•Capítulo 10•

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Viaje a través del tiempo
¤Zero¤

Aclaración: Estos hechos ocurren antes del capítulo 8.

Después de esa pequeña aclaración los dejo con el cap.






Después de aquel encuentro que tuvo con las tres hanyo, con Sesshomaru y su hermano, emprendió camino a su antiguo hogar en el que pasó gran parte de su niñez y adolescencia junto a su familia.

Una vez que colocó un pie en ese sitio se dirigió a los jardines del que fue en el pasado un gran y hermoso palacio. No muy lejos de donde se encontraba pudo ver una pequeña lápida la cual le traía pequeños recuerdos amargos.

-Después de todo he vuelto a este lugar... ¿Verdad padre?- habló Zero mientras veía con cierto desinterés la lápida de su padre.- Solías decir que debía ser como soy... tanto tú como Inu No Taisho decían esas cosas... ¡¿Y sabes que es lo peor?! ¡Que durante milenios no fuí como soy! Dejé influenciarme por mi madre, por ti y por toda la maldita sociedad a la cual debía complacer. Pero sabes... no me arrepiento de nada de lo que hice en el pasado y lo que estoy haciendo ahora, porque esto es lo que soy... Después de que Inu no Taisho dejó embarazada a esa mujer, me juré a mi misma deshacerme de todos los descendientes del gran perro y todos serán testigos de su gran caída- terminó por decir Zero.

-Antes de irme de aquí quiero decirte algo más padre... No me arrepiento de nada de lo que te hice. Gracias a eso Kirinmaru y yo somos libres de tomar nuestras decisiones, adiós....

Una vez que Zero dejó atrás la tumba de su padre comenzó a ver todo ese jardín que ahora se encontraba en no tan buenas condiciones. Se podía ver como el pasto y las malas hierbas se apoderaban de lo que antes fue un bello camino y una extraordinaria fuente. No muy lejos de esa bellísima fuente se encontraba un gran árbol antiguo en el cual solo quedaban pedazos de lo que alguna vez fue una hamaca.

Con solo ver esa vieja hamaca un muy amargo recuerdo invadió los pensamientos de Zero.

[...]

~Flashback~

Zero siempre supo que debía comportarse y sobre todo aparentar lo que la gente quería ver. Pero siendo solo una niña pequeña quería, aunque sea solo por un día, poder ser un yokai libre y sin la obligación de aparentar todo el tiempo.

Después de que toda su familia terminó de desayunar, Kirinmaru y Zero se escaparon de la vista de su madre, especialmente Zero, quien en ese día tenía sus clases matutinas de escritura y luego poesía. Ambos hermanos se fueron corriendo hace ese gran jardín, especialmente hacia ese gran y antiguo árbol.

-Oye Kirinmaru... ¿estás seguro de que no nos encontrarán jugando? Sabes que a mamá no le gusta que juegue con estos finos kimonos y menos que me suba a esa hamaca...- decía temerosa Zero.

-Si nos apuramos no se enterarán hermana- dijo alegre Kirinmaru.

-Está bien, pero voy primero- terminó diciendo Zero mientras se reía y al mismo tiempo se sonrosaba un poco.

Zero con una gran alegría se subió a la hamaca y con ayuda de su hermano menor se columpió. En ese preciso momento se sentía libre y sin obligaciones, no debía aparentar y pretender frente a extraños, era un alma libre. Pero lamentablemente no todo en la vida de Zero era color de rosas, su madre muy rápido se dio cuenta de que ella no estaba en sus clases con su tutor.

Setsuna's LullabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora