8- ¿Solo amigos?

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Noah.

La observé mirar la película, se encontraba con los ojos llorosos y la nariz, la cual sorbía de vez en cuando rojiza a raíz de un film que ella misma había insistido en ver.

No pude evitar sonreír al verla tan conmovida por una simple película, quién diría que esta chica que se mostraba poco emotiva y en ocasiones fría derramaría lágrimas por una historia ficticia.

—¿Por qué sonríes?— Pregunta con el ceño fruncido a la vez que se frota los ojos.

—¿Por qué lloras?— Pregunté de vuelta.

—No lo hago, es la hierba.— Verbaliza desviando la mirada para que no la observe directo a los ojos, porque al parecer le apena que la vean en ese estado de vulnerabilidad.

—Vamos, no me mientas.— Empujó su hombro gentilmente de forma juguetona. —Tienes sentimientos, quién diría.— La molesto.

—Shh, que nadie lo sepa idiota.— Me golpea en respuesta.

Solo había pasado un mes y medio desde que nos habíamos conocido. En tan poco habíamos compartido mucho tiempo juntos por lo cual ya me sentía completamente cómodo en su compañía y como no, toda su aura irradiaba paz, podría incluso tranquilizar hasta a la persona más conflictiva, lo que me parecía antitético en relación con su personalidad cuya principal característica era caótica. Es algo así como una lunática chica de aura armoniosa.

Por alguna razón aparte me agrada compartir mi tiempo con ella. -No me pregunten por qué.- Sentía que llegaríamos a ser grandes amigos.

—¿En qué piensas?— Pregunta curiosa. —Siempre que me volteo a verte te encuentras en quién sabe qué dimensión, se supone que la que se ha drogado he sido yo.— Enarca una de sus perfectas cejas esperando mi respuesta.

—Que estas loca.— Hago una mueca.

—Te diré un secreto, las mejores personas lo están.— Me guiñe un ojo al citar la frase de Alicia en el país de las maravillas.

—A veces me sorprende lo friki que eres.— Me burlo por el hecho de que siempre utiliza frases o hace alguna referencia relacionada con diferentes películas, libros, series, etc -Aunque son muy acertadas debo decir.-

—A veces me parece la forma más clara para expresar lo que siento o pienso.— Se excusa.

—Lo se, es una de las cosas que me agrada de ti.—

—¿Dices que te agradan cosas de mi? sabía que te gustaba.— Dice con fingida suficiencia

—No dije eso Becca, deja de pensar que todos a tu alrededor están enamorados de ti.—

-Cada quien se engaña como quiere. Y tu así de malhumorado y aburrido también me agradas.— Me da una sonrisa sincera.

—No te quejes, contigo no lo soy tanto.— Y no mentía, con ella me mostraba mucho más relajado y me permitía hacer cosas que en mi sano juicio nunca haría.

—Pasa que soy grandiosa.— Dice poniéndose de pie por lo que la miro interrogante intentando descifrar qué piensa hacer, algo que nota al instante. —Vamos al almacén, se me antojan unas cervezas.— Ruedo los ojos casi sin poder evitarlo ¿Cuándo no se le antoja algo de alcohol?.

Becca.

Habíamos demorado hora y media pero al fin volvíamos del almacén. ya era un poco tarde y como se nos había olvidado el tapabocas nos había costado más de la cuenta encontrar un lugar abierto al que nos dejaran pasar.

Mi día fue un poco agotador y nada mejor que unas frías para liberar un poco de toda esa tensión que la facultad puede generar.

Me había pasado todo el día en casa de Noah y no tenía la menor intención de irme por un buen rato asi que compre una funda de 12, a lo mejor podría hacerlo hablar y soltar un poco más de información relacionada con su vida. -Mi especialidad: Embriagar gente-

Estúpido cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora