El encuentro con Noah fue breve ya que no faltaba mucho para que llegara la media noche y ambos debíamos aprontarnos, porque si, había convencido al aburrido chico de mi edificio de ir a una fiesta un jueves -Lo se, soy muy persuasiva.-
Luego de darme una larga ducha me dispuse a buscar cualquier cosa en mi placar que fuera sexy pero no exagerado porque todavía no era fin de semana y quería dejar mi ropa de puta fina para las grandes noches que estaban por venir.
...Ya estaba pronta hace media hora cuando Emma me mandó un mensaje de texto para que bajara tan rápido como pudiera, me pareció irónico ya que ella siempre tardaba demaciado pero siempre iba por ahí apurando a la gente. Cómo yo en teoría era bastante puntual no la haría esperar, por más que en el fondo me habría encantado dejarla afuera aguardando por mi al menos una media hora, pero en fin, el karma le llegara solito.
Cuando iba llegando al ascensor me ecnuentro nuevamente con Noah que justo iba saliendo de su departamento junto a su hermano.
—Hey...— Dijo al verme sonriendo ampliamente tan afable como siempre.
—Aah hola chicos.- Respondí un poco desconcertada, mire el reloj, ya eran la 01:16. —Pensé que ya se habían ido a la fiesta.—
Cómo ya les había comentado antes, la gente en la capital solía ser muy puntual -Menos Emma, claro esta- Y como la fiesta empezaba a las 00:00 había asumido que los chicos ya se habían ido.
—Vaya regalo para tus hermosos ojos encontrarnos aquí entonces.— Dijo Lucas giñando un ojo coqueto.
—Vaya estupidez que dices para variar.— Rodé mis ojos con fastidio, no queria ser tan perra con el pero parecia que se esforzaba para sacar lo pero de mi.
—Em bueno...— Intervino Noah. —¿Vinieron por ti? Porque puedes ir con nosotros si quieres.— Se dirigió a mi intrigante cambiando por completo el tema central de la conversación -El que pudo haber terminado en un sinfín de insultos dirigidos claramente a su lindo y estupido hermano-.
—Si, Emma está esperando abajo, pero nos vemos en la fiesta.— Hasta el momento no lo había observado lo suficiente así que me tomé el lujo de hacerlo descaradamente.
Llevaba unos jeans ajustados negros, una camisa de igual color que le iba de lujo y unos tenis blancos que hacían un armonioso contraste, sexi pero sencillo.
Lucas por su lado iba un poco más relajado con unos cargos azules oscuros, una remera blanca con un diseño interesante en negro y unas clásicas Vans de igual color que la remera que había escojido, nada mal, pero sin dudas el look de Noah era el ganador a mi parecer.
—Te gusta lo que vez?—Lucas se da cuenta que los estaba examinando y como siempre no pudo evitar hacer un comentario al respecto.
—Sí, Noah va muy bien, lastima que de ti no pueda decir lo mismo.— Sonrío como la perra que soy. —Nos vemos ahi guapo?— Me refiero a Noah quien sonrie relajado -Ya se esta acostumbrando a mis chistes con una mescla de chamuyo-.
—Si claro, nos vemos allá.— Dijo sin más
Justo cuando iba a darme la vuelta para dirigirme afuera las puertas del ascensor se abrieron y de el salió una chica de cabello alocado que conocia al derecho y al revés bastante frustrada.
—Mierda Becca, llevo 15 minutos esperándote.— Se cruzó de brazos frente a mi.
—Hola linda, también es un placer verte.— Enunció Lucas con una chispa en los ojos que mi amiga ignoro por completo.
—Hola vecinos de Becca.— Respondió desinteresada. —¿Nos vamos o prefieres que nos tomemos un té todos juntos antes?— Se dirigió nuevamente a mi.
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Estúpido cliché.
RomanceNo soy la típica chica virgen y santa de toda comedia romántica, soy alocada, inteligente e incluso un poco descarada pero esta historia no trata de mis locas aventuras o conquistas, nada de eso, trata del estúpido cliché en el que me vi envuelta si...