Seguimos enfrentando a contrincantes, salíamos victoriosos gracias a nuestras habilidades.
Llegué a la conclusión que todos venían a por nosotros, pero no eran tan efectivos si atacaban de dos en dos.
Cuando llegamos casi al centro del perímetro marcado para el juego, nos dimos cuenta que solamente quedaba un equipo en pie a parte de nosotros. Haciendo el repaso de lo que habíamos hecho y, de cómo estaban posicionados los equipos, supe quienes eran nuestros últimos contrincantes.
Pero antes de que dijera algo, una flecha impactó contra mi cabeza manchando mi cabello con pintura roja.
Shadoune se dió cuenta de esto y se cubrió; yo ya no podía hacer nada, lo había dejado solo por no proteger mi espalda.
No pasaron muchos minutos para que el Francés también fuese descalificado. Estaba tan triste que incluso lágrimas deslizaron por sus oscuras mejillas.
Yo no quise dejarlo sollozando en soledad; me acerqué a él y traté de consolarlo.
— No lo logré, Rusbi... No pude ganar. — se escuchaba destrozado, le había dolido mucho.
— Quedamos segundos, Shadoune. Hicimos lo mejor que pudimos... — acaricié su cabeza dejando que él pudiese sollozar en mi hombro.
Ricardo y Chincheto se acercaron a nosotros, más allá del aire de superioridad clásico, su expresión era de total sorpresa.
Nos extendieron la mano para poder estrecharla ya que era clásico de estos juegos.
Yo si había visto la flecha que le dió fin a mi participación en ese juego, podría haberla esquivado fácilmente.

ESTÁS LEYENDO
𝙻'𝚎𝚏𝚏𝚎𝚝 𝙳𝚎 𝙼𝚊𝚜𝚜𝚎 (𝔰𝔥𝔞𝔡𝔬𝔲𝔟𝔦𝔨)
أدب الهواة𝑻𝒐𝒅𝒐 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒑𝒂𝒔𝒐́, 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒗𝒆𝒓𝒕𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒑𝒖𝒅𝒐 𝒉𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒔𝒖𝒄𝒆𝒅𝒊𝒅𝒐 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂. 𝑬𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒔𝒊𝒆𝒓𝒐𝒏, 𝒆𝒓𝒂𝒏 𝒎𝒂́𝒔 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆𝒔. 𝒀𝒐 𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒔𝒆, 𝒔𝒐𝒚 𝒃𝒂𝒔𝒕𝒂�...