Súplica - LEVI ACKERMAN X LECTORA

04. Osadías

Una vez llegó el momento del entrenamiento, Levi se colocó su equipo y bajó hacia el campo de entrenamiento. Encontró allí a _______ esperándole, y se acercó con su expresión neutra y seria. 

—Repetiremos el proceso de ayer. Espero que haya algún progreso.— dijo pasando de largo y andando hacia el bosque donde _______ debería utilizar el equipo y rasgar las nucas de los titanes. 

Ahora mismo no tenía cabeza para pensar en otra cosa que no fuera el resultado de la reunión. Sabría ser un buen maestro, pero su mente no se podía distraer con pensamientos lujuriosos en estos momentos.

La joven se colocó donde debía y comenzó el entrenamiento. Se cercioró de que colocaba correctamente las muñecas. 

Esta vez no fallaré. 

Salió propulsada por el gas y su equipo la ayudó a moverse con maestría. Según el cronometro que llevaba en el bolsillo lo había hecho 2 min más rápido. Se colocó junto a su superior bastante agitada. Tengo que mejorar mi resistencia. 

—¿Qué opina señor?—Preguntó la chica.

El capitán quedó bastante satisfecho con el resultado. Era bastante raro que en un día se mejorase tanto, pero lo agradecía. No estaba como para tener que aguantar nada más aquel día. Observó los movimientos de ______ y los cronometró. 

Vaya, sin duda un gran avance. Parece que recuerda los consejos de ayer. 

La vio descender hasta estar a su lado y, cruzado de brazos, asintió pasivo. 

—Está mejor que ayer, pero se te nota demasiado cansada. Tienes que encontrar un equilibrio.— dijo con su voz seria. Quizás fuera la situación del momento, pero pensaba que la cadete debía corregir aquello. —Si en una expedición extramuros utilizas tanta energía, no te servirá de nada ser certera con las cuchillas. No sabemos cuando pueden salir titanes a nuestro paso; si estas desfallecida por el cansancio no servirás de mucho. Iras cogiendo fondo en los entrenamientos, espero.— Concluyó aún con su expresión seria, sin descruzar los brazos.

Ella sabía que el capitán tenía razón. 

—Si, capitán. Mejoraré con el tiempo.

La chica tragó saliva y repasó el cuerpo de Levi con su mirada. No te desconcentres se reprochó. Inclinó su cabeza y esperó a que Levi le diera permiso para marcharse.

El capitán asintió, dando por terminado el entrenamiento. La miró a los ojos unos instantes y su mirada se volvió más profunda. 

—Bien, puedes marcharte. Mañana seguiremos. — Dijo el azabache con su noto neutro.

Daba gracias que Levi no la hubiese puesto a correr o a pelear tras el entrenamiento y tras un leve gesto con su cabeza se marchó a su habitación. En la ducha comenzó a recordar el tacto de Levi sobre su piel, su voz, sus mirada. Como se sentía su pene en su interior. Pensó en tocarse, pero entonces recordó que podía hacer algo mejor. Salió de la ducha y tras sólo ponerse una bata, caminó hasta la puerta de la habitación de Levi y tocó la puerta. 

Él mismo dijo que le suplicara si quería tener sexo con él. Ojalá también este de humor...

Tras el entrenamiento, el capitán se dispuso a volver a su habitación para seguir con los papeles que le quedaban, sin embargo, decidió despejarse un poco. El hombre se quitó la camisa una vez en su habitación y comenzó a hacer alguna que otra flexión mientras pensaba en la reunión que había tenido horas antes. Por su mente pasó también el sexo salvaje que había tenido con sus subordinada en la mañana, y suspiro levemente. Sin duda lo necesitaba. Sus pensamientos fueron interrumpidos por una llamada en la puerta, a lo que el capitán sólo hizo una mueca, levantándose para abrir la puerta. Observó a _____ allí parada y alzó un poco las cejas.