Súplica - LEVI ACKERMAN X LECTORA

13. Si quiero

Los meses pasaron con normalidad. La relación de Levi y _____ no hacía más que consolidarse y mejorar. Habían vivido juntos desde su compromiso y a pesar del trabajo pesado que ambos cometían, siempre estaban felices en uno con el otro. Para cuando llegó el día especial, _____ se miró al espejo para comprobar que su vestido y su pelo lucieran bien. 

—Estás preciosa...- murmuró Erwin detrás de ella. Él sería quien la acompañaría hasta el altar donde Levi la esperaría. —¿Lista?.- preguntó tendiéndole la mano.

—Si.

 La joven caminó cogida del fuerte brazo del rubio hasta aparecer en la sala. No había demasiada gente, pues así lo habían decidido ambos. La decoración era preciosa. Todos iban de blanca y las rosas blancas acompañadas de las lilas le daba a todo un toque sumamente romántico. Levi también llevaba un traje blanco. Estaba guapísimo con su pelo peinado hacia atrás y una sonrisa en el rostro.

El corazón del azabache se paró por un momento al verla, solo acordándose de latir cuando ella comenzó a andar hacia el. Le sudaban las manos y estaba nervioso, más que nunca. Normalmente sabia controlarse, pero en aquella ocasión se le hacía difícil. Nunca se había enfrentado a ese tipo de situación, y la felicidad era un sentimiento difícil de controlar; el no lo había sabido hasta que la había conocido. Suspiro alzando la barbilla cuando la mujer llegó hasta él y Erwin le tendió su mano. La cogió y ambos se pusieron frente al cura, que comenzó la ceremonia. La mirada del capitán se desviaba continuamente hacia ella, sin poder evitar pensar en otra cosa. Se acercó levemente para susurrarla :

—Estas preciosa— y ver como las mejillas de la morena se sonrojaban incluso debajo del velo. —Si quiero— dijo de forma resuelta y segura cuando el cura le preguntó, para después preguntar a ____.

______ se giró para observar a Levi y sonreír llena de felicidad. 

—Si quiero.- contestó al momento. 

Levi levantó su velo echándolo atrás y besó sus labios con pasión sellando la promesa de amor que se habían hecho. Ninguno de los dos cabía en su felicidad. Caminaron cogidos de la mano mientras sus invitados gritaban de la emoción celebrando el enlace entre ambos. La ceremonia se llevó acabo cerca del río principal que pasaba por Trost. En una granja de campo, específicamente en una carpa preciosa repleta de mesas redondas. Al igual que en la inglesa, el blanco era el color dominante que hacía relucir el precioso paisaje tras ellos. Levi tomó la mano de la joven llevándola al dentro del salón para bailar una preciosa música con su esposa. 

—Hasta bailas...- bromeó apoyando su cabeza en su hombro — Te amo, Levi. Esto es perfecto.- sonrió.

El capitán sonrió tras el comentario de su ahora esposa, y suspiró. Para el no existían más personas que su mujer. 

—He estado practicando— bromeó mientras besaba el pelo de la joven. —Te amo más, preciosa. Tu eres la que hace de esto algo perfecto...— le susurró mientras se perdía en el aroma de su pelo y seguía bailando con ella.

Se abrazó a su cuerpo y cerró los ojos disfrutando del momento. Para cuando se separaron todos los observaban felices. _____ besó sus labios y sonrió sobre su rostro. Para ella, aquel día había sido perfecto.

Tras el baile y el banquete, Levi decidió dar un paseo a solas con su mujer. Ahora caía la tarde y la puesta de sol adornaba el campo con sus luces. Levi no podía imaginar felicidad mayor. 

—Nunca pensé que me casaría— admitió mirándola.

______ sonrió colgándose de su brazo. 

—Yo tampoco pensé que lo haría.- admitió. -Después de perder a mi familia, creí que nunca volvería a tener nada a lo que llamar hogar.- le miró a los ojos. -Y entonces llegaste tú.-