27

4.4K 368 13
                                    

Tal parece ser que el título de profesor le va como anillo al dedo, porque Shouta es el tipo de novio que te ayudaría a estudiar para cualquier tipo de exámen. Siempre fue un estudiante sobresaliente en cuanto a notas, cosa que no contrastaba para nada con su fría personalidad.
Shouta era un genio innato, no tenía que hacer sobre esfuerzos para obtener calificaciones altas, parecía que solo presentarse a clases bastaba para que aprendiera la materia de derecho al revés, no por nada era maestro de una prestigiosa academia.

Llevaban dos años de relación, el apenas había ingresado a trabajar a la U.A con su cargo de docente, mientras tu te encontrabas en tu último año universitario, pesado, muy pesado. Pero no suponía problema para él pasarse a tu departamento después del trabajo, incluso si estaba cansado, constantemente te preguntaba cómo te estaba yendo en tus estudios porque genuinamente se preocupaba por ti.
Durante sus visitas a tu departamento, ambos gozaban de largas sesiones de estudio, acompañados de café y alguna golosina para la supervivencia, mientras él se dedicaba a avanzar trabajos desde su laptop.
Una vez terminaban, les entraba un hambre voraz, así que preparaban una cena ligera y nutritiva, o más bien él hacía la gran parte del trabajo. De vez en cuando acompañaban la comida de una cerveza, y en ocasiones más distantes, salían a cenar fuera, en algún local casero de la zona que tampoco demandara tanto dinero.
Las veces en las que te trataba de explicar un tema, se le ve muy concentrado, en tus gestos intentando detallarle lo que entendiste, o en el nerviosismo o felicidad de tu cara dependiendo la complejidad del tópico. Cuando se arremanga el suéter, o cuando sujeta su cabello con una de las tantas ligas que tiene repartidas por tu casa, cuando sientes el tibio aire de su aliento sobre ti, luciendo tan profesional y culto mientras te da una breve charla de la materia con ejemplos para que entiendas mejor, cada pequeña cosa hace que te den ganas de besarlo. De vez en cuando lo haces, lo tomas desprevenido de las mejillas y estampas tus labios contra una de ellas, o dejas caricias sobre su pierna o su cabello, etc.
La mejor sensación de todas es cuando llega la hora de ir a la cama, después de una rápida ducha caliente y un acogedor pijama limpio, te metes entre las sábanas y esperas a tu chico que se cepilla los dientes en la habitación continua. Disfrutas abrazarlo al dormir, o cruzar tus piernas con las suyas cuando hace frío, sentir su suave cabello entre tus dedos, y mimarlo mucho, porque tal vez no lo admita, pero ama que lo consientas. Es verdad que ha llevado una vida solitaria y no se le da bien el contacto físico, pero reconoce que eres la única persona en el mundo que le hace sentir tan cómodo, tan seguro, tan caliente, tan querido. Cuando dejas un beso en su frente, cuando le envías mensajes preguntándole si había dormido bien, cuando le regalabas dulces o postres de vez en cuando, incluso cuando se recostaba en tu pecho para poder dormir, o escucharte tararear una suave canción. Eran detalles muy ajenos a él, pero eran encantadores.

Aizawa Type Of Boyfriend & One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora