Súplica - LEVI ACKERMAN X LECTORA

05. Mi Capitán

Después de que la chica se hubiera ido, Levi decidió intentar dormir algo. No le era nada fácil conciliar el sueño pero quería aprovechar la relajación que el orgasmo le había proporcionado. En efecto se durmió antes de lo esperado, aunque amaneció pronto como siempre.

Colocó sus cosas y organizó su habitación, para después bajar al comedor principal a desayunar. La voz chirriante de Hange le taladro la cabeza con sus buenos días, y se sentó a su lado. La de gafas comenzó a parlotear, a lo que Levi solo bebía de su taza de té y asentía de vez en cuando. Hange tenía muchísimas energías desde primera hora de la mañana, y su actitud nerviosa lo sacaba un poco de sus casillas. En esta ocasión, le comentaba detalles acerca de la nueva expedición que llevarían a cabo tras unas semanas. La mujer quería capturar algún titan con vida y trabaja de convencer al capitán para que la ayudase.

—No se si es que estas sorda o realmente eres idiota, Hange. Ya te dije que no.— Dijo neutral a lo que la morena respondió suplicante.

—Vamos, Levi, sin ti no podré hacerlo. Solo será uno, ¡es por el bien de la humanidad!— dijo intentando convencer al hombre. Levi suspiro y la miró

—Dirás más bien para continuar tus absurdos experimentos.— Ella abrió los ojos haciéndose la dolida

—¿Absurdos? La información que hemos recabado es de vital importancia y lo sabes, enano.— el solo bufo, mirando a otro lado, divisando a ______, sentada a unas mesas más allá. Recordó la noche anterior y entornó los ojos.

La joven sintió una ojos sobre ella. Se giró y su mirada se encontró con la del Capitán. Tragó saliva.

¿Por qué diablos tiene ser tan guapo? —Maldijo ella mientras volvía a concentrarse en su comida.

Los días siguieron pasando con rapidez y cuando menos lo esperaba ya había pasado una semana desde el último encuentro sexual entre ambos. Habían entrenado y charlado al menos una vez al día, pero al parecer el Capitán no daba señal alguna de que quisiera mantener sexo.

Quizá deba volver a pedírselo yo...—Pensó... —Pero es que pareciera que estoy desesperada. Como si Levi estuviera haciéndome un favor... Además, estoy empezando a sentir cosas en mi estómago cada vez que le veo, cuando pienso en él sólo sonrió como idiota y si me habla me alegra el resto del día. Soy una idiota. Se sentó a esperar a que Levi llegara al campo de entrenamiento.

Esa semana había sido frenética para el capitán, entre reuniones, papeleo y entrenamiento propio y con ______, las horas del día estaban completas. Finalmente había accedido a ayudar a Hange y estaba practicando una nueva estrategia para capturar vivo un titán. Llegó al campo de entrenamiento y ______ le saludó.

—Hoy voy a volver a cronometrar tu rapidez. Espero que hayas mejorado algo.— Dijo ajustándose la chaqueta. Quería ver los progresos de la cadete, y si lo estimaba conveniente quizás la adjudicataria un papel en la nueva estrategia. —Pareces distraída, ¿ocurre algo?— Dijo alzando una ceja, viendo como la joven mantenía una actitud un tanto nerviosa.

La joven miró a su Capitán y pensó en si debía preguntarle por su indiferencia hacia ella esos últimos días pero pronto se dio cuenta de lo estúpida que sonaría así que simplemente contestó:

—No, mi Capitán— ______ se colocó en su lugar y salió disparada hacia aquellos titanes falsos. Cuando lo logró llegó hasta donde Levi algo preocupada, pues sabía que no habría mucha diferencia con la última vez que realizó aquel entrenamiento, aunque esperaba haberlo hecho al menos algo mejor.

El capitán frunció el ceño, se esperaba algo más de mejoría después de una semana. Se cruzó de brazos y se acercó más a la cadete, escrutándola.