alegría volver a verlos- terminó diciendo muy conmovido.

-¡¿Kohaku?!- dijo muy sorprendido Inuyasha- woow, como has crecido... se nota que te pasaron 14 años encima- seguía diciendo muy divertido mientras lo observaba.