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Aizawa es el tipo de persona que se duerme a las cinco de la mañana si hace falta, incluso su demandante horario conlleva a noches de desvelo seguidas, levantando tu preocupación constantemente.
Le notas con incomodidad estirarse, hacer crujir los huesos de su cuello cada cierto rato, recargando el rostro en una de sus manos con los ojos puestos sobre el papeleo y la laptop. Hacia una hora atrás se había movido del escritorio del cuarto a la mesa del comedor, con el objetivo de que la luz no perturbara tu sueño, pero aquello solo te mantenía más alerta de la situación.
La puerta abierta de la habitación da una vista de ti mientras descansas. Otras veces, cuando nota que tienes pesadillas se levanta a moverte levemente, pues últimamente pareces tener muchas, algo que el pelinegro no puede ignorar, así que esta vez sin poder cerrar los ojos articulaste su nombre. El sonido de la silla te alteró, hasta sentir sus pasos acercarse, finalmente inclinándose hacia ti.

- ¿qué pasa?- murmuró el hombre de cabello negro con una voz apagada.

- Shota... - acariciaste una de sus mejillas - ¿Sabes qué hora es? - el suspiró.

- Tres de la mañana, te noto algo incómoda. 

- Llevas noches así, esto no está bien.- murmuras con angustia.

- Aún tengo trabajo, pero ya me falta poco... - las enormes ojeras bajo su mirada notablemente cansada te causaron preocupación.

- Puedes acabar más tarde..

- Sé que te preocupas por mi, -te interrumpe con un tono pesado cerrando sus ojos cansados que suplicaban reposo- pero esto no te corresponde, ya sabes que es mi obligación.

-¿No me corresponde? - abrió perezosamente los párpados para mirarte. - ¿crees que vas a salirte con la tuya otra vez, y otra y de nuevo hasta hacerme parecer una tonta? - esta vez desvió la mirada.

-No tengo tiempo para esto.. - manifestó levantándose.

-Shouta.

Él se detuvo, el tono que empleaste al decir su nombre era reconocido por él como una advertencia seria, solías usarlo solo cuando eran emergencias, y cuando sabía que su relación estaba nuevamente siendo saboteada por el mismo. Cuando se volteó a mirarte, se sorprendió al ver una reacción distinta a la que esperaba, le sorprendió no verte enfurecida con él, sino triste. Te habías levantado de la cama para rodearlo con tus brazos, y él estaba tan cansado que ni siquiera se dio cuenta. Pensó en mil formas de pedir disculpas, por las últimas semanas en donde había tenido un comportamiento cuestionable, dejándote de lado en reiteradas oportunidades, pero en ese instante ninguna palabra salió de sus labios, no podía seguir excusándose porque debía reconocer que él estaba arruinando todo una vez más, y aunque no lo admitiera, te ha echado mucho de menos.
Una de sus manos acarició tu cabeza gentilmente. Ninguno dijo nada, se separó despacio y caminó hasta el comedor para apagar la luz, regresando hacia donde estabas tú, regalándote una pequeña sonrisa.

-No tengo remedio, ¿verdad?

A la mañana siguiente, cuando la alarma sonó a las 6:30AM te levantaste a preparar algo de café, pero incluso después de eso, Aizawa no despertó, y continuó así por horas, y más horas. Mientras hacías algo de tu trabajo en línea, de vez en cuando volvías al cuarto a echarle un vistazo, parecía un enorme gato negro acurrucado en una esquina de la cama, en medio, en el otro extremo, moviéndose constantemente con un rostro sumamente relajado. Nunca lo habías visto así, pero sonreíste enternecida al poder verlo descansar después de tanto tiempo.
Fuiste por tu celular y le escribiste a Mic, contándole que ese día Shouta no llegaría a trabajar porque se tomaría el día para descansar, cosa que su amigo rubio comprendió por completo.

A las 8PM, el profesor se despertó sobresaltado con el olor de la comida casera que se expandía por toda la casa, encontrándote en la cocina preparando la cena.

-No puede ser... ¿Qué pasó? ¿Qué me diste? ¿Hasta cuándo dormí?

-Jajajaja, si sabes como te llamas, ¿verdad? - te miró mal. - No te preocupes por nada, terminé de corregir los exámenes en mi tiempo libre.

Shouta caminó hasta ponerse detrás de ti, hundiendo su rostro en el costado de tu cuello con sus cabellos cayendo por encima de tu hombro, y sus dedos se enterraron en tu cintura, adentrándose por debajo de tu blusa, lentamente su deslizaron hacia la piel de tu abdomen. Te estremeciste con su contacto y repentino cariño, pero no lo apartaste por nada y en su lugar acariciaste su mejilla.

-Eso huele muy bien.. - susurró con voz ronca.

-E-es todo lo que vas a decir!?

-mm? - fingió incredulidad. ¿A qué te refieres? ¿Esperabas algo más? ¿Algo como "no puedo esperar a comer lo que cocinas" o.. "a comerte mientras cocinas"?

-Basta... - susurraste avergonzada.

-Estoy bromeando - se puso frente a ti esta vez, por primera vez lo veías detenidamente a la cara después de horas de descanso, y parecía una persona totalmente distinta, con una tez más viva y cálida, y sus ojeras disminuyeron considerablemente. - Gracias. - dijo esta vez, dejando un beso en tu frente.

Aizawa Type Of Boyfriend & One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora