•Capítulo 16•

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Rin🌙
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Sesshomaru fue testigo de como Zero comenzaba a caer en la desesperación, ese era el momento para acabar con ella. Rápidamente empuñó con fuerza su espada y la agitó en contra de Zero.

Al fin todo ese infierno había acabado. Rin por fin era libre nuevamente. Alegría era lo que sentía Sesshomaru en esos momentos, luego de 14 largos años volvería a tocar la cálida piel de Rin....





Zero, aquella yokai que odiaba a los humanos y hanyo por un amor no correspondido hace varios miles de años, nadie en aquellos tiempos hubiera pensado que ella cometería tales actos y menos que haría todo lo que le hizo a la familia de su amigo y amor platónico, Inu No Taisho... 

Ahora se encontraba siendo consumida por aquel ataque de Sesshomaru, comenzaron a caer lágrimas por sus mejillas, y por unos segundos se arrepintió de todo lo que hizo en el último tiempo pero luego recordó aquellas palabras que le había dicho Toga.... ella era así, su naturaleza era así y no volvería a aparentar ser otra. Pero todo eso ya no tenía sentido, no servía de nada todo aquello si ella ya no viviría... 

Muy dentro de ella sabía que debía hacer algo antes de desaparecer de ese mundo terrenal, se lo debía a Toga por abrirle los ojos. Tragándose bastante su orgullo y antes de desvanecerse, con su mano apuntó donde se encontraba la esposa de Sesshomaru y pronunció, en un susurro, sus últimas palabras.

-Abre tus ojos- ordenó Zero. 

Sesshomaru le dirigió una última mirada a Zero esperando que su cuerpo termine de desaparecer, una vez que se aseguró que no quedaba rastro de ella volvió a dirigir su vista a Rin esperando que vuelva a abrir aquellos ojos que le hacían bajar la guardia. Towa y Setsuna eran quienes más cerca del árbol se encontraban pudieron sentir como su padre se acercaba a ellas, Sesshomaru colocó sus manos en los hombros de sus hijas y junto a ellas no despegaba la mirada de Rin. 

Aquellos minutos fueron eternos para ellos tres, parecía que habían pasado horas desde que Zero había pronunciado esas palabras. Muchos sentimientos encontrados comenzaron a sentir, Towa por un lado, que no tenía algún recuerdo de su madre, estaba demasiado ansiosa de poder conocerla y hablar con ella. Setsuna se sentía bastante nerviosa, el último recuerdo que tenía de su madre era cuando estuvo muerta por ese lapso de tiempo; por otro lado, Sesshomaru solo esperaba que todo esto no fuera un sueño, realmente quería volver a sentir a la calidez de su bella esposa y recuperar todo el tiempo perdido. 

Los tres, junto con Jaken, fueron testigos de como de a poco Rin comenzaba a abrir los ojos, Sesshomaru soltó los hombros de sus hijas para poder adelantarse a donde se encontraba su esposa. Aquel árbol que había adoptado la forma de aquella sacerdotisa tomó en brazos a Rin para poder entregarla a su familia.

A paso acelerado Sesshomaru tomó a Rin en sus brazos y con mucha delicadeza se arrodilló para que su esposa se encuentre más cómoda; Jaken hizo lo mismo, corrió a donde se encontraba aquella humana que cuando era tan solo una niña le había sacado unas cuantas canas verdes por todas las locuras y travesuras que se le ocurrían, pero se había ganado todo su cariño... la quería tanto que siempre la cuidó como si fuera su propia hija. Jaken no pudo ocultar ni disimular sus lágrimas al ver a Rin, aunque nunca lo hubiera dicho y le cueste asumirlo ella era su ama bonita... 

Towa y Setsuna era testigos de todo lo que estaba ocurriendo, no sabían si debían acercarse o si estar allí paradas era lo correcto.

-Setsuna... crees que está bien que nos acerquemos o nos quedemos aquí- susurro Towa a su hermana. 

-Creo que lo mejor sería quedarnos aquí, démosle tiempo a ellos- dijo Setsuna con una media sonrisa.  



Tratando de despertar del todo de aquel interminable sueño Rin al fin pudo distinguir quien era el que la estaba sosteniendo en brazos. Como había ocurrido aquella vez cuando había muerto por primera vez lo primero que logró ver al despertar de ese cruel sueño fue a aquel demonio que le había devuelto la vida, pero en esta ocasión él la rescató de un sueño que no parecía tener fin uno en donde podía ver destrucción, sangre y sufrimiento... 

Setsuna's LullabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora