7- Idiota.

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Suena el despertador 07:05 de la mañana con la canción Fast Car de Jonas Blue.

-Mierda ya es hora de levantarme-

No tenía ni un mínimo de ganas de hacerlo pero bueno, obligaciones ya saben.

Voy al baño para darme una refrescante ducha y comenzar el día de la mejor forma posible. Al salir el frío golpea mi cuerpo mojado provocando que me erice -Odio el frío-

No tenía muchas ganas de arreglarme. -como siempre- Así que opté por un canguro negro, un pantalón cargo de igual color y unos championes New Balance blancos.

No solía complicarme mucho con mi vestimenta para el día a día, ni tampoco solía vestir formal por voluntad propia, odiaba cuando tenía que ir de traje para ciertos debates, me veía ridícula e incómoda.

Me gusta mi estilo relajado por más que no me pareciera a una estudiante de derecho, mucho menos de una universidad privada a la cual todos asistían bastante arreglados.

Pero como podrán deducir poco me interesaba, preferiría la comodidad ante todo.

Escuché que tocaban la puerta y como mi hermana se había ido rato antes de que yo me levantara, por lo cual dedujé que la puerta estaba sin llave. Así que no me molestaría en ir a abrirla.

—¡Pasa!— Grité desde mi dormitorio.

Sabía que era Noah, había quedado de pasar por mi para ir juntos a clase.

Y ahí señores y señoras viene el sermón diario por mi imprudente forma de vivir -Según él-.

—No deberías dejar pasar a alguien sin saber antes de quién trata Rebeca. Tampoco deberías dormir sin pasar llave.— Me regaña.

—Es temprano para las lecciones de vida padre.— Tomé mi cabeza con ambas manos como si escucharlo me generara jaqueca.

—No es un juego. Es peligroso, podrían robarte o algo peor.— Dice serio.

—Claro, porque el ladrón/asesino tocará la puerta antes de asaltarme. Dejemos mi inconsciencia por la vida para otro momento del día.-— Digo mientras me dirijo a la cocina para prepararme un café Irlandés.

—¿Alcohol? Son las 7 de la mañana Becca y vamos a ir la universidad.— Dijo apenas vio que le ponía un chorro de wiscky en la taza sin poder creerlo.

—Dios santo, ¿Que pasa contigo Noah? Relájate un segundo y deja de cuestionar cada cosa que hago, aunque no lo creas soy adulta— Verbalice frustrada.

—Una muy imprudente...— Se detuvo cuando lo fulmine con la mirada.

—¿Buscas que te golpee? ¿No te parece un poco temprano para hacerme enojar?—

Levantó sus manos en señal de rendición por lo cual sonreí satisfecha.

—Así me gusta, calladito te ves más bonito.— Me burlé.

Noah.

Beca terminó de tomar su extraño café y decidimos irnos.

En las últimas semanas no había podido dejar de pensar en aquel fugaz beso, todavía podía recordar lo bien que se había sentido.

Intento borrar el recuerdo de mi cabeza antes de subir al coche. No era buena idea. Sabia por mi hermano que es amigo del idiota de su ex, que entre ellos todavía había algo y lo menos que quería era involucrarme con una chica que seguía ligada a su ex.

Recuerdo como la mañana anterior la había visto salir de su apartamento con el cuello marcado, algo que indicaba que había sucedido algo entre ambos esa noche.

Estúpido cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora