3-La fiesta.

370 127 135
                                    

Llevaba esperando a Emma 20 minutos fuera del edificio, otra vez había vuelto a caer en su típico mensaje de " Voy en camino, espera fuera" a veces me olvidaba de lo impuntual que era y la verdad no entendía que mucho se arreglaba o hacía para demorar tanto.

A lo lejos escucho música aproximarse así que despegó la vista de mi móvil y logro ver el Fiat de mi amiga frenar de golpe frente a mi -dios quién le habrá dado la licencia de conducir a esta mujer-.

—Al fin.— Digo mientras hago un gesto como si le diera gracias a dios y me subo en el asiento del acompañante. —Ya estaba considerando irme a dormir.—

—No es mi culpa que creas que vengo en cuanto te lo digo.— Se pone en marcha enseguida.

Casi al instante -por el raro silencio- noto que se encuentra un poco indecisa e inquieta, como si quisiera decirme algo.

—¿Pasa algo?— Curioseo.

—Diego acaba de avisarme que irá Matt.— Suelta finalmente y me mira expectante tratando de descifrar cómo me siento.—No tenía idea.— Continua.

—Tranquila, ya no me afecta.— Pero lo cierto es que tenía un pasado con Matt y a pesar de todo él seguía siendo uno de mis puntos débiles.

—Si tu dices.—

Al llegar sin poder evitarlo busco al innombrable entre toda la gente pero no logro verlo y en parte eso me alivia -Quizás no venga.- Sigo mi camino y vaya sorpresa, a lo lejos logro ver a mi vecino, el no parecía ser la clase de persona que frecuentaba esta clase de lugares, no me malinterpreten, es sexy y todo pero a simple vista se notaba por su personalidad que no encajaba mucho en esta clase de ambiente.

—¡Becca! te estoy hablando.—

—Lo sé, no quería escucharte— Bromeo por lo cual ella da vuelta los ojos.

—Vamos por algo de tomar.— Continúa y me parece una gran idea, tenemos que entonar un poco y entrar en ambiente, no se si me entiendan, así que sin más la seguí a la cocina.

Allí nos encontramos con un par de amigos riéndose de alguna tontería, seguro ya iban pedos o drogados. No tardaron mucho en notar nuestra presencia y llamarnos.

—Hey chicas, vengan, tenemos algo para ustedes.— Dice Frank riendo y con los ojos sospechosamente achinados.

—Todavía es tempra...—

—Habla por ti.— interrumpo a Emma y me acerco a los chicos.

Necesitaba relajarme porque aunque no lo había mencionado la simple posibilidad de que mi ex apareciera me tenía un poco inquieta.

Frank saca de su morral un porro ya armado lo enciende y me lo pasa, pito las veces que considero necesario y lo paso siguiendo la ronda hacia mi derecha - como tiene que ser- Emma duda unos segundos pero finalmente se decide por hacerme el dos.

—Pensamos que no vendrías Bec.— Dice Diego por lo cual Frank le da un codazo, me da un poco de gracia ese comportamiento, supongo que los efectos de la marihuana ya están empezando a hacer de las suyas, aún así entiendo lo que quiere decir.

Frank y Diego eran amigos de Matt y míos hace muchos años, habíamos planeado venirnos todos juntos a la capital y vivir en el mismo edificio pero las circunstancias cambiaron cuando todo termino entre el idiota y yo.

Acabamos por separarnos, ellos se habían ido a vivir con Matt, Emma con su tía y pues yo ya saben.

—No crean que un idiota va a evitar que me divierta.— Les guiño un ojo

Estúpido cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora