5- Una noche con mi vecino.

239 79 22
                                    

Fin de semana

Cuando me despierto noto que me encuentro sola, algo que no me sorprende. En ocasiones antes de haber estado juntos, Matt solía huir en las mañanas como si despertar con alguien lo atara cual casamiento y al parecer había vuelto a adquirir ese habito -Lo se característica de idiota-.

No le daría el placer de volver afectarme y creo que tampoco lo hacía como quizás si hace unos meses atrás.

Al correr las cortinas me encuentro con un hermoso día pero ciertamente no me encontraba con el mejor ánimo.

El sueño de anoche me había traído pésimos recuerdos por lo que decido escribirle a Emma rezando que el día de hoy se haya despertado temprano o al menos que lo hiciera antes de las cuatro de la tarde y poder irnos por ahí a tomar sol y despejar un poco mi agobiada cabecita.

Lo sé, un plan sencillo pero no había nada mejor en estos tiempos que el poder tomar aire y un poco de vitamina D con buena compañía.

Escucho el ruido de la puerta seguido de unos murmullos así que decido salir de mi habitación para confirmar que sea solo mi hermana y no alguien que descaradamente irrumpió en un apartamento para robar a pleno día.

—¡¡Becca!!— Su chillona voz no me toma por sorpresa pero casi me deja sorda -Ojala y hubiese sido esa persona indecente intentando robar.- Observó quienes la acompañan con curiosidad y al notarlo se apresura a "presentarlos" —Ellos son compañeros de la facu, tenemos una presentación que realizar así que pasaremos la tarde aquí, espero no te moleste.— Explica.

—Claro que no, iba de salida. Por cierto, ya que no saldrás ¿Me prestas el carro? — Aprovecho a decirle así evito tomar el bus.

Había estado yendo a clases en el transporte público y era un tanto desagradable. La gente iba amontonada y se podía percibir un hedor bastante desagradable, así que digamos que no es mi forma de transporte favorita y soy bastante tacaña como para tomarme un uber o taxi, que por cierto solían ser bastante costosos.

—Si. Pero me lo cuidas como si tu vida dependiera de ello, y lo hace.— Dice en forma de amenaza. -como si me asustara-

—Lo haré por mi salud mental más que nada.— Murmuré y acto seguido tomé las llaves para finalmente marcharme.

Saliendo del edificio me tropiezo con Noah quien por su ropa -La cual llevaba anoche.- Deduzco que viene llegando.

—Hola guapo.— Digo con total naturalidad y sonreí al ver como sus mejillas se tiñeron de rosa. -Me encanta ponerlo nervioso.-

—Hey becca, ¿Qué tal tu noche?— Indaga con un tono de voz que no logro distinguir.

—¿Cuántos detalles quieres?— No puedo evitar soltar una carcajada al ver su rostro estupefacto. -No se esperaba mi respuesta eh.-

—Aveces me olvido de lo indecente y vulgar que puedes llegar a ser.— Resopló con frustración.

Y eso que no le había dado alguna descripción detallada. -De lo que no había hecho-.

—Y yo de lo malhumorado que eres tu.— Me encojo de hombros.

—Uhm ¿Tienes planes para esta noche?—

—Ninguno en mente¿Por qué?—

—Podríamos mirar una película, digo no se.— Sugiere un poco nervioso.

—Claro, te escribo más tarde.— Me despido y voy por Emma quien me hizo saber por 15 mensajes que estaba lista. -Y aquí está mi venganza por todas las veces que me ha hecho esperar-.

Estúpido cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora